miércoles, 20 de noviembre de 2019

¿Y AHORA QUÉ? (TERCERA PARTE)

Otra vez sumido en la inquietante duda sobre su desaparición. Otra vez dando vueltas en mi cabeza a infinitas posibilidades, y otra vez recordando cada noche el adictivo sabor de su piel.
La sensación de tener asumida su pérdida se había desvanecido por completo, y ahora se añadía ese nuevo e inesperado capítulo que me hacía pasar la mayor parte del tiempo libre recorriendo las calles buscando su cara entre la gente.
Pero el resultado volvía a ser desalentador y la ansiedad se apoderaba de nuevo de mí. Pasaba los días en modo automático hasta que el cansancio me llevaba de vuelta al solitario apartamento pensando que en unas semanas tendría que reincorporarme a mi antigua oficina y eso suponía perder la única pista que tenía sobre ella.
Pero, a pesar de mi apático estado, aquella tarde, en cuanto cerré tras de mí la puerta, sentí claramente una extraña sensación. Una fracción de segundo que no me permitió más que pararme antes de recibir la embestida de alguien que retuerce mi brazo inmovilizándome contra la pared mientras tapa mi boca con su mano.
- No pretendo hacerte daño, pero lo haré si es necesario. Si prometes relajarte y escucharme, te suelto y nos sentamos tranquilamente en el salón y te daré las explicaciones que necesites.
Asentí sin dudar. Tampoco tenía muchas opciones, y estaba claro que físicamente no iba a solucionar nada. Ella aflojó poco a poco la llave y me fue guiando hacia el sofá, y así pude verla y confirmar que era la escultural y atlética mulata con la que Bega se había subido al coche aquella mañana de domingo en la que los fantasmas del pasado se habían vuelto a cruzar en mi camino.
Sentados frente a frente en mi pequeño salón, pude apreciar claramente la impresionante figura de una mujer que trabajaba su cuerpo duramente en el gimnasio, y sus grandes ojos de color miel de mirada penetrante de mujer segura de sí misma acostumbrada a no andarse con rodeos.
- En primer lugar, quiero disculparme por aparecer así, pero no podía arriesgarme a montar un número en la calle. Espero haber medido mi fuerza y no haberte hecho mucho daño.
- Está bien. Mañana me dolerá el brazo, pero mi cabeza está a punto de estallar, así que espero ansioso tu explicación.
- Estoy aquí para pedirte que dejes de buscar a Bega. Ella no sabe que la has visto y seguido, y tampoco sabrá por el momento que estoy hablando contigo. Te aseguro que mejor así, correríamos riesgos innecesarios, nosotras y tú, y se comprometería la seguridad de mucha gente.
- No entiendo nada. Simplemente apareció después de tantos meses y quise acercarme buscando respuestas a su incomprensible forma de desparecer sin ninguna explicación. Y ahora te presentas aquí y me hablas de riesgos, de seguridad, y ni siquiera sé quién eres...
- Me llamo Erika. Bega y yo somos compañeras de trabajo y casi hermanas desde que éramos unas niñas. No puedo contarte mucho más, pero para tu tranquilidad, ella no pudo hacer las cosas de otra manera, y te aseguro que fue la decisión que más le costó tomar en todos estos años.
- Ya, y me temo que no vas a aclarar ninguna de mis dudas, y que no tengo otra que creerte y seguir haciéndome preguntas sin respuesta.
- Lo siento, pero es así. Pero te diré una cosa, me caes bien, y te aseguro que nunca vi a Bega tan feliz y radiante como cuando estaba contigo.
- Pues ahora mismo no sé si me sirve de mucho.
- Tranquilo, ella te contará el resto de la historia en cuanto sea posible. Sé que quiere hacerlo, pero te juro que aunque me caigas bien, si haces algo que pueda poner en peligro nuestra tapadera, no dudaré un segundo en hacértelo pagar.
- Te creo, te creo... Aunque no sabría cómo destapar algo que no sé de qué se trata...
- Simplemente, sigue con tu vida sin buscar a nadie ni hacer preguntas. Cuando sea el momento adecuado tendrás las respuestas.

Continuará...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

martes, 12 de noviembre de 2019

ENLACES...





Disponibles mis relatos en formato papel y en e-book.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados