miércoles, 7 de diciembre de 2022

LAURA. (CAPÍTULO SEGUNDO)

Desde la época del colegio de monjas me acostumbré a llevar la corta faldita de tablas del uniforme. Luego, en la adolescencia, seguí disfrutando de la minifalda mientras presumía de mis bonitas piernas.
Ya han pasado bastantes años de aquello, pero sigue siendo una prenda habitual con la que me siento cómoda, y me gusta lucirla combinada con delicadas medias y vertiginosos tacones.
Eso ha hecho que ya esté curada de espantos ante las miradas de todo tipo, e incluso he aprendido a no hacer caso de algunos comentarios que en ocasiones rozan lo soez y resultan desagradables. Reconozco que en algún momento llegaron a ser cansinos y molestos, y conseguían enfadarme enfrentándome a la menor ocasión. Pero el tiempo te hace ver las cosas con otra perspectiva y a final le tengo que dar la razón a esa frase que dice que sufre más quien mira que quien enseña.
Lo importante será siempre sentirse segura y poderosa, que te guste ser tu misma con esa imagen que para algunos resulta "inadecuada". No dejo que me afecten las opiniones nacidas de la envidia ni lo puedan llegar a pensar, y por supuesto, cuando las miradas son de aprobación, cuando los comentarios son halagos de buen gusto, agradezco y disfruto.
También es verdad que con el paso de los años, en la mayoría de las ocasiones, ni me percato cuando alguien se dedica a recorrerme con la mirada. Por eso me sorprendió notar como aquel tipo elegante y atractivo se quedaba absorto siguiendo el vuelo de mi falda. Confieso que provocó un agradable nerviosismo que me hizo sonrojar levemente y que hizo que no me atreviera a girar la cabeza para devolver la mirada. Una sensación que casi tenía olvidada que logró sacarme una sonrisa haciéndome sentir especial por un ratito en una jornada más bien gris.
Un par de días después, cuando ya apenas recordaba aquel fugaz instante, de vuelta del café de la mañana, allí estaba de nuevo. Desde la terraza del bar sonreía observando mi caminar.
Volvieron los inesperados nervios y ese asombroso escalofrío que recorría mi espalda. Gracias a las gafas de sol, pude fijarme un poquito más, sin que él lo notara, para descubrir su evidente atractivo y una apariencia cuidada que transmitía una imagen indudable de firme seguridad.
Me prometí a mí misma hacer lo posible por volver a coincidir y acercarme tratando que no se notasen esos nervios que él había conseguido despertar, pero no contaba con un viaje de trabajo urgente. Y un par de semanas más tarde, la vuelta del viaje se juntó con la mudanza a mi nuevo piso. 
A pesar de no haber podido repetir encuentro, el cosquilleo de la curiosidad seguía flotando en mi cabeza, y no había día que no recordara esa desconcertante sensación que aquel desconocido había provocado.
Y esta tarde mi primera junta de vecinos. Como nueva en el edificio, tocó presentarse y ser observada por todos. Algo que no me hubiera incomodado de no haber descubierto su presencia en la reunión.
Ni era el momento ni se dio la oportunidad. Así que aquí estoy, saboreando un vino en mi recién estrenada cocina pensando que ese hombre de atrevida, penetrante y seductora mirada está a escasos centímetros, en el ático A.
¿Destino, casualidad, travesura del universo? Habrá que averiguarlo esperando que la curiosidad no mate a la gata.
La parte positiva, que pude ponerle nombre a esa imagen grabada en mi mente. 
Se llama Ángel.

Continuará... 

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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martes, 22 de noviembre de 2022

LAURA.

Mi mirada se perdió una mañana tras el vuelo de una sugerente falta. Un delicioso regalo para mis ojos siempre atentos a descubrir hermosas imágenes. Unos breves e inolvidables segundos de colorida alegría en aquella mañana gris.
Días después, saboreando un café y un cigarrillo en una terraza, otra falda corta, otros tacones, pero sin duda alguna, las mismas piernas y el mismo contoneante caminar aproximadamente a idéntica hora del día anterior en una calle cercana del barrio. No fue difícil entender que se trataba de una mujer cuya rutina cotidiana la llevaba por aquel lugar, y no pude evitar sonreír pensando en lo caprichoso y travieso que puede llegar a ser el universo.
Mi mente, acostumbrada a imaginar y crear historias, rápidamente comenzó a ilusionarse con la posibilidad de volver a repetir el afortunado momento de contemplar esa imborrable imagen.
Convertí aquel barrio y aquella terraza en recorrido habitual buscando que la diosa fortuna me sonriera otra vez con tan deslumbrante regalo. Pero los días fueron pasando sin que volviera a aparecer su sinuosa figura. No tuve más remedio que conformarme con su recuerdo alimentando mi fantasiosa imaginación.
Hasta esta tarde. Una reunión de vecinos tan aburrida y rutinaria como de costumbre con un primer punto del día algo inusual. Presentación de la nueva propietaria del ático B.
Iba a conocer a mi nueva vecina de puerta, pero un ningún momento llegué a imaginar que el destino tuviera la osadía de poner al otro lado de la pared a aquella criatura radiante de hermosas piernas cuya imagen se había grabado a fuego en la retina de mis ojos.
Y ahora, cenando a solas en mi cocina, me doy cuenta de que poco puedo recordar de esa reunión que no sea su presencia. Soy consciente de su cercanía, y de que además de sus piernas, ahora su sonrisa y sus brillantes ojos claros ya no saldrán de mi cabeza.
Al menos pude saber que se llama Laura.

Continuará...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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jueves, 3 de noviembre de 2022

ROBARLE UN BESO.

Ella no dejaba de sonreír sin apartar la mirada. Y yo, embobado, ya no pude parar de parlotear nerviosamente sin dejar de mirarla. 
Dos náufragos de la noche que llevaban demasiado tiempo soportando una frustrante soledad entregados a disfrutar de la magia de mirarse. 
Supe rápidamente que necesitaba robarle un beso, que tenía que probar esos labios rojos, no fuera a acabarse el mundo al siguiente amanecer y quedarme sin saborear el néctar de esa boca tan deseablemente apetecible. 
Rodeé su cintura con mi mano para atraerla con decisión y apretar su delicado cuerpo contra el mío. Busqué sus labios y ella no rechazó los míos, y nos pegamos embriagados por el calor de nuestras bocas mientras mi mano buscaba la redondez de aquellas nalgas perfectamente marcadas bajo el ajustado pantalón. 
La sentí estremecerse y suspirar. Me hizo temblar. Y en aquel preciso instante comprendí que deseaba seguir agarrado a ese culo devorando esos labios por el resto de mi vida. 

MICHEL GARCÍA 
LEGNA LOBO NEGRO 

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viernes, 21 de octubre de 2022

NO ES LO MISMO DESEAR QUE SENTIRSE DESEADA.

De pie, cara a la pared, los ojos vendados, las manos atadas por encima de la cabeza, entregada, haciendo realidad esa morbosa escena con la que tanto tiempo llevas fantaseando.
Sobre tu espalda desnuda dibuja con su boca deliciosos caminos provocando temblores y cálidas oleadas de placer que te hacen gemir y suspirar. 
Sus labios continúan bajando por tu columna. Se acelera tu respiración. Aumentan los jadeos cuando se van acercando al pequeño tanga rojo de encaje que resalta sobre tus redondas nalgas blancas.
Sabe perfectamente que no quieres que te lo quite. Sabe que deseas que lo bese y lo acaricie, que juegue con él, y así lo demuestras ofreciendo sin pudor tan exquisito manjar a ese viejo lobo canoso que se ha ganado el derecho de ser tu lujurioso amo.
Algo que nadie había conseguido, algo que él ha logrado con suma facilidad con la mezcla adecuada de ternura, firmeza y seguridad para ir destruyendo esa coraza protectora que otros te habían obligado a construir. Sin esfuerzo, sin prisa, sin que casi te dieras cuenta, sedujo tu mente. Después, tu cuerpo comenzó de nuevo a sentir esas maravillosas sensaciones olvidadas, y la prudente y casi tímida mujer fue quedando en segundo plano para dejar espacio a una ardiente y atrevida criatura que disfruta sintiéndose deseada.
Y ahora, sin temores, mágicos escalofríos hacen temblar tu cuerpo tras las diabólicas caricias de ese demonio encantador. La humedad brota bajo la mínima tela roja cuando el se incorpora pegando su completa desnudez contra ti para abrazarte con fuerza, agarrar tu pelo firmemente y morder tu cuello con apasionada lujuria.
De nuevo rumbo al paraíso entre sus brazos, De nuevo en esa embriagadora nube en la que el tiempo se detiene y dejas de contar los orgasmos con la certeza de encontrarte donde siempre habías querido estar.
Poseída y dominada por el placer reclamas el premio de esas incendiarias nalgadas que él acompaña con maliciosas caricias bajo el empapado tanga.
Sumida en una fascinante locura sin fin que desborda y estremece uno a uno cada poro de tu piel, solo puedes aceptar que le perteneces.
Y es que no es lo mismo desear que ser deseada.
Pero con él todo es posible. Ha sido el primero en penetrar tu mente instalándose en tus sueños más inconfesables para luego convertirse en dueño y señor de tus sentidos y de tu cuerpo.
Como buen lobo insaciable, sigue hambriento y te da la vuelta. Sientes su abrasadora piel sobre la tuya y su palpitante erección entre tus piernas. Luego su boca te saborea enterita hasta terminar apartando ese pequeño trozo de húmeda tela haciéndote perder el control mientras se alimenta del cálido néctar que le entregas con indescriptible placer incapaz de dejar de retorcerte. Te relames sintiéndote dichosamente afortunada, agradeciendo ser parte de esa increíble realidad que permanecerá grabada a fuego en tu mente para incendiar tu cuerpo cada vez que cierres los ojos.
Reconoces que solo puedes soñar con ser suya. Asumes que te mojarás en cuanto pienses en él. Admites alegre y conscientemente que lo deseas con todo tu ser. Sabes que ya no hay escapatoria, que le seguirás al mismísimo infierno con tal de seguir gozando sintiéndote la mujer más deseada del universo.

MICHEL GARCÍA
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lunes, 10 de octubre de 2022

PELIGROSAMENTE INOLVIDABLE.


Adoro ponerme mis nuevas bragas blancas para ti. 
No puedo evitar estremecerme mientras lo hago, y disfruto de ese vibrante cosquilleo que eriza mi piel soñando con tener tu cara entre mis piernas, fantaseando con verte gozar con diabólica perversión de como el calor las humedece hasta volverlas prácticamente transparentes.
Siento ese suave encaje rozándome y las llamas recorren mi cuerpo incendiando mi mente lujuriosa hasta llevarla a ese vertiginoso momento en el que estarás firmándolas y besándolas haciéndome temblar y suplicar que me las quites y me devores.
Miro el reloj con ansiosa impaciencia, pero solo han pasado diez minutos desde que me escribiste para decirme que llegarías en media hora. Intento pensar en otra cosa que me saque de este bucle y tengo que confesar que me siento felizmente poseída, que te has convertido en un delicioso vicio inconfesable, que te has vuelto peligrosamente inolvidable.

MICHEL GARCÍA 
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jueves, 29 de septiembre de 2022

DIABÓLICOS ENCANTOS

Su diminuto y delgado cuerpo plagado de sinuosas curvas sensuales invitaba a recorrerlo con extremada lentitud.

Sus pequeños y firmes pechos, coronados por unos pezones diabólicamente sensibles, agradecían las caricias temblando y endureciéndose con tal intensidad que parecían no querer dejar de ser mimados y devorados.

Su carita de niña mimosa se transformaba rápidamente en el rostro de una ardiente mujer de labios carnosos y lengua traviesa capaz de hacerte desear vender tu alma al diablo con tal de seguir atrapado en esa boca lujuriosa.

Por si todo esto no fuera suficiente para volverte loco, su maravilloso culo me hacía perder la poca cordura que me quedaba. Y ella lo sabía. Era consciente de ello y presumía orgullosa poniéndolo al alcance de mis manos.

Con morbosa picardía levantaba su falda incitándome a paladear ese exquisito manjar de adictivo sabor y embriagador aroma. En ese momento quedaba a un lado su correcta compostura y se encendía volviéndose una hembra ansiosa e indecente que gemía sin pudor reclamando estremecerse mientras se retorcía gozando de la pasión desbocada que tan placenteramente recorría su cuerpo apoderándose de su mente.

Y yo firmaba mi rendición incondicional deseando convertir sus nalgas en perfecta almohada sobre la que soñar despierto cada día.

MICHEL GARCÍA
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martes, 20 de septiembre de 2022

ESCULTURA DE CÁLIDA PIEL.

Ella era una deslumbrante criatura. Una estatua perfecta de cálida piel sedosa.

Yo no pude más que entregarme con pasión a recorrer su cuerpo con la misma atención que habría dedicado el más perfeccionista de los maestros escultores.

Con atrevido descaro, mis manos buscaban encontrar alguna imperfección en aquella fascinante figura mientras ella se retorcía traviesamente gozando sin pudor de los temblores que mis dedos provocaban.

Crecía el calor. La habitación se llenaba con el embriagador aroma del placer.

Y ambos nos dejábamos llevar por el lujurioso deseo conscientes de estar destinados a la condena eterna por tan ardientes e inconfesables pecados.

MICHEL GARCÍA
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viernes, 12 de agosto de 2022

DUEÑO DE MI MENTE.

Te has metido en mi mente de una manera tan intensa que muchas veces, sin motivo aparente, aparecen en mi cabeza los recuerdos de esos momentos en los que me entrego golosamente a ser poseída por ti.
Y mi cuerpo reacciona automáticamente como si una chispa lo recorriera provocando temblores que me hacen suspirar. Me enciendo pensando en las diabluras que tu lengua es capaz de cometer entre mis piernas y tengo que obligarme a pensar en otra cosa para mantener la compostura en el trabajo y disimular frente a los clientes.
Miro el reloj mordiéndome los labios al ver que aún faltan horas para verte sabiendo que me lanzaré a tus brazos con ganas de que me arranques la ropa y me hagas rozar el cielo con las manos.
Deseo terminar una noche más sudorosa y despeinada entre las sábanas de tu cama saboreando perversamente ese placentero instante en el que nos fundimos enredados sin distinguir donde empieza un cuerpo y termina el otro. Mezclando placer y deseo en nuestro paraíso particular, ese en el que los mismos ángeles nos tienen envidia y desean caer en la tentación del pecado.
Y así alargar la noche compartiendo conscientemente esa lujuria que traspasa nuestras pieles, deleitándonos, alimentándonos.
¡Bendita suerte la mía haber coincidido en esta vida contigo!

MICHEL GARCÍA
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sábado, 6 de agosto de 2022

¡¡NO TE ARREPIENTAS!!

Me siento único, especial y afortunado al conocer perfectamente esos juegos perversos e inconfesables en los que te sumerges en la soledad de tu cuarto.
Me cuentas sin ningún tipo de pudor tus íntimas y lujuriosas fantasías describiendo con detalle esa manera tuya de incendiar tu cuerpo. Explicas cuidadosamente la ropa que has decidido ponerte y como tus dedos la recorren antes de ir apartándola y quitándola cuando el calor hace arder cada poro de tu piel. No olvidas mencionar el lugar, el momento, los detalles e incluso los juguetes que estás dispuesta a utilizar.
Una minuciosa narración que me permite recrear a la perfección la excitante escena en la que das rienda suelta a tu traviesa imaginación. Un relato que se vuelve fascinante cuando llega el momento de hablar de esas aceleradas sensaciones que te hacen temblar y me explicas maliciosamente como reacciona cada rincón de tu cuerpo.
Sigo leyendo con morbosa atención cada línea hasta el instante en que casi puedo visualizarte retorciéndote suspirando sudorosa mientras explotas dominada por el placer y el deseo.
Y no es necesario que digas que soy el culpable y el protagonista de todos esos deliciosos pecados de los que nunca te arrepentirás. No hace falta que confieses que estás dispuesta a seguir gozando cometiéndolos consciente y deliberadamente.

MICHEL GARCÍA
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sábado, 30 de julio de 2022

PERMISO PARA MIRARME.

Tienes mi permiso para mirarme, para disfrutar golosamente recorriendo mis curvas con ese perverso y encantador descaro tuyo.
Me haré la despistada y dejaré que intentes adivinar el color de mi ropa interior. Dejaré que te relamas, que suspires, que sonrías maliciosamente mientras intento seguir atendiendo las mesas de la terraza con normalidad fingiendo no darme cuenta de tus miradas.
Será una dolorosa tortura pasar cerca de tu mesa y verte saborear tu café con hielo. Sentiré celos, desearé ser ese café que moja tus labios y ese hielo que se derrite en tu boca.
Seguirás clavando tus ojos en mi espalda y podré sentirlos en mi culo cuando entre de nuevo al bar a preparar otra comanda.
Y entonces seré yo la que suspira mirando el reloj. Contaré las horas que faltan para terminar mi turno soñando con el momento en que tus incendiarias miradas se conviertan en excitantes caricias. Me estremeceré pensando que terminarás firmando mis nuevas braguitas blancas y que me harás temblar encendida como la mujer entregada y traviesa en que tú me has convertido. 

MICHEL GARCÍA
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jueves, 23 de junio de 2022

NOCHE DE SAN JUAN.

La Habana, Cuba, 13 de junio de 1928.
Hacía cinco meses que Mari había dejado a sus padres y hermanos en Asturias. Su precioso valle quedaba muy lejos y echaba de menos aquel paisaje verde y la compañía de la humilde familia obligada a enviar a su hija mayor con la tía Enriqueta a servir en la casa de la plantación de tabaco de las afueras de La Habana del señor Ramón, el indiano con quien se había casado la tía.
La tristeza que sentía en aquel caserón donde la tía la explotaba sin perder ocasión para recordarle que su familia estaría muerta de hambre si no fuera por ella aumentaba con la cercanía de la noche de San Juan.
Se le encogía el pecho pensando en no poder pasar la noche más mágica del año paseando por el bosque que rodeaba la aldea de Los Cabos en busca de sus mejores amigos, los trasgos y las xanas de los montes de Pravia, mientras escuchaba aullar al lobo a lo lejos.
Al menos, esa semana, algo la había ilusionado. El Centro Asturiano de La Habana celebraría una fiesta esa noche. La tía nunca hubiera dejado que una adolescente desagradecida y rebelde fuera a la fiesta, pero el señor Larson, el americano más rico y con más tierras e influencias de la zona había insistido personalmente. Quería a Mari como camarera de salón. 
Iba a ser una noche de trabajo, pero saldría del caserón, habría música y alegría recordando la Asturias querida y añorada.
Y por supuesto, estaría cerca de aquel joven terrateniente texano que cada vez que la miraba con sus penetrantes ojos color café encendía el rubor en sus mejillas logrando hacerla pensar como mujer y no como niña que soñaba con lobos.

MICHEL GARCÍA
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martes, 7 de junio de 2022

VOLVER A ESTREMECERSE.

Atrévete a soñar.
No limites tu imaginación recreando esos escenarios plagados de momentos excitantes.
Disfruta volviendo a jugar con los recuerdos que aparecen en tu mente cada vez que tu piel se eriza al ritmo de tus caricias saboreando esas lujuriosas sensaciones cálidas que te obligan a seguir con esos inconfesables pecados.
Esos de los que jamás debes arrepentirte. Esos que despiertan a la ardiente mujer orgullosa de haber sentido y haber gozado con sincera plenitud.
Una mujer capaz de volver a alborotar sus sentidos poseída por las ganas de estremecerse una y otra vez entre los brazos de su perverso y encantador demonio particular desnuda de temores, vestida de deseo.

MICHEL GARCÍA
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sábado, 4 de junio de 2022

Y MIRARTE A LOS OJOS.

Adoro esa manera tuya de mostrar tus encantos logrando que desee conquistar cada uno de esos rincones donde la pasión se desborda. 
Recorrerlos sin prisa, gozando de cada suspiro, de cada temblor que mis caricias y mis besos te arrancan. 
Y mirarte a los ojos. 
Ver en ellos el mágico brillo de quien se entrega a compartir el placer del instante en el que dos cuerpos se funden en uno.
Y terminar agradeciendo entre gemidos la suerte de haberme cruzado en tu camino.

MICHEL GARCÍA 
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martes, 26 de abril de 2022

FASCINADA CÓMPLICE.

Lo reconozco. La primera vez que ocurrió tuve una extraña sensación y llegó a pasar por mi cabeza la idea de estar ante una situación un poco rara. Pero mi innata curiosidad, y sobre todo, la confianza y tranquilidad que él me había transmitido con su forma de tratarme desde el primer momento, me hizo no pensar y darle una oportunidad a aquel novedoso juego.
Llegué a su casa y me recibió tan encantador y delicado como de costumbre. Mimos, abrazos, besos, y esas caricias suyas con las que recorría mi cuerpo con esa mezcla de ternura y perversión. Una combinación tan seductora con la que lograba encenderme con asombrosa rapidez volviéndome una mimosa adicta a su apasionada manera de enredarme entre sus brazos.
Con toda mi piel erizada, me llevó casi flotando a la habitación. Sobre la cama, un sugerente y corto camisón negro de tirantes prácticamente transparente, unas mínimas braguitas blancas y unos zapatos de tacón de aguja. Un inesperado regalo que elevó aún más mi excitación. Pero cuando se colocó tras de mí y me pidió permiso para vestirme susurrando cerca de mi nuca, una sombra de incertidumbre me hizo estremecer.
Nunca me habían dicho algo así. Siempre se ofrecían a desnudarme, y la idea de querer vestirme me sorprendió y me llevó a pensar en un fetichismo extraño haciendo que en mi mente apareciese la duda. Unos segundos de bloqueo sin saber que decir que él percibió y respetó diciendo que todo estaba bien sin parar de besarme en el cuello y sin dejar de abrazarme y acariciarme.
Y me dejé llevar. Con un poquito de rubor y temor, la morbosa curiosidad, la delicada manera de guiarme, lograron que mi cuerpo se relajara y mi mente se abriera.
Sorprendentemente para mí, resultó ser una ardiente y excitante forma de alborota mis sentidos. Primero me desnudo por completo para luego ponerme con ternura los zapatos entre mimos y miradas que parecían acariciar mi piel. Después, con extremada lentitud, fue subiendo las pequeñas braguitas asegurándose que quedaran bien ajustadas por todos lados mientras suspiraba y se relamía disfrutando al recorrerlas y notar como se empapaban.
Cuando la sedosa tela del camisón cubrió mi pecho rozando mis pezones, todo mi cuerpo temblaba sin reparos, y mis suspiros acompañaban a los suyos. Él seguía mirándome como si fuera la primera vez que me veía, como si mi cuerpo tuviera magia, y me sentí especial, poderosa, deseada e incluso indecente y perversa. Y él continuaba dando vueltas a mi alrededor clavando sus ojos en todo mi cuerpo con descaro sin tocarme, pero tan cerca que podía sentir su cálida y acelerada respiración erizando todos los poros de mi piel. Me pedía que gozara, que me mostrara y presumiera orgullosa de mi deslumbrante condición de traviesa y adorable mujer sensual.
Y así, a pesar de las dudas iniciales, me convertí en su cómplice, en una complaciente esclava que se derrite dejando que su amado y travieso señor Legna la vista y la transforme en una ardiente e insaciable criatura que confiesa sentirse afortunada por coincidir en esta vida con un ser tan maravilloso y seductor.

MICHEL GARCÍA
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martes, 5 de abril de 2022

QUE EL AMANECER NOS DESPIERTE.

Te espero desnudo en la cama recordando nuestro último encuentro, calentando las sábanas para ti.
Llegas puntual. Directa a la habitación con esa pícara sonrisa y ese brillo en la mirada que hace que no puedas disimular las ganas de acurrucarte entre mis brazos.
Te quitas la ropa poco a poco, relamiéndote mientras me vas regalando el delicioso espectáculo de tu cuerpo, sin dejar de mirarme, saboreando el momento, gozando al ver el deseo en mis ojos que son incapaces de dejar de recorrerte.
Completamente desnuda, te metes en la cama cubriéndome con tu cálido y erizado cuerpo haciéndome suspirar cuando tu boca se apodera de la mía con apasionada lujuria, logrando que me sienta el más afortunado de los mortales.
Me vuelvo loco viendo como cada centímetro de tu piel se estremece con el roce de mis dedos mostrando sin pudor el placer que te va invadiendo y ya no puedo parar. Mis manos se pierden por los encendidos recovecos de tu ardiente anatomía convirtiendo tus gemidos en jadeos intensos entre los que escucho tus súplicas pidiendo que no pare, ofreciéndote a ser poseída.
Disfruto golosamente sintiendo, oliendo y oyendo como explotas y te abrazo con fuerza acompañándote en un frenético y acompasado ritmo que nos lleva a gemir y temblar totalmente entregados al placer hasta vaciarnos el uno en el otro para terminar fundidos y exhaustos antes de que la calma nos haga entrelazarnos esperando que el amanecer nos despierte para volver a amarnos.

MICHEL GARCÍA
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viernes, 18 de marzo de 2022

A SOLAS.

¡Por fin en casa! Varios días fuera por trabajo la habían llevado a habitaciones de hotel donde solo había sido una solitaria chica trabajadora con el tiempo justo para descansar.
En cuanto cerró tras de si la puerta de su apartamento volvió a sentirse viva sabiendo que tenía dos días libres para ella.
Directa a la habitación, sin pararse a deshacer la maleta, sin rodeos, sin pararse a pensar, se desnudó por completo frente al gran espejo del armario.
Recorrió la imagen del espejo deteniéndose en cada curva, gustándose (las horas de gimnasio merecían la pena), acariciándose con perversión, disfrutándose traviesamente, dando rienda suelta al deseo acumulado.
Por unos instantes gozó de sí misma logrando un ardiente e intenso nivel de excitación. Pero eso era solo el principio. Abrió la puerta del armario y sacó su baúl secreto.
Lo primero, la cámara y el trípode. La colocó a los pies de la cama cuidando de enfocar en el ángulo correcto para solo tener que usar luego el mando a distancia que dejó sobre la almohada.
Volvió al baúl y tomó las altas botas negras con sus tacones de vértigo. Se las puso lentamente sintiendo con placer el tacto del cuero sobre su erizada piel mientras se las ajustaba subiendo poco a poco la cremallera.
Regresó a contemplarse delante del espejo y el roce sobre la piel provocó que un suspiro escapara de su boca. Eso le hizo recordar el carmín. No podían faltar unos brillantes labios rojos.
Llegó el turno de los ajustados guantes negros hasta por encima de los codos. A continuación, un tanga de encaje negro prácticamente transparente con una tira de perlas, colocado con delicada suavidad para que las perlas quedasen correctamente situadas sobre los húmedos y temblorosos labios que ya reclamaban caricias lujuriosas.
Tuvo que esforzarse para no sucumbir a tan insistentes demandas. Estaba ardiendo, pero había que seguir con el ritual. Tomó la máscara veneciana y tras colocársela, un último vistazo comprobando y admirando el espectacular resultado.
Se dirigió a la cama saboreando la deliciosa tortura que el roce de las perlas le provocaba haciéndola temblar y morderse los labios. Ya no podía esperar ni alargar más el momento. Se tumbó en la cama estremeciéndose de placer con las oleadas de caluroso placer que brotaban entre sus piernas.
Tomó el mando de la cámara.
Contactos.
Michel.
Videollamada.
Ok.

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viernes, 4 de marzo de 2022

RAYANDO LA PERFECCIÓN.

Imposible no enroscarse entre las sábanas tras despertar sintiendo todo su cuerpo deliciosamente dolorido por las inolvidables caricias que las incansables manos de su perverso y adorable amante le habían regalado una noche más.
Su piel volvía temblar si se detenía a saborear cada instante compartido en aquella cama de sábanas de seda que olían a sexo y sudor.
Igual que las noches anteriores, estaba sola y desnuda en una nueva habitación de hotel. Alargó la mano perezosamente para encontrar, como de costumbre, una delicada rosa sobre la almohada.
Ya no se sorprendía. Sabía perfectamente que él volvería a buscarla dentro de unas semanas. Otra lujosa habitación, otro hotel, quizás otra ciudad, pero idénticas condiciones y la misma forma de desaparecer. Nada de nombres, sin preguntas, solamente pecaminoso placer con entrega total de ambos. Horas en el paraíso de los sentidos gozando sin pudor al ser conducida con maestría a disfrutar de su esencia de mujer insaciable.
Nadie la había llevado nunca a semejante estado de lujuriosa excitación. Él le había descubierto un mundo desconocido que la hacía sentirse poderosa, deseada, atrevida, e incluso indecente, y no estaba dispuesta a dejar de compartir tan estremecedores encuentros.
Después de abandonar con un gran esfuerzo la cama, los chorros de agua caliente de la ducha volvieron a erizar toda su piel y la mente volvió al comienzo de la noche cuando él la desnudaba en el baño antes de meterla en la bañera y recorrer todo su cuerpo bajo la aromática y espumosa agua con la que la había llenado mientras la esperaba. A aquel recuerdo le siguieron todos los demás y el calor incendió de nuevo aquel sensible cuerpo que comenzó a reclamar caricias que calmaran el ardiente deseo que palpitaba entre sus temblorosas piernas.
Tras la morbosa y relajante ducha, se vistió y dejó la habitación con paso firme y decidido. Pasó por recepción sabiendo que él habría dejado todo solucionado, y con una brillante sonrisa dibujada en su cara, salió a la calle y encendió un cigarrillo dispuesta a enfrentarse de nuevo a la rutina diaria. Volvía a la realidad de la dolorosa espera de una nueva cita con aquel demonio seductor, pero ya había aprendido a vivir con ello.
Estaba totalmente convencida de que una noche entre sus brazos compensaba con creces todo lo demás. Rayaba todo la perfección, menos por esa fatídica ceguera que la acompañaba desde hace años que le impedía ponerle rostro a ese ardiente y diabólico amante que dominaba y poseía su cuerpo y su mente con una destreza y una pasión con la que ni siquiera se había atrevido jamás a soñar.

MICHEL GARCÍA
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jueves, 17 de febrero de 2022

DELICIOSAS SENSACIONES.

No hay duda, un buen culo tiene mucho poder.
Pero la magia no está solo en esas perfectas y redondas nalgas. Está también en los ojos que las miran, en las manos que las agarran, en las sensaciones que se despiertan.
Y por supuesto, en el placer de quien lo muestra orgullosa sabiendo con certeza las consecuencias que ese travieso juego provocará en el afortunado destinatario.
En ese instante, ella, consciente de su poder, gozando de sentirse mujer deseada, gustándose, continúa incendiando el ambiente con premeditada alevosía, acercándose sinuosa y decidida para que las firmes manos de su amante agarren y acaricien la suave piel erizada de sus maravillosas nalgas, haciéndole creer que son sus manos las que tienen el control mientras ella sonríe y suspira mordiéndose los labios disfrutando de saberse tan poderosa, tan hembra rebosante de sensual magia.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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martes, 15 de febrero de 2022

UN CUENTO DE FEBRERO.

Por fin llegó la fiesta de febrero al valle y la brujita verde viajó feliz preparada para tan esperada celebración.
Vestida para la ocasión, llevando las recién compradas braguitas rosas con la traviesa intención de que su adorado lobo negro se las pusiera para firmárselas antes de llenarlas de besos y lujuriosas caricias.
Hubo banquete y vino para dos. Y hubo chocolate belga, y mousse de tres chocolates, y tarta de queso. No faltó café, ni rosas, ni pulseras a juego para recordar el mágico encuentro, ni fotos que dejaran constancia de tan señalada fecha.
Y, por supuesto, muchas risas, infinidad de cómplices miradas con brillo en los ojos. Incontables besos acompañados de largos abrazos que la llevaron a sentirse en la cima del mundo en la guarida de aquel lobo seductor capaz de entender a la perfección la manera en que ella necesitaba ser amada.
Y. ¡cómo no!, sexo, con esa ardiente y salvaje ternura que la llevaba a entregarse por completo y perder la noción del tiempo entre sus brazos mientras se olvidaba de si era febrero o marzo.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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viernes, 11 de febrero de 2022

UNIVERSO PRIVADO.

Por fin juntos y a solas, por fin unidos en un abrazo perfecto, sincero, apretado, interminable, con mordiscos en el cuello y caricias lujuriosas en las nalgas.
Susurros cerca del oído que anuncian los próximos movimientos de unas manos que buscan bajo la ropa esos rincones donde se aceleran los temblores y aumentan los gemidos.
Y cuando la ropa queda en el suelo de la habitación, ellos continúan pegados, abrazados, sintiéndose, gozando de esa excitación que se acelera sin que ninguno pueda o quiera detenerla.
Él disfruta de su sabrosa piel ardiente, y ella se estremece al sentirse recorrida por ese perverso demonio con alma de lobo que ha logrado despertar sus ganas de volver a sentirse hembra deseada.
Sin miedos, sin complejos, gozando de sus sudorosos cuerpos erizados hasta quedar exhaustos y extasiados, llenos el uno del otro, sin dejar de mirarse, sin dejar de tocarse, sintiéndose libres y completos en su universo privado, ese donde la única norma es saborear el placer de entregarse.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados 

miércoles, 2 de febrero de 2022

ESA PERSONA.

Llegará un momento en tu vida en el que entenderás que debes tener a tu lado a alguien que se relama al mirarte el culo. Alguien que lo admire cada día como si fuera la primera vez que lo ve y que no desaproveche ni una sola oportunidad para acariciarlo con apasionada ternura o te regale una nalgada traviesa que te haga estremecer.
Dará igual que tú creas que tu culo no es bonito, o que es grande, o pequeño, o que pienses que ni siquiera tienes... lo importante será que para esa persona sea el culo que saque sus más lujuriosos instintos y te lo demuestre cada día...
Entonces descubrirás como nace tu esencia más provocativa y te sentirás atrevida gozando de esos perversos juegos, deseando que te agarre y te llene de besos y mimos mientras te pervierte y recorre todo tu cuerpo. Esa persona te hará sentir deseada, conseguirá erizar tu piel, excitar tu mente y humedecer tu alma.
Querrás convertirte en su café cada amanecer y reconocerás que tus nalgas tienen dueño sintiéndote preparada para ser suya un día tras otro sin preocuparte de hasta cuando.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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martes, 25 de enero de 2022

ESA MANERA DE ESCRIBIR.

Tienes esa manera de escribir tan sensual que provoca una atracción envolvente. 
Describes cada reacción que puede llegar a sentir el cuerpo tan detalladamente que se transmite al leer tus relatos.
Y esas sensaciones se van trasladando a la piel que se esconde bajo mi pequeña braguita. Noto el roce de la tela. Mis dedos se animan a buscar caricias sobre ese delicado encaje y me imagino recorrida por una suave pluma.
Noto el calor que crece como cuando el agua caliente de la ducha va cayendo despacio sobre mi cuerpo desnudo. 
Cierro los ojos para disfrutar de ese mágico y cálido momento hasta dejarme llevar recreando en mi mente cada escenario de esas sorprendentes historias que provocan sensaciones únicas que me recuerdan que estoy viva y me merezco sentir y gozar con plenitud.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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jueves, 6 de enero de 2022

FRIDJA.

Necesito clases de inglés. He descubierto que mi oxidado nivel no llega ni a oxidado. Así, haciendo caso a la recomendación de una buena amiga, me puse en contacto con una chica islandesa que desde hace unas semanas trabaja en el centro social como monitora de baile tras pasarse diez años viviendo en Manchester, y que se saca un dinero extra con clases particulares en su apartamento.

Tras llamarla y quedar en un café para concretar, no puedo evitar que mi calenturienta mente se imagine una escultural walkiria descendiente de alguna tribu vikinga de las frías tierras del norte.

Se llama Fridja, y ahora que la tengo frente a mí en la cafetería, me doy cuenta de que me he quedado corto imaginándola. Es impresionante estar mirando esos ojos verdes, esa melena rubia, ese cuerpo con curvas en sitios donde otras mujeres no tienen ni sitio. ¡Ufff, cuesta concentrarse en la conversación! 

Después de concretar un par de clases semanales, la conversación acaba inevitablemente llevándome a sacar el tema de la cultura vikinga, y con agradable sorpresa, veo como sus ojos brillan más todavía y descubro que toda mi apasionada curiosidad por esa mitología nórdica también se queda corta al lado de su interés y pasión por ese mundo.

Charlamos sin fijarnos en las horas y me cuenta que ha investigado mucho sobre sus orígenes, y que casi puede asegurar que uno de sus antepasados fue jefe de una tribu de guerreros que decía ser descendiente directo de uno de los hijos de Odín. Me dice que hace años viajó al lugar donde había estado esa aldea y encontró algunas runas y algunos adornos escondidos bajo unas piedras donde se suponía que estaba ubicada la cabaña de su antepasado. 

Me quedo hipnotizado oyendo su entusiasmado relato, oyendo como asegura que desde que aquel pequeño tesoro está en su poder, su vida había girado de tal manera que todo le salía bien, que se sentía protegida y segura. Me confiesa que nunca le había contado a nadie lo que esas piezas suponían para ella, pero que desde mi llamada, algo en su interior se había despertado y que mi mirada había confirmado esa sensación. Estaba totalmente convencida de que yo me tenía que cruzar en su camino por algo, que yo tenía que ver aquellos antiguos abalorios.

Mi curiosidad no pudo rechazar su ofrecimiento de acompañarla a su apartamento. Acababa de pasar de gozar de la espectacular mujer a un estado de extraña ansiedad por una enigmática historia con la que no podía quedarme a medias. Aunque, ya en el ascensor, por mi cabeza pasó un momento de duda al pensar que también podría tratarse de una chiflada, pero ya no podía dar marcha atrás. Estaba muy intrigado, y por si fuera poco, el pequeño ascensor hizo que estuviéramos tan cerca como para descubrir el embriagador olor de su escultural cuerpo, y ahí supe que estaba rendido a lo que ella quisiera de mí. 

Ya sentados en el sofá, me ha dado tiempo a echar un vistazo a lo que se ve de la casa mientras ella fue en busca de su tesoro y no hay nada que me haga sospechar, parece todo muy norma. 

Por fin, con un gran nerviosismo, abro una especie de estuche de violín, y dentro de él aparece ante mis ojos una espada vikinga dentro de su vaina, con pinta de tener muchos años a pesar de estar limpia y cuidada. La acompañan unos cuantos colgantes, varias pulseras y anillos, y una bolsita de cuero que ella toma para sacar sobre la mesa unas pequeñas piedras talladas con formas rúnicas que no tengo ni idea que significan pero que ella observa entusiasmada para luego lanzarse a mi cuello y llenarme de besos.

  - ¡Lo sabía, lo sabía! ¡Tú tenías que ver esto! Las runas nunca se equivocan. Sigue buscando, hay algo más que te pertenece. 

Su euforia, sus besos, su cuerpo pegado al mío, me llevan a un estado de excitación como hacía mucho que no recordaba. Sin que ella se despegue de mí, me fijo en un gran anillo plateado que llama poderosamente mi atención. Veo que lleva grabado a los lados el mjolnir (el martillo de Thor) y en la parte de arriba el símbolo de la invencibilidad vikinga que tantas veces había visto cada vez que la curiosidad me llevaba a leer sobre esas antiguas leyendas. Cuando lo tomo en mi mano, veo también varias runas, que según Fridja, hablan de la procedencia directa del anillo, pues son las que utilizaba el mismísimo Rey de Dioses, Odín.

Noto como las gotas de sudor empapan mis sienes. Mis dedos tiemblan cuando la oigo decir que solo el auténtico heredero de la estirpe puede ponérselo, y compruebo con cara de pánico como encaja perfectamente en mi dedo.

Un escalofrío recorre mi cuerpo por entero y me entran ganas de salir corriendo de allí y no volver a ver a esa chiflada que me está volviendo loco. Pero no puedo moverme, ni sacarme el anillo.

Respiro aceleradamente cuando ella toma la espada y me la entrega con una mirada tan alucinante que me hace dudar de su condición humana.

 - La prueba definitiva mi Rey. Esta espada lleva miles de años sin poder ser desenvainada. Solo puede hacerlo el verdadero descendiente de Odín. Hazlo, convéncete, acepta tu destino, y todas las respuestas te serán dadas y yo podre entregarte mi virginidad tanto tiempo guardada esperando que aparecieras.


MICHEL GARCÍA 

LEGNA LOBO NEGRO


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