martes, 16 de mayo de 2017

ESCUCHA MIS PLEGARIAS (XV)

He quedado tan impactada al descubrir la forma en que Lucía estaba viviendo aquella aventura conmigo, que aún hoy, dos días después del episodio de la capilla, vuelvo a casa del trabajo con la mente medio atolondrada, sin poder asimilar esa manera suya de actuar. Han seguido llegando mensajes suyos y no he tenido ni valor ni ganas de leerlos, y me reconozco en un estado de alerta, casi temiendo que aparezca tras una esquina a montarme una escena de celos.
No quiero eso en mi vida. Es algo que tengo muy claro, y aún con la certeza de que tarde o temprano tendré que encarar esa situación, trato de dejar pasar el tiempo esperando que ella misma reaccione y se tranquilice.
He estado tan preocupada, que ni me he vuelto a acordar del desparecido Luis, y hasta he llegado a pensar que Monica y su padre tenían algo que ver en un extraño juego donde yo era un simple peón que cada cual usaba a su antojo... He vuelto a mis plegarias, a mis conversaciones, rogando y pidiendo calma para entender las cosas y claridad para ver quién realmente podría encajar en mi vida, y no tener este desasosiego que me lleva a veces a arrepentirme de haber pedido sentirme mujer en brazos de un ángel seductor que ahora mismo tiene más pinta de demonio perturbador que de otra cosa...
Tras una rápida ducha y una ligera comida, me escondo entre las sábanas buscando un poco de paz y tranquilidad para retomar esas conversaciones, esas plegarias que me den un poco de luz, y relajarme para acompañar como prometí a Monica a la fiesta del club de su padre. Colgado en mi armario, el espectacular vestido rojo que ella me había enviado ayer junto a una tierna nota donde insistía en las ganas que tenía de verme y pasar la noche junto a mí... Repetía que le hacía mucha ilusión que llevara ese vestido ya que la única norma de la fiesta era que las mujeres vistieran de rojo y los hombres de blanco, pero que no me lo tomara como algo obligatorio, que ante todo ella lo que quería era verme y estar conmigo y que yo me encontrara cómoda...
Y aunque no estaba muy animada para fiestas, la dulzura y naturalidad de esa nota, eran un soplo de aire fresco para el extraño momento por el que pasaba mi desconcertada cabeza, así que dejaré pasar las horas relajadamente para estar preparada y radiante a tiempo y no hacer esperar a mi encantadora anfitriona.
Sorprendéntemente, logré despejarme y disfrutar ilusionada preparándome para la cita, cumpliendo las sugerencias que Monica insinuaba en la segunda parte de la nota. Delicadamente, me indicaba que complementos serían los adecuados para acompañar el ajustado vestido de noche que me había enviado. Aquella suave tela roja sobre mi desnudo cuerpo me hizo sentir tan mujer, tan sensual, que fue todo un placer obedecer su petición de solo llevar zapatos y bolso a juego, un intenso carmín rojo en mis labios, unas gotas de perfume de jazmín, y mi negra melena suelta...
Decididamente, aquella mujer tenía buen gusto. No pude evitar volver a gozar de la maravillosa imagen que se reflejaba en el espejo del ascensor antes de salir al portal y verla en la calle esperándome junto al coche, para hacerme sentir una mujer muy afortunada al tener tan deliciosa criatura enfundada en unos pantalones de cuero rojo y una cazadora con capucha, también de cuero rojo, tan arrebatadoramente espectacular que supe al instante que aquella noche sería mucho más especial de lo que había podido llegar a imaginar... Su sonrisa, el brillo de su mirada, terminaron de cautivarme por completo, y todo mi cuerpo se estremeció al sentirme entre sus brazos rozando sus labios y descubrir que ella también olía a jazmín...

Continuará....

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

5 comentarios:

  1. Erotismo En estado puro,,,dejarse acariciar con tus letras es un placer exquisito.

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  2. Gracias!!!
    Un placer conseguir que mis letras logren eso...
    Aún sin saber quién lo dice, es todo un estímulo para seguir...

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  3. Gracias!!!
    Un placer conseguir que mis letras logren eso...
    Aún sin saber quién lo dice, es todo un estímulo para seguir...

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