viernes, 28 de abril de 2017

YO MISMO (I)

No creo en el destino, o al menos, en eso que algunos dicen de qué está todo escrito. Creo más bien que a lo largo de la vida van ocurriendo situaciones y apareciendo personas, y que tus propias decisiones son las que hacen que ``tu destino´´ vaya saliendo de una manera u otra. Y por supuesto, tenemos una gran interacción sobre esos hechos que van ocurriendo según la manera en la que vayamos pensando. Podemos atraer situaciones, pero luego nuestras decisiones y el libre albedrío harán que haya unas determinadas consecuencias que no nos queda otra que aceptar y aprender de ellas.
No creo ser un tipo especialmente afortunado, ni mucho menos considero que tenga mala suerte. Solo creo ser un tipo cuyas decisiones no siempre son las adecuadas, pero nunca me arrepiento de ellas pues soy lo que soy gracias a todas ellas... las buenas, y las no tan buenas... He ido aprendiendo con los años muchas cosas, y sigo queriendo aprender, alegrándome cuando algo todavía me sorprende y me hace vibrar, cuando me descubro disfrutando pasionalmente de cosas que otros ya ven fuera de lugar a mi edad.
Y una de las cosas que más me hace sentir vivo son las mujeres. Lo reconozco, me gustan las mujeres.
Pienso que cada una tiene algo mágico, especial y distinto, y llegar a descubrir esa particularidad me lleva a seguir queriendo conocerlas, a seguir dejándome llevar por los instintos y las pasiones cada vez que alguna se cruza en mi camino haciendo saltar todas mis alarmas. Con ellas he disfrutado, sufrido, aprendido, gozado... Me he llevado sustos, decepciones, sorpresas... He reído, llorado... Pero siempre me logran hacer temblar de una forma tan especial que guardo cada momento compartido como un tesoro personal de incalculable valor.
Y al final, he llegado a dos grandes verdades sobre ellas. Una, que no hay nada más delicioso en esta vida que sentir como una mujer tiembla cuando se entrega a un sincero orgasmo entre tus brazos. Y dos, que como a una mujer se le meta en la cabeza conseguirte, date por jodido, removerá cielo y tierra para llevarte a donde ella quiera tenerte, y ya puedes ir de duro y de machito, que caerás en su red. Y es que la carne es débil, y a todos nos gustan los placeres, y quien diga que no, miente o tiene otros problemas...
Si además, eres el encargado de un pub cuyo dueño se pasa la mayor parte del año viajando por otros negocios, y es su nueva novia la que pasa un par de veces por semana a controlar y ver las cuentas.... Si además, esa novia es veinte años más joven que él, y como dice la canción, una tremendísima mulata, con un espectacular culo del que presume voluptuosamente y del que no logras apartar la vista... Si además, se te insinúa sin disimulo y tú eres un tipo con una perversa curiosidad por descubrir nuevos paraisos...
El resultado solo puede ser que un par de veces por semana, ella venga a repasar las cuentas a la hora de cerrar, y que ese maravilloso y duro culo se convierta en mi perdición... Y es que nunca había conocido una mujer que gozase de tal manera y que tuviera tal fijación por el sexo anal... Hasta el punto de que para ella, los besos, las caricias, o cualquier otra parte de su cuerpo, sean una perdida de tiempo. Ella solo quiere sentirme dentro y retorcerse gozando salvajemente de una imparable sucesión de orgasmos que acaban por dejarme exhausto y rendido a su lujuria...
Mi curiosidad por esa fijación suya va en aumento, pero ella, una vez que ha quedado satisfecha, se cierra en banda por completo y desparece del pub con un simple beso de buenas noches, un gracias, y un hasta la próxima. Y quizás así sea mejor para no implicar otros sentimientos, pero las ganas de saber más se están apoderando de mí... solo espero que no se cumpla lo de que la curiosidad mató al gato...
Y los días siguen pasando, y sus visitas y su pasión siguen inundando el pub cada vez, con la barra como testigo mudo de sus increíbles orgasmos.
Hoy viernes, con algo más de gente y la hora de cierre algo más tarde, no suele ser día para que ella aparezca, así que me puedo relajar y disfrutar de la noche de otra manera, como por ejemplo, de ese grupo de universitarios que celebran haber terminado la carrera de derecho y que parecen dispuestos a acabar con las existencias de tequila a base chupitos. Hace un rato que los observo entre risas, viendo como algunos van cayendo y como algunos buscan otro tipo de diversión y comienzan a desaparecer en parejas buscando lugares más íntimos donde seguir la fiesta sin tanta gente alrededor... Pero hay una chica que destaca por encima de las demás. Una preciosidad que no ha dejado de bailar en toda la noche y ahora se acerca a la barra con una deslumbrante sonrisa...
--- Después de tantas rondas, creo haberme ganado el derecho a que el camarero me deje invitarle a un chupito.
--- La norma es no hacerle un feo a una clienta, y menos si es una chica tan guapa, y menos aún, si es la hija del dueño...
--- Vaya, pensé que no me habías conocido. Solo estuve aquí una vez con mi padre, y creí que un atractivo madurito, acostumbrado a estar rodeado de chicas todas las noches no se acordaría de una jovencita universitaria.
--- No tan rodeado como te imaginas, es todo la mala fama de la noche. Chin-chin, brindo por las caras bonitas como la tuya que se quedan grabadas en mi cabeza.
--- Chin-chin... Además de atractivo, zalamero... Algo me dice que debería tener cuidado contigo.
--- Jajaja, tranquila, no me muerdo salvo que me lo pidan. Y también tengo que confesar que tu padre me llamó esta tarde para pedirme que vigilara que nadie te molestara...
--- Uffff!!!, mi padre, tan pesado como de costumbre. Agradezco tu sinceridad, pero ahora no sé si la forma en que me llevas mirando toda la noche era por lo que que a mi me parecía, o era solo para cumplir con su encargo...
--- Y puedo saber cómo te estaba mirando???
--- Diría que parecías querer desnudarme con la mirada.
--- Bueno, no puedo negarlo. Ya que te vigilaba, no podía desaprovechar la ocasión de disfrutar con la deliciosa visión de una angelical criatura.
--- Si sigues tan zalamero, acabaras por hacer que me sonroje....
--- Uy, sí, seguro!!! Mi instinto me dice que soy yo quien debería tener cuidado contigo...
--- Ummm!!!. No sé... igual tienes razón... Y si mi padre te hizo un encargo, deberías comprobar que llego sana y salva a mi casa, y que quedo bien arropadita en la cama...
--- Claro, no vaya a ser que cojas frío y el jefe se enfade conmigo...
Un rato más tarde, en el pasillo de entrada de su apartamento, después de haber disfrutado directamente de su entrepierna del sabroso orgasmo que mi lengua acaba de provocarle, sus ojos se abren como platos al sentirme penetrarla contra la pared mientras mi mano aprieta su cuello.
La boca abierta, los agudos gemido, indicaban su sorpresa al sentirse de nuevo en camino hacia un nuevo orgasmo, llevándome a acelerar el ritmo de mis embestidas para gozar acompañándola en ese momento mágico en el que nos vaciamos el uno sobre el otro entre frenéticos espasmos.
Jadeando, exhaustos, la llevo en brazos a la cama sin que ella pare de llenarme de besos, para acabar arropándola delicadamente bajo las sábanas. El jefe estaría contento viendo como he vigilado que nadie la molestara durante la noche, aunque, probablemente no le haría mucha gracia ver que mi pecho era la almohada donde acurrucaba su sudoroso y desnudo cuerpo a la vez que se agarraba a mi con fuerza susurrando mimosamente mi nombre...

Continuará....

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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