martes, 15 de noviembre de 2016

JUEVES


Como cada jueves,  se duchó temprano y se vistió con mimo.  Sus braguitas moradas a juego con el sujetador.  Su vestido negro, con la espalda abierta, el escote justo para resaltar aun más sus preciosos pechos, y con la falda de vuelo,  a media pierna, destacando unos muslos perfectos sobre unos tacones de vértigo.
Un último vistazo al espejo, comprobando cada detalle para salir perfecta a la calle, a la hora adecuada...
Camina por la acera, gustandose, contoneandose.  Y tras unos pocos pasos lo ve, apoyado en la pared, fumando,  con sus vaqueros ajustados y la camiseta blanca sin mangas, mostrando las alas tatuadas en su brazo que a ella tanto le gustan...
Pasa delante de él, sin detenerse,  sabiendo que el la mira y la sigue. Muy cerca, para que note su presencia, para que sienta su mirada clavada en sus nalgas.  A Rosa le encanta sentirlo, y acentúa su contoneo sabiendo que Marcos la desnuda con la mirada.
En el semáforo se para, y Marcos se coloca tan cerca de ella que siente su aliento en su hombro. Se estremece entera deseando volverse y comerlo a besos. Luchando por no hacerlo, espera que el semáforo se abra mordiéndose los labios, y cuando se pone en verde y el la adelanta rozando su cadera al pasar, todo su cuerpo se eriza.
Ahora es ella la que disfurta mirándole. Aunque Marcos acelera y le toma ventaja para llegar al portal, abrir la puerta y esperarla recorriendola de arriba a abajo con la mirada. Cuando llega, entra decidida, sin pararse a mirarlo, mientras el sujeta la puerta y esnifa el aire cerca de su pelo.
Una escalera les lleva al primer piso, con Marcos tres peldaños por detrás, casi agachandose a espiar bajo su falda. Rosa se para frente a la puerta B. Marcos llega con la llave, pegándose a ella, abrazandola por la cintura, apretandola contra si mientras abre la puerta...
Por fin dentro, por fin abrazados, por fin comiéndose a besos.  Entre jadeos Marcos le susurra: "desnudame..."
Rosa obedece encantada, dejándolo desnudo y excitado frente a ella.  Lo mira relamiendose, volviendose de espaldas, levantando la falda, luciendo su precioso culo para él....: "ven y quitamelo todo..."
Ahora es Marcos quien obedece y la desnuda por completo. Luego la vuelve besandola con fuerza, la coge en brazos y la lleva a la habitación. Un cuarto iluminado por velas con aroma de jazmín (el favorito de Rosa).  Una cama con sabanas de seda roja, sobre las que la deposita con cuidado, colocándose sobre ella, entre sus piernas, con suavidad. Sin dejar de mirarse, besando sus labios muy despacio, para ir poco a poco colocando su ereccion sobre los húmedos labios de su sexo, sintiendo cómo ella se estremece con cada milímetro que se va introduciendo en ella, hasta terminar totalmente encajados.
Dos cuerpos en uno, acoplados, ardiendo de deseo, bailando acompasados, gimiendo sin dejar de mirarse.  Dejándose llevar por el inmenso orgasmo que hace a sus cuerpos temblar entregados el uno al otro.
Hoy es jueves, y es su día. No hay horarios, ni móviles, ni obligaciones. Es el día en el que ambos se dedican a ser amantes, a dormirse abrazados tras el encuentro y dejar que el mundo siga su ritmo.
Y cuando despierten, seguirán amandose, dándose placer, porque se aman, se desean, y además...hoy es jueves.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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