martes, 20 de septiembre de 2022

ESCULTURA DE CÁLIDA PIEL.

Ella era una deslumbrante criatura. Una estatua perfecta de cálida piel sedosa.

Yo no pude más que entregarme con pasión a recorrer su cuerpo con la misma atención que habría dedicado el más perfeccionista de los maestros escultores.

Con atrevido descaro, mis manos buscaban encontrar alguna imperfección en aquella fascinante figura mientras ella se retorcía traviesamente gozando sin pudor de los temblores que mis dedos provocaban.

Crecía el calor. La habitación se llenaba con el embriagador aroma del placer.

Y ambos nos dejábamos llevar por el lujurioso deseo conscientes de estar destinados a la condena eterna por tan ardientes e inconfesables pecados.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario