martes, 8 de noviembre de 2016

BONO-REGALO

Tras unas semanas con el bono-regalo en la cartera, al fin se decidió y se permitió el lujo de recibir ese masaje relajante que le había tocado en la tienda donde compraba sus cremas hidratantes. Para una vez que le tocaba algo, no era plan no aprovecharlo, además con el ritmo de trabajo de los últimos días, le vendría de perlas un poco de atención a su maltratado cuerpo.
En el salón la estaban esperando con todo preparado. Un amable recibimiento ayudó a rebajar un poco la tensión... Fuera de los masajes que antes le daba su chico, y que acababan siempre en fogosos asaltos sexuales, nunca le habían dado uno, y se sentía algo incomoda...
La música relajante, el aroma tan suave, la delicadeza de la chica que la recibe en aquella sala.... Parece que algo la va animando.
No podía ser más dulce aquella chica. Le ofrece una infusión mientras la invita a desnudarse y tumbarse en la camilla. Luego abandona la sala para que le resulte más fácil el momento de quitarse la ropa.
Por fín, estaba tumbada y desnuda bajo la pequeña toalla que le cubría las nalgas y con unas firmes y suaves manos que trabajaban sus hombros y su espalda. Y por fín consiguió relajarse y permitirse sentir la deliciosa sensación que recorría su espalda y subía a su nuca erizando su piel. Sin duda alguna, esa mujer tenía unas manos increíbles.
Tras masajear su zona lumbar, empezó a dedicarse a sus piernas, de abajo a arriba,  logrando que se sintiera en una deliciosa nube. Sus machacados muslos estaban volviendo a sentirse relajados, gozando de aquellos expertos dedos que los amasaban por todos lados... No supo cuando, pero la toalla despareció y ahora estaba sobre sus nalgas, apretándolas,  estrujándolas, separándolas....
Diossss!!! Nunca le habían hecho algo así...!!! Era tan maravilloso, y llevaba tantos meses sin más sexo que el que ella misma se proporcionaba leyendo los jugosos relatos de aquella página que una amiga le había recomendado,  que la reacción de su cuerpo no se hizo esperar. La segunda vez que los dedos pasaron presionando entre sus nalgas, se cuerpo se tensó al descubrir el temblor cálido que nacía entre sus recién depilado labios... La excitación crecía con cada nueva caricia de aquellas expertas manos... Los pezones se endurecían apretados contra la camilla, y su clítoris ardía....
Haciendo esfuerzos por no suspirar,  tuvo un momento de consciencia que le recordó donde estaba, y el rubor se apoderó de ella. A punto de entrar en pánico por la vergüenza,  oyó cómo la invitaba a darse la vuelta para seguir por la parte de delante...
--- Tranquila,  les pasa a muchas...es algo normal. Y no siempre tengo la suerte de tener un cuerpo tan bonito y una piel tan suave. Relájate y déjate llevar por lo que tu piel está reclamando. Te aseguro que para mí es todo un placer ver que mis caricias son tan bien recibidas y agradecidas...
Ella misma se sorprendió al dejarse voltear.  Cerró los ojos y suspiró intensamente cuando ella comenzó a apretar sus erizadas tetas. Se arqueó con los pellizcos sobre los duros pezones y abrió los ojos respirando aceleradamente para ver la lujuriosa cara de ella relamiéndose golosamente...
Cuando vio como acercaba su boca para apoderarse de su pezón y sintió la yema de sus dedos sobre el hinchadísimo clítoris, solo pudo gemir y abrir más las piernas para gozar del embriagador placer que la recorría por dentro.
Retorciéndose como loca, por un segundo sonrió al pensar en lo espectacular que estaba resultando el bono-regalo...
                                  °°°°°°°°°°°°°
Por muchos esfuerzos que hizo durante las siguientes semanas, cada vez que se duchaba, cada vez que se metía en la cama, el recuerdo de aquellas manos sobre su cuerpo la llevaba a sentir un delicioso calor entre las piernas. Ni en su época de adolescente se había masturbado tanto.
Estuvo a punto un par de veces de llamar para reservar cita. Incluso se obligó a quedar con un par de chicos con los que tener sexo sin compromiso,  para tratar de sacar de su cabeza aquel mágico momento en el que su cuerpo gozó del mejor orgasmo de su vida.
No era atracción por las mujeres. Era por la dulzura de aquellas manos expertas, por la suavidad de una deliciosa criatura capaz de hacerla sentirse hembra deseada.
Era evidente que necesitaba una distracción.  Así que cuando sus compañeras de oficina organizaron una noche de copas, le pareció una buena idea. Pero un par de horas después,  entrando en el tercer local, empezó a sentirse fuera de lugar y decidió tomarse la ultima cerveza y despedirse educadamente.
La cantidad de tipos entrándolas a saco le estaban ya molestando, no como a ellas, que parecían encantadas de tenerlos por allí babeando. Se escabulló del grupo con la cerveza en la mano buscando un rincón tranquilo donde poder aislarse. Recorrió con la mirada los grupos, hasta que descubrió la sinuosa figura de su masajista...
Ya no pudo apartar la mirada de ella. Sólo veía el ajustado vestido rojo entre el resto de la gente y cuando la vio llevar la copa a su boca, deseó convertirse  en aquel líquido que mojaba sus labios... Volvía a tener todo su cuerpo erizado...
Apuró la cerveza de un trago dispuesta a salir de allí,  pero ella se giró y la miró.  Y no sólo eso, le lanzó un beso y un guiño mientras le hacía señas con la cabeza para que se acercara.
Los nervios la paralizaron y solo acertaba a sonreír viendo como era ella la que venía con los brazos abiertos para abrazarla con fuerza y plantarle un largo beso tan cerca de su boca que la hizo temblar...
--- Ummm!!!  Mi clienta favorita!!! Pensaba que no iba a volver a verte...
Agarró su mano y tiró de ella hacia el pasillo de los baños. Mordiéndose el labio, la llevó dentro de uno de los servicios y allí devoró su boca sin contemplaciones al mismo tiempo que con su mano buscaba bajo la falda las ya empapadas bragas...
---Diossss, no te imaginas cuantas veces me he tocado pensando en volver a tenerte en mi camilla de masajes...
---Seguro que no tantas como yo soñando con tus manos...
---Me estoy poniendo muy cachonda. Necesito tenerte,  pero no aquí. Vamos a mi casa... Quiero hacerte mía toda la noche... Si tú quieres, claro...
---Ooohhh,  Diossss!!! Sí por favor!!! Todo lo que tú quieras... No dejes de tocarme nunca....
                                   °°°°°°°°°°°°
El olor a café recién hecho y los ruidos en la cocina la sacaron de los brazos de morfeo. Al moverse entre las sábanas que aún olían a sexo, descubrió partes de su cuerpo doloridas, al mismo tiempo que una agradable sensación de alegría...
Pasó por el baño y tras enroscarse en una toalla, salió en busca de aquél rico olor a café,  para encontrarse en mitad del saloncito a Ana (la masajista) con una gran bandeja con café,  zumo de naranja, tostadas, una deliciosa sonrisa y la embriagadora belleza de su completa desnudez... Ana posó la bandeja en la mesita y sin dejar de sonreir se lanzó sobre ella abrazándola y llenando su cara de delicados besos...
---Buenos días, mi bella durmiente. Me muero de hambre, y supongo que tú también...
La llevó al sofá y tras acercarle un vaso de zumo, comenzó a untar las tostadas mientras le preguntaba  cómo quería el café. Silvia se sintió halagada por aquel derroche de atenciones,  asintiendo con monosílabos, sin poder apartar la mirada del maravilloso cuerpo fibroso que unas horas antes había logrado hacerla tocar el cielo...
---Diossss,  estoy famélica cielo. Fue todo tan brutal esta noche que me has dejado molida.
Silvia sonrió ruborizándose.
---Si para ti fue brutal, no sé como definir como fue para mí... Aún tengo miedo a despertar y que haya sido un sueño...
---Ummm!!  Te juro qué no fue un sueño. Y te puedo asegurar que estoy encantada de tenerte aquí, desayunando juntas, viendo tu preciosa cara sonrojada... No estarás incómoda porque esté desnuda...???
---No, no... Está muy bien.  Me puse la toalla por costumbre...pero es todo un placer mirarte...
---Ummm,  qué dulce eres... Tú sí qué tienes un cuerpazo... anda, déjame verte...
Se quitó la toalla y se fundieron en un abrazo,  compartiendo besos con sabor a café, a mantequilla...jugando, riendo, regalándose mimos...gozando de todas las sensaciones que sus cuerpos reclamaban...
Las caricias comenzaron a ser más íntimas, los besos más fogosos. Las miradas delataban el fuego que comenzaba a recorrerlas de nuevo... Hasta que Ana tuvo un segundo de lucidez y se apartó dejando una distancia entre ellas y a Silvia con cara de sorpresa....
---Espera, espera... Antes de volverme loca y comerte entera, quiero contarte algo. No me siento bien sin ser clara y sincera contigo...
---Ufff,  vaya... Me acabas de asustar un poquito... Pero si te vas a sentir mejor, yo también lo prefiero...
Silvia sirvió más café y se colocó frente a ella, mirándola a los ojos, y cuando se disponía a hablar,  Ana le tapó la boca con un dedo para luego besarla muy suave...
---Antes de que digas nada, quiero que sepas que es la primera vez que hago el amor con una mujer, y que ha sido tan intenso y delicioso que pase lo que pase,  digas lo que digas, nunca olvidaré esto. Me vuelves loca con todo tu cuerpo y tu experiencia y tus manos... Cada orgasmo era más sabroso que el anterior.... Pero dime lo que tengas que decir. Puedo entender todo lo que sea desde la honesta sinceridad...
---Buffff!!! Me lo pones muy fácil cielo!!! Y créeme, tus manos y tu cuerpo no tienen nada que envidiar a nadie. Y tu pasión y tu manera de gozar es tan real, tan natural, que no tienes ni idea de lo que eso supone para mi.... Pero a lo que iba...Hace muchos años que descubrí y acepté mi sexualidad. Tuve un par de novios y no funcionaba.  Luego tuve un par de relaciones largas con chicas, pero acabaron terminando por otras razones. Mi trabajo me permite conocer muchas mujeres, y algunas se excitan mucho, y eso me gusta y hace que tenga que esforzarme para no caer en la tentación, pero te juro que nunca me había sentido cómo contigo.  Tu piel me encendió de tal manera y me llevó a hacer algo que nunca había hecho, dejarme llevar por el deseo y disfrutarte...
Silvia la abrazo más fuerte, susurrándole al oído que no necesitaba más explicaciones,  pero Ana continuó...
---De verdad que fuiste todo un regalo del universo, y aunque me sentí mal por haber roto mis reglas, y traté de no pensar en ti... no te pude sacar de mi cabeza, y cuando te vi ayer,  me recorrió por dentro el instinto animal de poseerte, de hacerte mía...
---Diossss!!!  Y vaya si lo hiciste!!. Nunca me sentí tan deseada cómo contigo. Y sí,  estos días yo también quería dejar de pensar en las ganas de volver a sentirte... Y ahora, no quiero dejar de gozarte,  no quiero salir de tu vida...
--- Uuffff,  mi niña!!! Vas a tener que esforzarte para apartarme de ti....

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

2 comentarios: