miércoles, 17 de mayo de 2017

ESCUCHA MIS PLEGARIAS (XVI)

De camino a la fiesta, sentadas en la parte de atrás de un enorme coche negro con chofer, no dejó ni un segundo de agarrar mi mano y mirarme con ojos de deseo sin cesar de darme las gracias por acompañarla y por hacer realidad su fantasía de verme vestida como ella había sugerido...
--- Aún no sabes si he cumplido al pie de la letra todas las indicaciones que me pediste...
--- Por el momento, lo que veo y percibo me encanta. Me reservo descubrir el resto más tarde...
Estaba claro que sabía cómo hacerme sentir especial. Sus caricias, sus besos, tan tiernos, tan delicados, lograron llevarme a un estado de excitación tan agradable que incluso me disgusto un poco cuando el coche se detiene en la entrada de un gran caserón y el personal de seguridad abre la puerta para ayudarnos a bajar.
Me sentí como una estrella de Holywood atravesando aquella entrada de su mano mientras los porteros nos abrían paso entre la gente que hacía cola para conseguir una entrada. Es lo que tiene ir con la hija del jefe...
El grandioso salón de altos techos y lujosas columnas de mármol, lleno de gente vestida de rojo y blanco, bailando animadamente al ritmo que marcaba un Dj en la cabina del fondo, me dio una primera idea del poder de convocatoria que tenía Don Ángelo en sus fiestas. Sin duda alguna, algo totalmente novedoso para mí, y que, de no ser por la invitación de Monica, probablemente yo no llegaría a conocer... El movimiento de las luces de colores, mezclado con el rojo y el blanco de los asistentes, con el azul celeste de los ajustados uniformes de las camareras, con el verde de los camareros, le daba un toque psicodélico a la fiesta que me hizo recordar imágenes de videoclips de los ochenta.
En cuanto Monica pudo librarse de los incesantes abrazos de quienes se acercaban a saludar y presumir de conocerla, su mano busca la mía para guiarme por un lateral hacia una terraza, dejando atrás aquella algarabía de música y colores. El aire fresco, la tranquilidad de la cálida noche, la gente más relajada en grupitos que conversaban degustando espectaculares combinados preparados por unos esculturales cuerpos uniformados como los de adentro pero más atentos y sonrientes, da idea de lo exclusivo del sitio. Siguieron los abrazos y los saludos, pero ahora, Monica no suelta mi mano y me presenta con una sonrisa orgullosa, haciéndome sentir importante, y ella sonríe encantada lanzándome un guiño cómplice al descubrir alguna mirada descaradamente envidiosa.
En aquel exclusivo jardín, no podía faltar el rincón privado desde el que Don Ángelo dominaba el lugar con su impoluto traje blanco sobre el que destacaban aún más sus pulseras, sus anillos y sus tatuajes. Parecía el gran señor del castillo, sonriente al ver a sus súbditos disfrutando de la fiesta que él les regalaba...
Cuando su niña llega a su lado, su sonrisa y su expresión cambian por completo, y puedo ver a un padre orgulloso y feliz que abraza con mucha ternura a su hija, cómo si no hubiera nadie más alrededor. Luego vuelve su mirada hacia mí, y tomando mi mano, la lleva a sus labios para besarla caballerosamente antes de abrazarme con fuerza y susurrar en mi oído...
--- Ahora entiendo la insistencia de Monica por tener la noche libre. Si yo tuviera tan maravillosa compañía, también querría tenerte solo para mí... Me gusta verla feliz, y créeme, hace mucho que no veía su cara tan resplandeciente como ahora a tu lado, y con eso, haces que yo me siente feliz también...Gracias!!!
Siento su sincero beso en mi cara y un escalofrío de vértigo recorre mi espalda. Un extraño pánico se apodera de mí por la calma y la paz que me hacen sentir unos personajes a quienes hace unas semanas ni conocía. No puedo permitir que los miedos vuelvan a hacer acto de presencia impidiéndome saborear abiertamente un mágico momento al lado de una mujer tan increíble que por ahora, lo único que hacía era desvivirse por complacerme y estar a mi lado. Así que sonrío agradecida y respiro profundamente buscando esos ojos que me miran siempre como si fuera la primera vez que me ven.
Como si hubiera adivinado mis pensamientos, sus dedos se entrelazan con los míos y tras despedirse educadamente de los presentes, me guía hacia la parte privada del enorme caserón. Voy tras ella por unas impresionantes escaleras de mármol que en otra ocasión hubieran despertado mi admiración, pero ahora no puedo dejar de mirar el espectacular movimiento de su culo al subir medio trotando aquellos escalones... Y la sigo, musitando mis plegarias, pidiendo que aquellos peldaños que llevan al cielo no se terminen nunca!!!

Continuará....

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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martes, 16 de mayo de 2017

ESCUCHA MIS PLEGARIAS (XV)

He quedado tan impactada al descubrir la forma en que Lucía estaba viviendo aquella aventura conmigo, que aún hoy, dos días después del episodio de la capilla, vuelvo a casa del trabajo con la mente medio atolondrada, sin poder asimilar esa manera suya de actuar. Han seguido llegando mensajes suyos y no he tenido ni valor ni ganas de leerlos, y me reconozco en un estado de alerta, casi temiendo que aparezca tras una esquina a montarme una escena de celos.
No quiero eso en mi vida. Es algo que tengo muy claro, y aún con la certeza de que tarde o temprano tendré que encarar esa situación, trato de dejar pasar el tiempo esperando que ella misma reaccione y se tranquilice.
He estado tan preocupada, que ni me he vuelto a acordar del desparecido Luis, y hasta he llegado a pensar que Monica y su padre tenían algo que ver en un extraño juego donde yo era un simple peón que cada cual usaba a su antojo... He vuelto a mis plegarias, a mis conversaciones, rogando y pidiendo calma para entender las cosas y claridad para ver quién realmente podría encajar en mi vida, y no tener este desasosiego que me lleva a veces a arrepentirme de haber pedido sentirme mujer en brazos de un ángel seductor que ahora mismo tiene más pinta de demonio perturbador que de otra cosa...
Tras una rápida ducha y una ligera comida, me escondo entre las sábanas buscando un poco de paz y tranquilidad para retomar esas conversaciones, esas plegarias que me den un poco de luz, y relajarme para acompañar como prometí a Monica a la fiesta del club de su padre. Colgado en mi armario, el espectacular vestido rojo que ella me había enviado ayer junto a una tierna nota donde insistía en las ganas que tenía de verme y pasar la noche junto a mí... Repetía que le hacía mucha ilusión que llevara ese vestido ya que la única norma de la fiesta era que las mujeres vistieran de rojo y los hombres de blanco, pero que no me lo tomara como algo obligatorio, que ante todo ella lo que quería era verme y estar conmigo y que yo me encontrara cómoda...
Y aunque no estaba muy animada para fiestas, la dulzura y naturalidad de esa nota, eran un soplo de aire fresco para el extraño momento por el que pasaba mi desconcertada cabeza, así que dejaré pasar las horas relajadamente para estar preparada y radiante a tiempo y no hacer esperar a mi encantadora anfitriona.
Sorprendéntemente, logré despejarme y disfrutar ilusionada preparándome para la cita, cumpliendo las sugerencias que Monica insinuaba en la segunda parte de la nota. Delicadamente, me indicaba que complementos serían los adecuados para acompañar el ajustado vestido de noche que me había enviado. Aquella suave tela roja sobre mi desnudo cuerpo me hizo sentir tan mujer, tan sensual, que fue todo un placer obedecer su petición de solo llevar zapatos y bolso a juego, un intenso carmín rojo en mis labios, unas gotas de perfume de jazmín, y mi negra melena suelta...
Decididamente, aquella mujer tenía buen gusto. No pude evitar volver a gozar de la maravillosa imagen que se reflejaba en el espejo del ascensor antes de salir al portal y verla en la calle esperándome junto al coche, para hacerme sentir una mujer muy afortunada al tener tan deliciosa criatura enfundada en unos pantalones de cuero rojo y una cazadora con capucha, también de cuero rojo, tan arrebatadoramente espectacular que supe al instante que aquella noche sería mucho más especial de lo que había podido llegar a imaginar... Su sonrisa, el brillo de su mirada, terminaron de cautivarme por completo, y todo mi cuerpo se estremeció al sentirme entre sus brazos rozando sus labios y descubrir que ella también olía a jazmín...

Continuará....

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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jueves, 11 de mayo de 2017

TE IMAGINO

Mi mente calenturienta te imagina. No puedo ni quiero evitarlo...
Cierro los ojos y te veo abriéndome la puerta, invitándome a pasar. La cierro tras de mí viendo como te apoyas en el taquillón de la entrada, mirándome con esa media sonrisa que me hipnotiza... Tu pelo suelto hacia un lado, dejando al descubierto la piel de tu cuello. Tu camisa negra, ajustada, marcando claramente los endurecidos pezones para que vea que no llevas nada debajo...
Sin decir nada, bajo por tu cuerpo recorriendo con la mirada la cortita falda negra que se ajusta sobre tus muslos, resaltando unas piernas de piel suave rematadas por unos zapatos de vertiginosos tacones. Repito el camino hacia arriba notando como tu respiración se acelera y tu cuerpo se arquea, para terminar clavando mis ojos en los tuyos, acercándome a ti, acariciando tu cuello con mis dedos, buscando tu cintura, pegándome por completo a tu tembloroso cuerpo.
Tu aliento tan cerca de mi boca. Tus labios a punto de rozar los míos... Y ya no puedo más que besarte apasionadamente, estrujándote, buscando tu lengua, recibiéndola con placer dentro de mi boca.
Tus manos buscan los botones de mi camisa para desabrocharlos y rozar mis erizados pezones sacándome un delicioso gemido con un fuerte pellizco. Luego abres tu camisa mostrándome tus preciosas y pequeñas tetas antes de apretarlas contra mi pecho con fuerza suspirando, llenando mi boca con tu lengua y tu saliva caliente...
Totalmente encendido, mis manos buscan tus caderas, tus nalgas, tu culo, apretando fuerte, buscando el borde de tu falda para sentir tu piel y meter mi mano bajo ella, descubriendo el suave tacto de tus redondas nalgas al mismo tiempo que me llevo la lujuriosa sorpresa de comprobar que tampoco llevas nada bajo esa cortita falda. Mi excitación ya es perversamente visible, y más cuando, tras subirte la falda y apretarte contra mí, percibo el calor húmedo de tu sexo sobre mi abultada bragueta.
Gimes encantada apartando tu boca para mirarme relamiéndote con los ojos inyectados de deseo, y esa visión me vuelve loco, haciendo que me arrodille ante ti, hundiendo mi nariz entre tus piernas para embriagarme de tu olor a hembra en celo y besar esos abiertos labios y recorrerlos con mi lengua con la misma pasión con la que devoraba tu boca hace solo unos instantes. Busco y encuentro tu abultado clítoris y me entrego a gozar de los temblores y jadeos que arranco de ti, haciendo que el placer te recorra por dentro en oleadas salvajes hasta llevarte a gritar en una jugosa explosión que agradezco y paladeo sin desperdiciar ni una sola gota de ese cálido néctar que viertes sobre mi cara mientras aprietas mi cabeza tirando de mi pelo...
Me levanto para deshacerme de mi ropa y liberar mi erección degustando la maravillosa imagen de tu tembloroso y excitado cuerpo durante el breve instante que tardas en apoderarte golosamente de mí enrojecido miembro con tu mano y acercarlo a rozar tus hinchados labios, invitándolo a entrar...
Y no tienes que insistir. Mi lengua invade tu boca al mismo tiempo que te penetro con una acelerada embestida que inicia el frenético momento de hacerte mía... Jadeando, respirándonos, gimiendo acompasadamente, empapados el uno del otro, enganchados al intenso placer de llegar juntos a un salvaje orgasmo y derramarnos en una cascada de sensaciones, sin poder distinguir donde termina un cuerpo y comienza el otro...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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miércoles, 10 de mayo de 2017

SIN PALABRAS...

Un cremoso capuchino, un cigarrillo recién encendido, apoyado desnudo en la mesa del salón, paladeando los sabores y los aromas...
La escena se convierte en algo delicioso cuando tú apareces por la puerta, mirándome de arriba abajo con tu mirada más golosa, fijándote y relamiéndote sin ningún disimulo.
Desde la mitad del salón comienzas a desabrochar tu camisa negra. Poco a poco, disfrutando del momento, para terminar quitándotela y mostrarme el negro sujetador de encaje que cubre tus sabrosos pechos. Los acaricias mientras te muerdes el labio y puedo ver como tus pezones se erizan bajo la tela, provocando en mí el efecto que buscas.
Sonríes maliciosamente ante el logro conseguido, y te giras para quitarte el sujetador y dejarlo sobre el sofá. Luego, con un gesto, sin pronunciar palabra, me pides que te siga... Te sigo!!. Sintiendo crecer mi erección, sin poder apartar la vista de la ajustada falda de cuero que aprieta tus nalgas...
Ya junto a la cama, de espaldas, bajas la cremallera de la falda, dejándola caer al suelo, y te giras presumiendo orgullosa de tus maravillosas curvas. Miras con deseo mi erección jugando con tus manos bajo la tela negra de tus mínimas braguitas, y puedo ver como se van humedeciendo. Pienso en saltar sobre ti, y comerte entera, pero sigues pidiendo calma con tus gestos... Me pides que espere un poco más...
Haciendo un esfuerzo, obedezco a regañadientes para gozar mirando como tu braguita baja lentamente por tus muslos y ver como te quedas desnuda frente a mí, con solo las medias a juego que cubren tus piernas.
Te tumbas bocabajo en la cama, colocando un cojín bajo tu vientre para que tus nalgas se levanten más y ya no tenga otro lugar donde clavar mi mirada. Tus manos las recorren apretándolas, separándolas, haciendo que me encienda por completo y mi respiración se acelere. Notas mi deseo y comienzas a gemir cuando uno de tus dedos roza justo entre ellas.
Puedo oler el intenso y cálido aroma que desprende tu empapado sexo y me acerco olisqueando cómo un animal en celo...
Y ya no puedo seguir mirando, necesito tocarte ya!! Me coloco sobre ese hermoso culo tuyo apoyando mis manos en tu espalda, logrando que tus gemidos aumenten y se conviertan en jadeos al apoyar mi tremenda erección entre tus temblorosas nalgas. La acerco más, presionando en el sitio adecuado hasta transformar tus jadeos en gritos de placer y hacer que tu cuerpo se estremezca... Y por fin, oigo tu voz entrecortada entre suspiros...
--- Sí, sí!!. Hazme tuya mi lobo!! Tómame así, fuerte, cómo tanto me gusta!!

MICHEL GARCÍA 
LEGNA LOBIO NEGRO

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LA DIOSA SELENE

La Luna...
Su poderoso influjo atrae mi mirada.
La miro tras los cristales de la ventana, sabiendo que tú la miras en la distancia.
Sé que lo haces y suspiras.
Unidos por esa cautivadora luz que baña nuestras blancas pieles.
Con la seguridad de que cuando cierre los ojos sentiré el escalofrío que provocas con tu mano en mi espalda desnuda...



MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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sábado, 29 de abril de 2017

YO MISMO (III)

Ha sido un sábado con mucha gente y acabamos cerrando bastante más tarde de lo habitual. Casi no hubo tiempo para pensar en la sorpresa que me esperaba, así que una vez ya sentado en la parte de atrás del coche que me acaba de recoger, respiro profundo mientras el chofer conduce sin más explicaciones que entregarme un sobre a mi nombre e intento desconectar del largo día...En el sobre, la llave de una habitación de hotel y una nota manuscrita... ``En el salón de la suite he dejado algunos disfraces y varios juguetes. Seguro que sabrás elegir... Estaré en la habitación aguantándome las ganas de comerte enterito...´´
No puedo evitar un escalofrío al pensar en esa apasionada figura de mujer capaz de hacerme arder con solo mirarme, y lograr que desee estrujarla entre mis brazos con tanta pasión que me entre miedo a romperla. 
Con tanto imaginarla, el trayecto se me pasó en un suspiro, y casi sin darme cuenta, estoy frente a un sofá donde hay varias capas y máscaras venecianas. A su lado, esposas, correas, una fusta, bolas chinas y un cuenco de cerámica lleno de chocolate caliente con unos pinceles al lado...
La elección está muy clara, así que entro en el dormitorio completamente desnudo bajo una capa de terciopelo negro con capucha, una máscara veneciana y el cuenco de chocolate, para encontrarla sentada en un pequeño sillón con su máscara de encaje y una capa idéntica a la mía. Su sonrisa dice que he acertado, y cuando se levanta para lanzarse a mis brazos y casi hacerme derramar el chocolate, puedo observar su delicioso cuerpo desnudo bajo la capa. 
Su piel rozando la mía, sus adorables mordiscos en mi boca, el olor a incienso del cuarto, el olor a deseo que surge entre sus piernas... Diosss!!! Tengo que hacer un grandísimo esfuerzo para no poseerla allí mismo, de pie, en medio de la habitación...
Consigo parar y tumbarla en la cama sin hacer caso a sus súplicas. Logro que se relaje y comienzo a dibujar sobre su piel con temblorosas pinceladas desde su cuello hacia su pecho, viendo como se retuerce, y como sus pezones se endurecen con cada pincelada de chocolate caliente.
Bajo dibujando a su ombligo y me voy acercando a su pubis para esquivarlo y seguir por la cara interna de sus muslos, esnifando el aroma de sus visiblemente empapados labios, que se abren de tal manera que parecen invitarme a hundir mi nariz entre ellos... Sigo por sus piernas, y por fin, dejo el pincel para comenzar a limpiarla con mi lengua, recorriendo el camino marcado, pasando tan cerca de su sexo que la oigo gritar mi nombre entre profundos suspiros. Lamo su vientre, limpio sus pezones, muerdo su cuello, para acabar devorando los carnosos labios de su boca mientras ella clava sus uñas en mi espalda consiguiendo que mi tremenda erección roce su clítoris y la haga estremecerse buscando ser penetrada sin mas rodeos...
--- Ooohhh!!! Siii!!!. Por favor, quiero ser tuya, quiero ser tu potrita salvaje, quiero que me montes y me domes como sólo tú sabes hacerlo... Te necesito dentro de mí!!!
Está tan excitada que veo en su cara una mueca de rabia cuando me obligo a mi mismo a apartarme de ella....
--- Schssss... despacio mi niña. Aún no has probado el chocolate.... Quiero que lo disfrutes...
Recupero uno de los pinceles y tras mojarlo de nuevo, baño generosamente mi erección mirando como su enfado se va pasando y comienza a relamerse para segundos después hacerme gozar con esa lujuriosa boca que tan bien sabe usar... Me recorre una y otra vez con los labios y la lengua sin soltar mis nalgas, jugando entre ellas con su dedo, abriendo sus piernas para mostrarme su abierto sexo brillando por la humedad, invitándome a probarlo...
Y ya no puedo frenar más. Me lanzo entre sus piernas lamiendo su clítoris, besando sus ardientes labios, buscando su culo con mi dedo justo cuando ella hace lo mismo con el mío... Y ya no ha posibilidad de parar.... Nos reglamos mutuamente el cálido elixir de nuestro deseo entre gemidos, alimentándonos como animales en celo que solo quieren poseer y ser poseidos... 

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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YO MISMO (II)

Dicen que la vida son momentos, y que no hay mejor plan para ser feliz que disfrutar de cada uno con plenitud, atención y mucho amor. Y eso es lo que he estado haciendo durante las últimas semanas, dejarme llevar por cada instante entregándome a gozar sin otras comeduras de cabeza.
Entre las visitas por semana de la mulata para hacer caja y llevarse a su casa una sonrisa de oreja a oreja, y los fines de semana de la universitaria que parece no tener nunca suficiente, están llevándome a un ritmo físico parecido a estar preparando una maratón... Pero bueno, me estoy ahorrando una pasta en el gimnasio, y por supuesto, con un método mucho más placentero...
No voy a negar que hay días en los que pienso que me estoy metiendo en la boca del lobo y que puedo salir muy mal parado si alguna se enfada y se le ocurre vengarse (habrá que hacer un esfuerzo y tener bien atendidas a las dos).
También hay algo de remordimiento cuando pienso en el jefe, sobre todo por lo de su novia. Lo de la hija, seguro que no le haría mucha gracia, pero en realidad es una mujer adulta y libre, por mucho que él la vea como su niñita, y que quiera algo mejor para ella que este crápula noctámbulo a quien él mismo acompañó en alguna que otra juerga... Y para se sincero, también yo le conozco lo suficiente como para saber que esta novia será otra más en el momento en que se canse de ella o aparezca otra que lo deslumbre...
Dicho esto, reconozco y asumo mi parte de culpa, no vayamos ahora a justificar lo injustificable. Podría haber dicho no a ese increíble e insaciable culo moreno... Claro que podría... Si no fuese tan débil y no me doliera tanto dejar a una mujer insatisfecha...
En fin, que nunca he sido un tipo de los que toman las mejores decisiones, y a estas alturas es muy difícil cambiar. Menos mal que Sonia se va la semana que viene a la playa con un grupo de amigos y luego se van de mochileros por Italia unas semanas y eso me da tiempo para ocuparme mas adelante de como vayan saliendo las cosas. Ahora, hoy jueves, toca trabajar, toca atender a los clientes y hacer que mis preciosas camareras estén radiantes con esa sonrisa que tan bien saben utilizar para que las copas sigan dejando la caja llena y la novia del jefe siga viniendo con ganas a cerrar caja...
Salgo a fumar un cigarrillo y darle un vistazo al móvil mientras ellas se ocupan de la barra y veo un WhatsApp de Sonia:
``Hola lobito!! No te imaginas lo largos que se hacen los días sin ti. Nunca había estado tan ansiosa y necesitada de alguien, es más, estoy escribiéndote y noto como se está mojando mi tanga... Diosss!!. Es increíble lo qué provocas en mí!!. No recuerdo haber estado tan cachonda en mi vida, y pensar en estar varias semanas sin poder hacerte mío me está volviendo loca...´´
``Tengo que centrarme. No quiero tocarme, quiero que tú me toques... Ya ni siquiera me vale con masturbarme pensando en ti... Es tan rico y tan intenso cómo lo haces, que... ufff!!, mejor no lo pienso!!´´
``A ver, quiero que este sábado sea especial. He preparado algo que sé que te gustará. Cuando cierres por la noche habrá un coche esperándote.... tú déjate llevar. Tendrás más instrucciones en el coche, y el chofer ya sabe a donde te tiene que llevar.´´
``Por cierto, creo que deberías tomarte el domingo libre... Ciao lobito!!!´´
Madre mía!!!. Esta chica acaba conmigo!!!. Necesito respirar profundo antes de volver a entrar y no pensar en ella para que mi pantalón vuelva a su sitio... Además, en toda la semana no ha pasado por aquí la mulata a ``hacer caja´´... Hoy vendrá, y seguro que con ganas acumuladas...

Continuará....

MICHEL GARCÍA 
LEGNA LOBO NEGRO

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viernes, 28 de abril de 2017

YO MISMO (I)

No creo en el destino, o al menos, en eso que algunos dicen de qué está todo escrito. Creo más bien que a lo largo de la vida van ocurriendo situaciones y apareciendo personas, y que tus propias decisiones son las que hacen que ``tu destino´´ vaya saliendo de una manera u otra. Y por supuesto, tenemos una gran interacción sobre esos hechos que van ocurriendo según la manera en la que vayamos pensando. Podemos atraer situaciones, pero luego nuestras decisiones y el libre albedrío harán que haya unas determinadas consecuencias que no nos queda otra que aceptar y aprender de ellas.
No creo ser un tipo especialmente afortunado, ni mucho menos considero que tenga mala suerte. Solo creo ser un tipo cuyas decisiones no siempre son las adecuadas, pero nunca me arrepiento de ellas pues soy lo que soy gracias a todas ellas... las buenas, y las no tan buenas... He ido aprendiendo con los años muchas cosas, y sigo queriendo aprender, alegrándome cuando algo todavía me sorprende y me hace vibrar, cuando me descubro disfrutando pasionalmente de cosas que otros ya ven fuera de lugar a mi edad.
Y una de las cosas que más me hace sentir vivo son las mujeres. Lo reconozco, me gustan las mujeres.
Pienso que cada una tiene algo mágico, especial y distinto, y llegar a descubrir esa particularidad me lleva a seguir queriendo conocerlas, a seguir dejándome llevar por los instintos y las pasiones cada vez que alguna se cruza en mi camino haciendo saltar todas mis alarmas. Con ellas he disfrutado, sufrido, aprendido, gozado... Me he llevado sustos, decepciones, sorpresas... He reído, llorado... Pero siempre me logran hacer temblar de una forma tan especial que guardo cada momento compartido como un tesoro personal de incalculable valor.
Y al final, he llegado a dos grandes verdades sobre ellas. Una, que no hay nada más delicioso en esta vida que sentir como una mujer tiembla cuando se entrega a un sincero orgasmo entre tus brazos. Y dos, que como a una mujer se le meta en la cabeza conseguirte, date por jodido, removerá cielo y tierra para llevarte a donde ella quiera tenerte, y ya puedes ir de duro y de machito, que caerás en su red. Y es que la carne es débil, y a todos nos gustan los placeres, y quien diga que no, miente o tiene otros problemas...
Si además, eres el encargado de un pub cuyo dueño se pasa la mayor parte del año viajando por otros negocios, y es su nueva novia la que pasa un par de veces por semana a controlar y ver las cuentas.... Si además, esa novia es veinte años más joven que él, y como dice la canción, una tremendísima mulata, con un espectacular culo del que presume voluptuosamente y del que no logras apartar la vista... Si además, se te insinúa sin disimulo y tú eres un tipo con una perversa curiosidad por descubrir nuevos paraisos...
El resultado solo puede ser que un par de veces por semana, ella venga a repasar las cuentas a la hora de cerrar, y que ese maravilloso y duro culo se convierta en mi perdición... Y es que nunca había conocido una mujer que gozase de tal manera y que tuviera tal fijación por el sexo anal... Hasta el punto de que para ella, los besos, las caricias, o cualquier otra parte de su cuerpo, sean una perdida de tiempo. Ella solo quiere sentirme dentro y retorcerse gozando salvajemente de una imparable sucesión de orgasmos que acaban por dejarme exhausto y rendido a su lujuria...
Mi curiosidad por esa fijación suya va en aumento, pero ella, una vez que ha quedado satisfecha, se cierra en banda por completo y desparece del pub con un simple beso de buenas noches, un gracias, y un hasta la próxima. Y quizás así sea mejor para no implicar otros sentimientos, pero las ganas de saber más se están apoderando de mí... solo espero que no se cumpla lo de que la curiosidad mató al gato...
Y los días siguen pasando, y sus visitas y su pasión siguen inundando el pub cada vez, con la barra como testigo mudo de sus increíbles orgasmos.
Hoy viernes, con algo más de gente y la hora de cierre algo más tarde, no suele ser día para que ella aparezca, así que me puedo relajar y disfrutar de la noche de otra manera, como por ejemplo, de ese grupo de universitarios que celebran haber terminado la carrera de derecho y que parecen dispuestos a acabar con las existencias de tequila a base chupitos. Hace un rato que los observo entre risas, viendo como algunos van cayendo y como algunos buscan otro tipo de diversión y comienzan a desaparecer en parejas buscando lugares más íntimos donde seguir la fiesta sin tanta gente alrededor... Pero hay una chica que destaca por encima de las demás. Una preciosidad que no ha dejado de bailar en toda la noche y ahora se acerca a la barra con una deslumbrante sonrisa...
--- Después de tantas rondas, creo haberme ganado el derecho a que el camarero me deje invitarle a un chupito.
--- La norma es no hacerle un feo a una clienta, y menos si es una chica tan guapa, y menos aún, si es la hija del dueño...
--- Vaya, pensé que no me habías conocido. Solo estuve aquí una vez con mi padre, y creí que un atractivo madurito, acostumbrado a estar rodeado de chicas todas las noches no se acordaría de una jovencita universitaria.
--- No tan rodeado como te imaginas, es todo la mala fama de la noche. Chin-chin, brindo por las caras bonitas como la tuya que se quedan grabadas en mi cabeza.
--- Chin-chin... Además de atractivo, zalamero... Algo me dice que debería tener cuidado contigo.
--- Jajaja, tranquila, no me muerdo salvo que me lo pidan. Y también tengo que confesar que tu padre me llamó esta tarde para pedirme que vigilara que nadie te molestara...
--- Uffff!!!, mi padre, tan pesado como de costumbre. Agradezco tu sinceridad, pero ahora no sé si la forma en que me llevas mirando toda la noche era por lo que que a mi me parecía, o era solo para cumplir con su encargo...
--- Y puedo saber cómo te estaba mirando???
--- Diría que parecías querer desnudarme con la mirada.
--- Bueno, no puedo negarlo. Ya que te vigilaba, no podía desaprovechar la ocasión de disfrutar con la deliciosa visión de una angelical criatura.
--- Si sigues tan zalamero, acabaras por hacer que me sonroje....
--- Uy, sí, seguro!!! Mi instinto me dice que soy yo quien debería tener cuidado contigo...
--- Ummm!!!. No sé... igual tienes razón... Y si mi padre te hizo un encargo, deberías comprobar que llego sana y salva a mi casa, y que quedo bien arropadita en la cama...
--- Claro, no vaya a ser que cojas frío y el jefe se enfade conmigo...
Un rato más tarde, en el pasillo de entrada de su apartamento, después de haber disfrutado directamente de su entrepierna del sabroso orgasmo que mi lengua acaba de provocarle, sus ojos se abren como platos al sentirme penetrarla contra la pared mientras mi mano aprieta su cuello.
La boca abierta, los agudos gemido, indicaban su sorpresa al sentirse de nuevo en camino hacia un nuevo orgasmo, llevándome a acelerar el ritmo de mis embestidas para gozar acompañándola en ese momento mágico en el que nos vaciamos el uno sobre el otro entre frenéticos espasmos.
Jadeando, exhaustos, la llevo en brazos a la cama sin que ella pare de llenarme de besos, para acabar arropándola delicadamente bajo las sábanas. El jefe estaría contento viendo como he vigilado que nadie la molestara durante la noche, aunque, probablemente no le haría mucha gracia ver que mi pecho era la almohada donde acurrucaba su sudoroso y desnudo cuerpo a la vez que se agarraba a mi con fuerza susurrando mimosamente mi nombre...

Continuará....

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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domingo, 16 de abril de 2017

Y DE REPENTE...(IV)

Sábado, once de la mañana y sigo en la cama en modo remolón. Ni la ducha fría cuando llegué a casa esta noche sirvió para sacar de mi mente cada segundo de la inesperada y sorprendente sesión que Laura y sus chicas me habían regalado. He dormido muy poco y estoy de nuevo sudando con una dolorosa excitación bajo la sábana.
A pesar del insistente ofrecimiento de Ángela, no pude dejarme llevar, y con un gran esfuerzo, sobre todo cuando ella se arrodilló entre mis piernas y comenzó a lamer ansiosamente mi abultada bragueta, me fui de allí dejándola bastante molesta por no poder cumplir las órdenes de su Ama. Pero en mi cabeza solo estaba Laura y su espectacular cuerpo, y tenía demasiados interrogantes rebotando en mi cerebro como para centrarme en apreciar lo que en otro momento hubiese sido un delicioso regalo del universo.
La Diosa Negra!! Todo un impresionante descubrimiento!! Era como si fuesen dos mujeres distintas. La delicada y dulce criatura que me besaba con ternura y me hacía sentir de una manera tan embriagadora, y luego, aquella lujuriosa figura entregada al placer de dominar, de hacer gozar a los demás con su perversión....
Dios!!. Me estoy obsesionando por momentos!!. Y sí son gemelas??. Y sí me están vacilando entre las dos..??
Tras el segundo sorbo de café enciendo un cigarrillo y me doy cuenta de lo loca que resulta esa idea. No tendría ningún sentido que una me llevara a la otra... Será mucho más simple que todo esto, sí es que hay algo simple en esta demencial historia. Además, Ángela dijo que hoy sabría algo de ella. Es cuestión de esperar y ocuparme de mi vida, no de volverme chalado con tanto cuestionario....
Ummm!!. Ya sé!!. Es Géminis... Conocí a una Géminis hace tiempo y tenía esos cambios tan extremos...
Venga ya!!. otra vez!!. Deja de rebuscar!!. Una ducha y a preparar algo de comer...
WhatsApp entrante...
---Buenos días!!. No sé tú, pero yo he dormido fatal. Creo que te debo una larga explicación y no te mereces esperar más, así  que en un par de horas te invito a comer en mi casa. Ya sabes el portal, el piso es el Ático B. Gracias por tu paciente compresión. Un besazo enorme... Te espero!!
Bueno, pues nada, segunda vez en menos de veinticuatro horas que acudo a una dirección desconocida en busca de respuestas acerca de una mujer a quien hace un par de semanas ni siquiera conocía y que ha aparecido en mi vida descolocándome por completo.
Y allí está!!, esperándome en el umbral de la puerta con unos vaqueros rotos, una amplia camisa de cuadros y esa sonrisa capaz de dejarme sin palabras. Nada que ver con la arrebatadora mujer que había visto unas horas entes...
Se lanza a mis brazos, acogiéndome con tal fuerza y ternura que no puedo imaginar que exista otra forma más sincera de abrazar. Me llena la cara de besos, musitando entre cada uno, un gracias que me atraviesa por dentro...
---Gracias por venir!!. Dudaba si lo harías... Ven, vamos a la mesa, no quiero hacerte esperar más. Abre el vino mientras sirvo la lasagna..., espero que te guste...
Obedezco como un autómata sin poder dejar de mirarla, sonriendo embobado ante esa enigmática y embriagadora figura, y sigo mirándola cuando brindamos ya sentados frente a frente...
---Esa forma tuya de mirarme como si fuera magia fue lo que me atrajo de tí. Eres un tipo tan distinto a todo lo que me he encontrado en mi vida, que me has despertado emociones que creía muertas. Cada conversación, cada encuentro, cada beso durante estos días fue tan honesto y sincero que lo disfruté y viví con tal ilusión que tenía que pellizcarme a mi misma para asegurarme que no era un sueño.
---Para mí fue muy sorprendente y sincero también. Apareciste de repente, cuando no esperaba nada...
---Te aseguro que yo no contaba con esto. Por eso quise que fuera todo despacio y poco a poco, por eso no quería dar el siguiente paso hasta contarte toda la verdad sobre mí..., pero el día de la lluvia no pude ni quise frenar algo tan natural y delicioso. Fue un momento que recordaré toda mi vida, pase lo que pase entre nosotros...
---Sí, fue muy especial, y muy alucinante para mí..., hasta que saliste corriendo...
---Lo siento, me sentí fatal por no haberte dicho nada antes y llevarte a algo sin que pudieras decidir con total libertad...
---No pasa nada. Ya me has mostrado tu otro mundo, y aquí estoy!!. Por aclarar dudas, pero sobre todo, porque estoy convencido de que contigo todo merece la pena...
---Ufff!!. Ves cómo eres especial??. Ahora me siento peor todavía por no haber hecho las cosas de otra manera.  No sabía cómo explicártelo, así que no se me ocurrió otra cosa que invitarte a verlo por ti mismo.
---Está bien!!. Fue algo sorprendente y excitante, algo que no había visto nunca, y tengo que reconocer que me llevasteis a un momento muy, muy lujurioso...
---Pues a la pobre Ángela la dejaste muy preocupada. Ya me llamó tres veces pidiendo perdón por no cumplir mis órdenes...
---Es que creo que eso fue lo que sobró en la noche. Era a ti a quien quería tener en ese momento.
---Lo sé, pero yo no quería estar contigo allí. E imaginé que podrías necesitar un poco de alivio para tanta excitación acumulada.
---Gracias por tu preocupación, pero no. Y dile a Ángela de mi parte que no es culpa suya, que es una mujer espectacular y muy deseable, pero yo a quien estaba y estoy deseando es a ti!!
---Ummm!! No tienes ni idea de cuantas ganas te tengo yo!!. Pero calma, quiero contarte mi historia, todos los detalles... Que sepas porqué hago lo que hago, y que tengas claro que ese es mi trabajo, y que yo, Laura Martinez, tengo una realidad distinta a la de La Diosa Negra...
---Schsss... cállate ya!!, no necesito más... Ya habrá tiempo para contar y hablar. Ahora quiero besar y abrazar a Laura, la mujer que me tiene loco desde el primer momento que la vi...
E
l abrazo y los besos acallan las palabras, y segundos después, comiéndonos ansiosamente de camino a la habitación, tuve la certeza de que no quería apartarla de mi vida nunca más...
Y de repente, descubrí que mis manos habían estado vacías toda mi vida...
Y de repente, supe que me estaba enamorando...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

sábado, 15 de abril de 2017

Y DE REPENTE... (III)

A las diez en punto me ha abierto el portal una voz de chica que no conozco de nada y subo en el ascensor casi sudando por los nervios. Me recibe una joven vestida cómo una clásica secretaria, con su falda de tubo negra, su ajustadísima camisa blanca, tacones de aguja, medias negras, gafas, y el pelo recogido en una gran cola de caballo...
---Buenas noches. Soy Ángela. La Diosa ha dejado instrucciones muy claras para usted. Sígame por favor...
Voy tras ella por el pequeño recibidor hasta un pasillo con varias puertas forradas en cuero negro. La suave moqueta y la luz tenue le dan al lugar un aspecto entre vintage y siniestro, aunque es difícil fijarse en mucho más con aquel sinuoso caminar que va delante de mí... En la penúltima puerta, introduce una tarjeta y me invita a entrar en la suite, guiándome a un gran sofá de piel para luego dirigirse a la mini barra...
---El café con leche y con hielo, verdad??. En la mesa hay cigarrillos y en la barra más bebidas por si le apetecen. Al fondo está el baño, y en la mesilla, al lado de la cama, un teléfono con conexión directa al mío. La Diosa ha insistido mucho en que esté todo a su gusto, así que disfrute del espectáculo y no dude en pedirme lo que necesite.
Tras colocar el café en la mesita y regalarme una golosa perspectiva de su generoso escote, se acerca a la pared de enfrente para abrir la cortina que la cubre y dejar a la vista una especie de gran ventanal que me permite ver la habitación contigua por completo.
---Espero que lo disfrute, Mi Ama tiene un gran interés en que tenga una deliciosa velada, y para mi será un placer complacerla a ella atendiéndole a usted... Ahh!!! Por cierto, puede ver y escuchar, pero a usted ni le ven ni le oyen, así que a relajarse...
Por si fuera poco, antes de ir hacia la puerta contoneando sus caderas me planta un delicado beso junto a la comisura de mis labios, y desde la puerta, me lanza otro acompañado de un pícaro guiño. Me quedo sumido en una extraña sensación, mezcla de pánico y excitación, sin saber todavía de que va exactamente todo esto. Sigo sin saber realmente si La Diosa Negra y Laura, mi Laura!!, son la misma persona, ni que papel tiene en este inquietante juego. Es más, aún no tengo claro cual es mi papel...
Y de repente comprendí el porqué de lo de La Diosa Negra!! Reconocí de inmediato a Laura bajo aquella espectacular aparición...
A través del cristal de la pared, la veo entrar en la habitación de al lado con una fusta de cuero en la mano, una máscara de encaje sobre los ojos, botines negros con tacón de aguja y una larga capa negra sobre los hombros atada por un grueso cordón cuyos extremos cuelgan entre sus magníficos pechos desnudos. Sin duda, una imagen para adorar... Más aún, llevando como lleva la capa abierta permitiéndome admirar su vientre, sus muslos, su depilado pubis... Esa espléndida desnudez consigue hipnotizarme por completo y hace que me olvide de tanto misterio y me centre en la excitación que recorre mi cuerpo...
Unos segundos después, entra en la habitación una mujer. Laura se sienta en un gran sillón y veo cómo le indica que se acerque. Ella se arrodilla y comienza a lamer y besar uno de sus botines mientras Laura recorre con la fusta el culo que ella ofrece gustosamente.
Con un par de buenos azotes, interrumpe el juego para ordenarla que se desnude por completo. Veo a Laura relamerse ante aquella mujer de grandes pechos y voluminosas nalgas que se desnuda dispuesta a obedecer, para luego levantarse y rodearla gozando de las vistas, acariciando con la punta de su fusta cada curva, cada ricón de la excitada sumisa. La lleva contra la pared del fondo, poniéndola cara a la pared para amarrar sus muñecas por encima de la cabeza con unas sogas que yo no había visto todavía. La sujeta fuertemente, frotándose contra ella, agarrando sus nalgas con tal intensidad que parece que sus dedos se hunden en la blanca piel de aquel tembloroso culo... Y entonces comienza a azotarla, dejando marcas rojas sobre las blancas nalgas con cada golpe de la fusta, haciendóla gritar y retorcerse de placer...
No doy crédito a lo que mis ojos y oídos confirman. Mi delicada Laura jadeando, con los pezones totalmente erizados, con su mano izquierda entre las piernas a la vez que la derecha descarga azotes una y otra vez sobre unas ya enrojecidas nalgas de una entregada mujer que goza cómo loca de su tortura. Oigo sus lujuriosas palabras, veo cómo responde encantada a las súplicas ansiosas de su exclava...
Tremendamente excitado por la escena, agradecido por ser el privilegiado espectador de tan perverso momento, por su interés en mostrarme ese mundo privado... y a la vez, tan confundido y con tantas preguntas, con la cabeza revolucionada y la bragueta a punto de estallar, busco una cerveza en la barra y enciendo otro cigarrillo justo cuando la escultural recepcionista entra en escena...
Sin mediar palabra, comienza a desnudarse hasta quedar sólo con las medias y un sugerente liguero. Se acerca a la mujer atada y comienza a acariciarla suavemente, a lamerla, a besar su boca mientras Laura observa en silencio golpeándose su propio muslo con la fusta, acariciándose los erguidos pezones... Me ha parecido verla mirar lascivamente de reojo hacia el cristal, y en ese momento recuerdo que aunque no me vean, ella y Ángela saben que estoy allí, y eso hace que me estremezca más todavía!!
Mis ojos están tan pendientes de Laura, que cuando la veo dirigirse a un cajón de la mesa, me doy cuenta de que Ángela se ha arrodillado y esta lamiendo con delicadeza cada una de las marcas que los azotes han dejado sobre aquel redondo culo, y oigo los suspiros y gemidos de placer que le esta provocando la dulce lengua de la solícita morena...
Laura se les acerca con un arnés de esos que llevan un consolador incorporado y le pide a Ángela que se levante para colocárselo y de paso aprovechar para acariciarla entre las piernas, Ángela agradece las caricias de su Ama con un lujurioso beso ante la mirada de envidia de la pobre sumisa que continua atada respirando aceleradamente, y que comienza de nuevo a suplicar su atención. Un fuerte golpe con la fusta y un grito de Laura ponen fin a sus demandas, y a continuación separa sus piernas con decisión y acerca a Ángela para agarrar el consolador y colocarlo justo entre sus nalgas, haciendo que la entregada sumisa se arquee deseando ser poseida....
A estas altura, hace un rato que estoy de pie junto al cristal, y la fría cerveza ya no calma el calor que recorre todo mi cuerpo. Por si fuera poco, Laura se coloca tras ellas y mira directamente hacia donde estoy, guiñando un ojo, mordiéndose los labios justo antes de comenzar a descargar de nuevo su fusta, esta vez sobre el culo de Ángela, haciéndola empujar y clavar el consolador en el culo de una encantadísima sumisa que se retuerce agarrándose a las sogas...
Ahora gritan las tres!! Ángela gime agarrándola por el pelo y ella se deshace en un escandoloso orgasmo, tan real y tan salvaje que a punto estoy de acompañarla...
Laura se aparta de la escena y tras dejar un beso en el aire dirigido con los dedos hacia el crsital, abandona la habitación dejándolas a ellas gimiendo y gozando, y a mí con una terrible erección y la cabeza a punto de explotar...
Las luces de la habitación se apagan...
Apuro la cerveza sentado en el sofá con el enésimo cigarrillo sin saber que hacer, hasta que unos minutos después se abre la puerta y aparece Ángela empapada bajo un mínimo albornoz...
---Mi Señor, La Diosa me ha ordenado que me ponga a su entera disposición y le pide que la disculpe. Hoy necesita desconectar, pero mañana ella se pondrá en contacto con usted, y hoy, yo estaré encantada de quedar a su servicio para lo que necesite...
El albornoz cae al suelo y la escultural morena se acerca hacia mi... tan deliciosamente mojada y desnuda!!!

Continuará...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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