viernes, 14 de abril de 2017

Y DE REPENTE... (II)

Hubo un par de encuentros más, y varias conversaciones nocturnas por WhatsApp. Pero sin mucho acercamiento a cuestiones privadas, ni nada más que unos dulces besos de despedida en el portal. Parecía estar a gusto y seguía insistiendo en la calma y en la paciencia y tampoco es que yo tuviera mucha urgencia; la verdad, ella hacía que me sintiera muy bien, aunque reconozco que su espectacular físico y su intensa mirada, hacen que mi deseo por tenerla se esté convirtiendo en un lujurioso suplicio que me lleva a terminar consolándome a solas mientras imagino cómo será rozar todo su cuerpo...
Y aquí estoy, solo en casa, sin saber de ella desde hace un par de días. No quiero dejar que mi perversa mente me lleve a masturbarme, así que, camiseta, zapatillas, pantalón corto, y a correr un rato...
Ya en la senda, buscando mi ritmo, concentrado en mi respiración bajo un plomizo cielo que amenaza con soltar un buen chaparrón en breves, lo que hace que nadie más se haya animado a salir... Tan absorto en mi tranquila soledad, que ni siquiera oigo que alguien más corre tras de mí... hasta que recibo un fuerte manotazo en el culo...
---Vas muy lento!!! Podrás acelerar y alcanzarme???
Laura!!!, con un cortísimo pantalón blanco y una sudadera con capucha pasa a mi lado mirando de reojo y riéndose por mi desesperado esfuerzo por seguirla...
Justo cuando llego jadeando a la zona de los bancos, el aguacero pasa de amenaza a realidad. Ella me tiende una mano, llevándome por entre los arbustos a una zona apartada donde un gran castaño nos ofrece un mínimo refugio.
---Vaya!!. Y éste sitio??. No me había fijado nunca...
---Casi nadie lo conoce. Lo descubrí por casualidad hace tiempo y me gusta perderme por aquí algunas veces. No es lo ideal para atecharse, pero algo ayuda.
Empapados, aún jadeando, tan arrimados contra el tronco... no puedo evitarlo... Me lanzo a besarla y su respuesta es morder con pasión mis labios hundiendo sus dedos entre mi pelo. Me abraza con piernas y brazos, y su lengua dentro de mi boca busca la mía. La intensa mirada se ha vuelto toda una invitación a la perversión. Cuando mis manos entran dentro de su pantalón agarrando sus perfectas nalgas, me suelta, se vuelve, y apoyándose en el árbol, se quita el pantalón poniendo su culo en pompa cómo una gatita mimosa en celo, ofreciéndose, invitándome con la mirada a descubrir el calor de su depilado sexo...
Segundos después, veo como la diosa que pedía paciencia, se retuerce salvajemente gozando sobre mis dedos. Se ha quitado la sudadera, se muerde el brazo para no gritar cuando aprieto su tembloroso pezón, y entre gemidos, suplica ser poseida. La sorpresa ante su transformación dura solo el instante preciso que tardo en bajarme los pantalones, darle la vuelta y penetrarla contra el rugoso tronco. El ritmo de los empujones de mis caderas va en aumento, entrando en ella una y otra vez, en un frenético compás que ella acompaña gritando, mordiendo mi boca, clavando sus uñas en mi espalda, suplicando que no pare, pidiendo que me corra con ella...
Mis piernas tiemblan cuando el orgasmo nos invade. Logro no caerme al sentir como su cálido elixir, mezclado con el mío, baja por mis muslos y como sus dientes se clavan en mi cuello, pero un momento después , las fuerzas me fallan y caemos al suelo. Enredados, jadeando, entre hierba y tierra húmeda, fundidos, empapados, gozando sin importarnos nada más que el placer compartido...
---Lo siento!!. Lo siento!!... Esto no tenía que haber pasado así!!! Perdona... tengo qué irme!!!
---Pero... Laura!!!, qué estás diciendo???. Dónde vas???
---No puedo explicártelo. Créeme, ha sido espectacular, pero debo irme ahora. Ten paciencia, por favor. No me odies... en su momento sabrás...
Mientras habla, se va vistiendo y ahora besa la mano que me agarra con fuerza, y puedo ver sus ojos llenos de agua... y ya hace un rato que ha dejado de llover...
Sin más, se levanta y sale corriendo, dejándome embarrado, exhausto y totalmente confundido. El mejor polvo de mi vida se acaba de convertir en una tortuosa pesadilla.
Una vez en casa, bajo el agua caliente de la ducha, siento cada arañazo, cada mordisco, cada apretón de sus dedos, y no puedo sacar de mi cabeza cada mínimo detalle de algo tan alucinante y maravilloso. Vuelvo a sentir una leve erección, pero al recordar el instante de su despedida, todo se acaba de nuevo. Es todo tan extraño, que si no fuera por las marcas en mi piel, podría pensar que ha sido producto de mi calenturienta imaginación.Por más vueltas que le doy, no logro entender nada...
Mientras me seco, vuelvo a mirar el móvil; ya le he enviado cuatro mensajes, pero ni siquiera los ha visto. Las ideas se agolpan sin cesar en mi cabeza, cada una más loca y descabellada, y cómo siga enroscándome, no lograré más que un terrible dolor de cabeza, así que, tras vestirme y enviar otro mensaje, decido irme al pub, a ver si unas cervezas frías me sacan de este bucle...
Tras la tercera cerveza, sigo sin dejar de mirar el móvil y sin entender nada, eso sí, he dejado de mandar mensajes, y en vez de dolor de cabeza, tengo un medio pedete tonto... beber tan deprisa y sin haber cenado no ha sido una idea muy acertada....
La noche está fresca, y eso me ayuda a ir despejándome de vuelta a casa mientras fumo un cigarrillo tras otro. Sé que mañana me arrepentiré, tendré agujetas, resaca, la garganta como un estropajo, pero... Me sorprendo al notar que estoy dando un estúpido rodeo, y que en vez de hacia mi casa, estoy llegando a la altura de la suya. Frente a su portal, apago el pitillo, y en ese momento de embobamiento, soy consciente por primera vez de que no sé en que piso vive, ni siquiera su apellido... Durante mucho rato he pensado que podía estar casada, pero cómo entonces me había dejado acompañarla hasta allí, cómo habíamos tenido esos momentos de sabrosos besos allí mismo.
Y sigue sin mirar los mensajes!!! Pienso en ponerme a gritar su nombre con la ilusión de que me oiga y se asome a la ventana... pero no estoy tan borracho como para eso...mejor me voy a la cama...
Por fin, tras un par de cigarrillos más y una caminata extra por la que me maldigo, el colchón acoge mi desnudo cuerpo. Lo de dormir ya es otra cosa... repaso con la punta de mis dedos las marcas del salvaje encuentro, y en cada roce, un escalofrío sube por mi nuca hasta mi cabeza y me lleva al goloso recuerdo de cada instante contra el árbol. Cierro los ojos y puedo percibir los olores, el delicioso sabor de su boca lujuriosa... todo tan fascinantemente intenso cómo para recrearlo paso a paso mientras mi mano busca calmar la tremenda e inevitable excitación...
Hasta que, cuando más entregado estaba, suena el móvil...
Laura, cinco mensajes...
---De nuevo te pido perdón. Mi reacción no tiene nombre. Imagino que estarás perdido y cabreado.
---Te mereces una explicación y voy a dártela, pero no por aquí. Mañana a las 10 de la noche, C/ Roma, 19, 5º A. Pregunta por ´´La Diosa Negra´´
---Insisto, quería que hubiese ocurrido de otra manera, pero ya está.... Espero que me des la oportunidad de aclararte todo lo que quieras saber.
---Por si no lo notaste, esta tarde me hiciste vibrar cómo ya no recordaba que se podía.
---Descansa y no te comas la cabeza. No tiene nada que ver contigo. Un besazo!!!!
Intento llamarla, y ya ha vuelto a desparecer. Si tenía preguntas, ahora miles... ´´La Diosa Negra´´???
Definitivamente, no voy a dormir esta noche...

Continuará....

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

No hay comentarios:

Publicar un comentario