lunes, 30 de enero de 2017

FRIDJA, LA GUERRERA VIKINGA


Necesito clases de inglés!!!. He descubierto que mi oxidado nivel no llega ni a oxidado... Así que, haciendo caso a la recomendación de una buena amiga, me puse en contacto con una chica islandesa que desde hace unas semanas trabaja en el centro social como monitora de baile tras pasarse diez años viviendo en Manchester, y que se saca un dinero extra con clases particulares en su apartamento.
Tras llamarla y quedar en un café para concretar, no puedo evitar que mi calenturienta mente se imagine una escultural walkiria descendiente de alguna tribu vikinga de las frías tierras del norte...
Se llama Fridja, y ahora que la tengo frente a mí en la cafetería, me doy cuenta de que me he quedado corto imaginándola. Es impresionante estar mirando esos ojos verdes, esa melena rubia, ese cuerpo con curvas en sitios donde otras mujeres no tienen ni sitio.... Ufff, cómo cuesta concentrarse en la conversación....
Después de concretar un par de clases semanales, la conversación acaba inevitablemente llevándome a sacar el tema de la cultura vikinga, y con agradable sorpresa, veo como sus ojos brillan más todavía y descubro que toda mi apasionada curiosidad por esa mitología nórdica también se queda corta al lado de su interés y pasión por ese mundo.
Charlamos sin fijarnos en las horas y me cuenta que ha investigado mucho sobre sus orígenes, y que casi puede asegurar que uno de sus antepasados fue jefe de una tribu de guerreros que decía ser descendiente directo de uno de los hijos de Odín. Que hace años viajó al lugar donde había estado esa aldea y encontró algunas runas y algunos adornos escondidos bajo unas piedras donde se suponía que estaba ubicada la cabaña de su antepasado...
Me quedo hipnotizado oyendo su entusiasmado relato, oyendo como asegura que desde que aquel pequeño tesoro está en su poder, su vida había girado de tal manera que todo le salia bien, que se sentía protegida y segura. Me confiesa que nunca le había contado a nadie lo que esas piezas suponían para ella, pero que desde mi llamada, algo en su interior se había despertado y que mi mirada había confirmado esa sensación. Estaba totalmente convencida de que yo me tenía que cruzar en su camino por algo, que yo tenía que ver aquellos antiguos abalorios....
Mi curiosidad no pudo rechazar su ofrecimiento de acompañarla a su apartamento. Acababa de pasar de gozar de la espectacular mujer a un estado de extraña ansiedad por una enigmática historia con la que no podía quedarme a medias. Aunque, ya en el ascensor, por mi cabeza pasó un momento de duda al pensar que también podría tratarse de una chiflada.... pero ya no podía dar marcha atrás... Estaba muy intrigado, y por si fuera poco, el pequeño ascensor hizo que estuviéramos tan cerca como para descubrir el embriagador olor de su escultural cuerpo, y ahí supe que estaba rendido a lo que ella quisiera de mí....
Ya sentados en el sofá, me ha dado tiempo a echar un vistazo a lo que se ve de la casa mientras ella fue en busca de su tesoro y no hay nada que me haga sospechar, parece todo muy normal... Así que, con un gran nerviosismo, abro una especie de estuche de violín,  y dentro de él aparece ante mis ojos una espada vikinga dentro de su vaina, con pinta de tener muchos años a pesar de estar limpia y cuidada. La acompañan unos cuantos colgantes, varias pulseras y anillos, y una bolsita de cuero que ella toma para sacar sobre la mesa unas pequeñas piedras talladas con formas rúnicas que no tengo ni idea que significan pero que ella observa entusiasmada para luego lanzarse a mi cuello y llenarme de besos...
---Lo sabía, lo sabía!!! Tú tenías que ver esto!!! Las runas nunca se equivocan... Sigue buscando, hay algo más que te pertenece....
Su euforia, sus besos, su cuerpo pegado al mío, me llevan a un estado de excitación cómo hacía mucho que no recordaba. Sin que ella se despegue de mí, me fijo en un gran anillo plateado que llama poderosamente mi atención.... veo que lleva grabado a los lados el mjolnir (el martillo de Thor) y en la parte de arriba el símbolo de la invencibilidad vikinga que tantas veces había visto cada vez que la curiosidad me llevaba a leer sobre esas antiguas leyendas. Cuando lo tomo en mi mano, veo también varias runas, que según Fridja, hablan de la procedencia directa del anillo, pues son las que utilizaba el mismísimo Rey de Dioses, Odín....
Noto como las gotas de sudor empapan mis sienes. Mis dedos tiemblan cuando la oigo decir que solo el auténtico heredero de la estirpe puede ponérselo, y compruebo con cara de pánico como encaja perfectamente en mi dedo... Un escalofrío recorre mi cuerpo por entero y me entran ganas de salir corriendo de allí y no volver a ver a esa chiflada que me está volviendo loco.... Pero no puedo moverme, ni sacarme el anillo...
Respiro aceleradamente cuando ella toma la espada y me la entrega con una mirada tan alucinante que me hace dudar de su condición humana...
---La prueba definitiva mi Rey. Esta espada lleva miles de años sin poder ser desenvainada. Solo puede hacerlo el verdadero descendiente de Odín... Hazlo, convéncete, acepta tu destino, y todas las respuestas te serán dadas y yo podré entregarte mi virginidad tanto tiempo guardada esperando que aparecieras...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

miércoles, 25 de enero de 2017

ESCUCHA MIS PLEGARIAS (III)

El sol entrando por la puerta de cristal de la terraza hace que me despierte. Un poco confusa, recorro con la vista la estancia, convenciéndome a mi misma de donde estoy. Desnuda entre sábanas que huelen a sexo, disfruto de la agradable sensación de recordar el lugar y todo lo ocurrido ayer....
El olor de una humeante taza de café llega a mí. La descubro sobre el escritorio, pero no hay ni rastro de él. Junto a la taza, un pequeño jarrón con dos rosas blancas, un plato con pastas y una nota manuscrita. Me levanto y mientras saboreo el café, me apoyo en la mesa para leerla...
"Siento tener que dejarte, pero tengo un par de asuntos está mañana que no puedo desatender. Estabas tan hermosa desnuda en mi cama, dormías tan plácidamente que me pareció un pecado despertarte.
Hacia el mediodía estaré de vuelta  y me gustaría que pasáramos la tarde del domingo juntos, pero si no puedes, a mi regreso te localizaré y hablamos...
Sor Lucía se ocupará de todo lo que necesites...
Tengo muchas ganas de volver a tenerte entre mis brazos..."
Ufff, cuántas preguntas se agolpan en mi cabeza!!!
Al terminar el café y contemplar las rosas, me percato de estar apoyada en la mesa justo en el mismo lugar donde él me había poseído unas horas antes, y ummm!! un escalofrío de placer recorre mis piernas hasta los depilados labios de mi sexo!!
Allí sola y desnuda en el mágico lugar donde mi demonio me había hecho suya, mi mente vuela a cada instante compartido y todo mi cuerpo se eriza con ganas de más placer.... mejor me doy una ducha y me voy a casa... Ya a la tarde, veré que hacer...
De camino al baño, veo mi ropa, la que había terminado por los suelos de la habitación, cuidadosamente doblada sobre una silla, y cuando la tomo en mis manos, un olor a jazmín llega a mí, cómo si alguien la hubiese lavado, secado y colocado allí... Es más, caigo en la cuenta de que el café estaba muy caliente cómo para llevar mucho rato sobre la mesa... Parece que han estado muy pendientes de mi....
Un vez bajo el agua caliente, mi mente se relaja un poco y es mi cuerpo quien comienza a sentir cálidas sensaciones al repartir el aromático gel con mis manos, haciéndome volver recordar como sus manos me recorrían.
Tras el intenso momento ducha, me pongo a vestirme pensando en buscar a Sor Lucía para despedirme y que me ayude a encontrar la salida, pero entre mi ropa, falta mi tanga negro de encaje. Por más que rebusco, no aparece por ningún lado, así que nada, me pongo el resto y salgo a la terraza para descubrir  detrás del gran roble un sendero que me conduce por unas escaleras de piedra hasta otro pequeño edificio, y por el olor y el ruido que me va llegando, parece ser la cocina. Allí está Sor Lucía y otra novicia, con sus tocados de monja, pero sin el largo hábito blanco. Llevan unas batas blancas de cocina, cortinas, ajustadas, y más escotadas de lo que sería apropiado para unas monjas... Las veo a través del gran ventanal cocinar sonriendo, dedicándose brillantes miradas, aprovechando cualquier momento para acariciarse cariñosamente y darse tiernos besos en los labios....
Aquella escena vuelve a sumirme en estado de inquietud ante tanta situación extraña sin respuesta. Intento volver sobre mis pasos y buscar otra salida, pero las jóvenes novicias salen a fumar y mis tacones no son lo más adecuado para pasar desapercibida...
---Vaya, la bella durmiente ha despertado. Espero haya dormido bien, y espero haber acertado con el café...
---Pues sí, estaba en su punto, buena mano... y las pastas muy buenas también, gracias. Ahora me gustaría pasar por mi casa. Si fuera tan amable de indicarme cómo salir...
---Por supuesto, la acompañó y espero volver a verla por aquí. Sé que a mi Señor le hará mucha ilusión, y reconozco que es un placer ver su hermoso rostro tan deliciosamente dormida...
---Por cierto, ya que parece que ha lavado mi ropa, no habrá visto un tanga negro??
---Pues no, sólo lavé lo que encontré por allí, y no ví ningún tanga....
---Bueno, no tiene importancia, aparecerá... Hay otras muchas preguntas que quisiera hacerle , pero algo me dice que no voy a tener respuestas....
---Ya llegamos, esta puerta da a la calle, y la verdad, sería mejor que mi Señor le contesté personalmente. Sé que tiene ganas de hacerlo, así que paciencia, todo llegará...
---Pues sí, pero... a ver cómo lo digo... Él, es...????
---Jajaja, puede usted tranquilizarse. Mi Señor no es un siervo de Dios, o al menos, de ese Dios al que usted se refiere...
De nuevo ante otra puerta con aquella criatura tan enigmática y especial. De nuevo, la señal de la cruz en mi frente, y de nuevo, esos dulces labios sobre los mios haciéndome temblar ante tanta sensual ternura....
---No cabe duda, mi Señor tiene un gusto exquisito...
---Ufff!!!, Sor Lucía, consigue usted hacerme estremecer. Todo es tan tan nuevo e inquietante, que me siento perdida e insegura...
---Tranquila, cuando él te cuente verás como es todo más sencillo y natural de lo que ahora parece. Y por cierto, ya podemos tutearnos, puedes llamarme simplemente Lucía...
---Gracias, me llamo Lola. Tengo muchas ganas de colocar todo esto en mi cabeza y así dejar de darle tantas vueltas, así que volveré y nos veremos...
Otro delicado beso, acompañado de un cálido abrazo, hace que esté a punto de cerrar la puerta y quedarme allí pegada a esa angelical criatura, pero haciendo un esfuerzo, me separo de ella y comienzo a caminar por la acera hacia el aparcamiento donde había dejado mi coche la tarde anterior.
Sentada al volante, el calor entre mis piernas me hace suspirar y arranco el coche prometiéndome no volver a salir de allí sin las respuestas necesarias para entender que pasaba tras los muros de ese mágico lugar donde todo mi ser siente y se estremece cómo nunca había sentido.

Continuará...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

jueves, 5 de enero de 2017

ESCUCHA MIS PLEGARIAS (II)

---Tú??? Aquí???... No me habías dicho nada de esto...
---Schssss.... Ya habrá tiempo para complacer todas tus preguntas... Ahora deja que por fin pueda admirarte como te mereces...
Sin dejar de mirarme, se va acercando mientras apura el cigarrillo, haciéndome notar como recorre mi cuerpo, casi acariciándome con la mirada....
Cada vez más cerca, cada vez sus ojos más clavados en los mios, logrando encenderme sin tocarme... Hasta colocarse tan pegado a mí, que puedo oler esa mezcla de perfume, tabaco y calor que termina por aflojarme las rodillas y hacerme temblar.
Cuándo su mano rodea mi cintura apretándome contra él, toda mi piel está ya erizada, y cuando sujeta suavemente mi barbilla, relamiéndose mirando mi boca, me rindo a él suplicando ser besada por esos labios con los que sueño cada noche, esos que al fin rozan los mios en un beso cálido que me estremece por dentro.
Nunca un beso desató tantas sensaciones y tanta pasión en mí.
Besándome más ansiosamente por momentos, va llevándome dentro, hasta apoyarme contra la mesa para deshacerse sin miramientos de toda nuestra ropa y quedarse frente a mí con una deliciosa y tremenda erección y los ojos inyectados de deseo... Siento como mi empapado sexo palpita y mi corazón se desboca justo antes de que se avalance sobre mí penetrándome con embestidas salvajes que mi cuerpo recibe complacido arqueándose, buscando más placer, gozando de ser suya, entregada a sentirme mujer deseada y poseída...
Su mirada!!! Diosssss!!! Es pura lujuria animal.... y sus manos, esas fuertes manos llenas de anillos, no paran de recorrerme, y cuando agarran mi cuello ya no puedo más que dejar que una oleada salvaje me invada  llevándome a un orgasmo infrenable...
Temblando, jadeando, con el corazón a punto de salírseme del pecho, grito colgándome de sus hombros y él aprovecha para alzarme y me hace sentir cómo si flotara, cómo si con unas grandes alas me hiciera volar, para tumbarnos en la cama y colocarme sobre él....
Y allí, cabalgando sobre mi demonio, descubriendo el perverso placer de tenerle tan dentro, tan excitado, viendo como su cuerpo se estremece de placer con cada una de las acometidas de mis caderas, me entrego sin reparos, dejando que la lujuria me posea para notar como su erección crece dentro de mi consiguiendo que no pueda parar de correrme una y otra vez en una catarata de orgasmos imposible de detener.....
---Mi Diosa!!! no te imaginas cuántas veces he deseado tenerte así, desatada, vibrando...eres increíble!!!
---Ooooohhhh!!! Tú si que eres increíble!!! Y no tienes ni idea de cuántas noches has sido mío en sueños..... Dioosssss!!!! Me quedé corta imaginando lo alucinante que es tenerte dentro....!!!!
Los gemidos, los gritos, los jadeos, impiden las palabras. Temblando cómo una hoja, en medio de otro delicioso orgasmo, su explosión me invade, llenándome con su cálido elixir, volviéndome loca de placer al cumplir mi anhelado sueño de tocar el cielo entre sus brazos....
Semejante maratón de orgasmos hace que caiga exhausta y sudorosa a su lado. Intento recuperar el aliento sin poder frenar los temblores que recorren mi cuerpo. Veo como él se vuelve para acurrucarme contra su pecho sin dejar de besarme tan delicadamente que sólo puedo acariciar su recortada barba canosa y fundirme contra su cuerpo. Los latidos acelerados de su pecho se mezclan con los mios consiguiendo que me sienta cómo una mimosa gatita que ronronea encantada y feliz.
Esos tiernos besos, esas suaves caricias en mi espalda, me llevan a un estado de sopor, y ahí, medio adormilada, embriagándome con su varonil aroma, tengo que esforzarme para no caer en la duda de si estar en realidad en medio de uno de esos torridos sueños de las ultimas semanas....

Continuará....

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados