lunes, 28 de noviembre de 2016

CARA A CARA


Hacía meses que conversaban a través del Facebook, y hoy, viernes tarde, por fin había llegado el momento de conocerse en persona.
Ella llevaba tiempo queriendo tener ese encuentro,  aunque había tratado de no dar esa impresión,  pero realmente estaba nerviosa e inquieta.
Cara a cara, compartiendo cafés,  con conversaciones banales, repitiendo cosas ya habladas...todo muy correcto...
Pero no podía apartar la mirada de aquellos ojos que parecían capaces de radiografiarla por completo.  La estaba mirando como si fuera magia, haciéndola sentirse especial. Sentía sus ojos pasando por su cara casi como una caricia...y esa sonrisa!!!
Se encontraba tan agusto que la inquietud dió paso a una cálida sensación.  Podría haberse detenido el tiempo,  pero ella no se habría dado cuenta...
Dejó que él continuará hablando y comenzó a recorrer su cara, su boca, su camisa ligeramente desabrochada,  sus manos... Dios!!! Por su mente cruzó por un segundo la imagen de aquellas manos acariciando su nuca y su espalda...
Ufffff!!!  Esa imagen hizo que un escalofrío recorriera su columna y su piel se erizara de tal manera que pudo sentir sus pezones rozar contra el encaje del sujetador...
Con un pequeño esfuerzo,  volvió a la realidad y subió la vista para pillarle mirando su escote... Menos mal que la blusa era amplía y no se notaría la incipiente erección de sus pezones!!!
Él balbuceó intentando disimular, pero un ligero rubor lo delató más todavía.
Aquello a ella le pareció tan tierno que volvió a desear sentir sus manos sobre ella y de nuevo su piel tembló...
Por un instante,  fue como si él hubiese podido leer su mente, y su mirada se volvió más intensa y penetrante. El tímido rubor se transformó en un gesto osado, seguro, y ella se dió permiso para relajarse y disfrutar de la cálida sensación que empezaba a recorrer sus muslos bajo la corta falda...
Él acercó su cuerpo sin apartar la mirada, y una mano se deslizó bajo la mesa para acariciarla suavemente por encima de la rodilla... Y entonces, ella supo que la noche sería mucho más larga de lo que se había imaginado...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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