miércoles, 16 de noviembre de 2016

EL CENTRO COMERCIAL


No me gustan los centros comerciales, y acabo por ir sólo cuando realmente necesito hacer alguna compra. Hoy es uno de esos días y tras pasar por la tienda buscada, tomo las escaleras mecánicas con ganas de llegar al parking, coger el coche y salir de allí.
Al cruzar por uno de los niveles, paso delante de la cafetería y no puedo evitar mirar hacia la mesa del fondo donde unas espectaculares piernas bajo una cortita falda destacan sobre el resto. Tengo que fijarme más en esa pelirroja, en su ajustada camiseta negra que resalta un precioso escote, en sus trenzas que le dan una imagen de niña pícara, en sus brillantes ojos.... Dios!!! Pero si la conozco!!! Y el tiempo que llevo deseando comérmela y siempre hay algo que se complica para que no pueda ni siquiera intentarlo y tenga que seguir soñándola....
Y está sola, mirando el móvil con gesto distraído, y yo aprovecho para ir acercándome repasando de nuevo su espléndida anatomía. Disfrutando el momento, llego a su altura en el instante que ella levanta la vista y sonríe al verme, levantándose para abrazarme y regalarme dos sonoros besos y una dulce ración de su sugerente perfume.
Y sí, está sola de compras, y la invito a un café, y charlamos animadamente, y a mí se me olvida que no me gustan los centros comerciales al perderme en esa mirada suya que no deja de clavarse en mis ojos. Las horas pasan, más cafés, más conversación, hasta que sin saber realmente como, llegamos a su coche y la ayudo a guardar la compra y llega el momento de despedirnos. Ella cierra el maletero, se vuelve y yo quiero volver a oler el aroma de su cuello, quiero descubrir el sabor de esos finos labios que llevan toda la tarde hipnotizándome, quiero sentir el calor de su hermoso cuerpo pegado al mío... Pero un vez más me portaré como un caballero y con alguna frase tópica le daré dos besos y me marcharé quedando otra vez con las ganas de comerla...
Pero cuando acerco mis labios a su mejilla, algo salta dentro de mí y me lleva a besar su boca mientras rodeo su cintura apretándola contra mí, sorprendiéndome  a mi mismo por mi reacción, alegrándome al notar que ella se pega a mí, que sus sabrosos labios contestan a los mios. Me dejo llevar por el deseo y la empujo contra el coche oyendo como suspira y comienza a morder mis labios buscando mi lengua con la suya.
Presionando  su cuerpo, mi mano baja por su cadera hasta el borde de su falda para descubrir la suave piel de sus trabajados muslos. Su estremecimiento se junta con el mío cuando levanto la tela y mi mano se encamina decidida hacia el cálido y húmedo triángulo que cubre su ardiente sexo para agarrarlo con pasión, provocando que ella se apodere de mi cuello mordiéndolo para ahogar así el gemido que se escapa de su boca. Tiro de su cabeza para mirar esa expresión de lujuria en su cara que me enciende aún más si cabe, deseando poseerla allí mismo.
Olvidándome de donde estamos, totalmente entregado, giro su cuerpo y levanto su falda deleitándome con la maravillosa vista de su perfecto culo. Dudo si agarrarlo, azotarlo, morderlo... y ella se muestra golosamente levantando sus nalgas, abriendo las piernas, ofreciéndose excitada, sin pensar tampoco en la posibilidad de ser pillados, o quizás, aprovechando el morbo que esto provoca...
Yo ya no puedo pensar en otra cosa que no sea bajar esas mínimas braguitas negras y hacerla mía. Busco desabrochar mi pantalón sin apartar la mirada de la lujuriosa imagen con la que ella me invita a poseerla, en el instante que las luces de un coche buscando aparcamiento nos hace volver a la realidad bruscamente.
De forma acelerada, nos recomponemos la ropa para que el coche pase despacio. No sé si se han dado cuenta de algo, pero ella abre la puerta y se mete dentro guiñándome un ojo...
--- No pensarás dejarme así?? Sube, vamos a mi casa. Tanto tiempo deseando que te atrevieras, no voy a quedarme con las ganas de hacerte mío una vez que te lanzas y me pones tan salvajemente caliente...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

martes, 15 de noviembre de 2016

JUEVES


Como cada jueves,  se duchó temprano y se vistió con mimo.  Sus braguitas moradas a juego con el sujetador.  Su vestido negro, con la espalda abierta, el escote justo para resaltar aun más sus preciosos pechos, y con la falda de vuelo,  a media pierna, destacando unos muslos perfectos sobre unos tacones de vértigo.
Un último vistazo al espejo, comprobando cada detalle para salir perfecta a la calle, a la hora adecuada...
Camina por la acera, gustandose, contoneandose.  Y tras unos pocos pasos lo ve, apoyado en la pared, fumando,  con sus vaqueros ajustados y la camiseta blanca sin mangas, mostrando las alas tatuadas en su brazo que a ella tanto le gustan...
Pasa delante de él, sin detenerse,  sabiendo que el la mira y la sigue. Muy cerca, para que note su presencia, para que sienta su mirada clavada en sus nalgas.  A Rosa le encanta sentirlo, y acentúa su contoneo sabiendo que Marcos la desnuda con la mirada.
En el semáforo se para, y Marcos se coloca tan cerca de ella que siente su aliento en su hombro. Se estremece entera deseando volverse y comerlo a besos. Luchando por no hacerlo, espera que el semáforo se abra mordiéndose los labios, y cuando se pone en verde y el la adelanta rozando su cadera al pasar, todo su cuerpo se eriza.
Ahora es ella la que disfurta mirándole. Aunque Marcos acelera y le toma ventaja para llegar al portal, abrir la puerta y esperarla recorriendola de arriba a abajo con la mirada. Cuando llega, entra decidida, sin pararse a mirarlo, mientras el sujeta la puerta y esnifa el aire cerca de su pelo.
Una escalera les lleva al primer piso, con Marcos tres peldaños por detrás, casi agachandose a espiar bajo su falda. Rosa se para frente a la puerta B. Marcos llega con la llave, pegándose a ella, abrazandola por la cintura, apretandola contra si mientras abre la puerta...
Por fin dentro, por fin abrazados, por fin comiéndose a besos.  Entre jadeos Marcos le susurra: "desnudame..."
Rosa obedece encantada, dejándolo desnudo y excitado frente a ella.  Lo mira relamiendose, volviendose de espaldas, levantando la falda, luciendo su precioso culo para él....: "ven y quitamelo todo..."
Ahora es Marcos quien obedece y la desnuda por completo. Luego la vuelve besandola con fuerza, la coge en brazos y la lleva a la habitación. Un cuarto iluminado por velas con aroma de jazmín (el favorito de Rosa).  Una cama con sabanas de seda roja, sobre las que la deposita con cuidado, colocándose sobre ella, entre sus piernas, con suavidad. Sin dejar de mirarse, besando sus labios muy despacio, para ir poco a poco colocando su ereccion sobre los húmedos labios de su sexo, sintiendo cómo ella se estremece con cada milímetro que se va introduciendo en ella, hasta terminar totalmente encajados.
Dos cuerpos en uno, acoplados, ardiendo de deseo, bailando acompasados, gimiendo sin dejar de mirarse.  Dejándose llevar por el inmenso orgasmo que hace a sus cuerpos temblar entregados el uno al otro.
Hoy es jueves, y es su día. No hay horarios, ni móviles, ni obligaciones. Es el día en el que ambos se dedican a ser amantes, a dormirse abrazados tras el encuentro y dejar que el mundo siga su ritmo.
Y cuando despierten, seguirán amandose, dándose placer, porque se aman, se desean, y además...hoy es jueves.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

LEJOS DE LAS LEYES DE LOS HOMBRES


Érase una vez una hermosa niña rubia, que cada noche se escapaba de su cuarto para adentrarse en el bosque, bajo la luz de la luna,  mirando las estrellas, hasta llegar al enorme cascarón de un roble seco.
Dentro, la hierba tenía una frescura especial, y a ella le gustaba tumbarse allí y mirar por el hueco de la vieja madera las brillantes estrellas. Contarlas cada noche por si faltaba alguna, hasta quedarse dormida...
Su escondite, su refugio,  donde todo era paz y calma, donde se sentía segura. Donde sabía que un rato después llegaría el joven lobo negro a acurrucarse tiernamente a su lado, dándole calor hasta que el amanecer los sorprendía cada mañana para volverles a su realidad.
Nadie sabía ni sospechaba de aquellos encuentros, de aquél amor puro que tan felices les hacía. Nadie podría ni siquiera imaginárselo, ni mucho menos entenderlo. Y el tiempo pasaba uniéndolos cada vez más...
Pero un día,  la niña no regresó.  Saltaron las alarmas. Partidas de búsqueda, policías, voluntarios... Todo el pueblo pendiente.  Hasta que varios días después,  uno de los grupos,  encontró el viejo roble, y descubrió dentro un blanco camisón y una gran cantidad de pelo negro. Pero ni rastro de los cuerpos, ni muestras de lucha, ni restos de sangre...
Todo un misterio.  No aparecían explicaciones lógicas. Cada uno tenía su teoría,  y todas eran tristes y dolorosas... sobre todo para unos padres que nunca habían entendido a aquella hija tan distante y solitaria, tan distinta a lo que ellos esperaban.
Las semanas, los meses, fueron pasando sin que nada aportase luz sobre tan inexplicable suceso. El tiempo fue cubriendo con su implacable transcurrir cualquier mínima esperanza, y la vorágine del día a día de los humanos,  terminó por ir convirtiéndola en una triste historia de la que todos preferían no hablar.
Pero sí supieran la verdad... Si pudieran imaginar por un segundo que la magia existe y que otras realidades son posibles...
Quizás algún día, los humanos entenderemos que somos parte de algo mucho más grande y más puro. Que algunas veces, los que nos parecen diferentes, son solo almas que pertenecen a otros mundos,  y que cuando encuentran su lugar, deben regresar a donde son realmente felices y completos. Y entonces, podremos comprender como una niña se convierte en princesa guerrera, y como un lobo se vuelve un enamorado dragón,  y como juntos descubren el camino secreto que les lleva a su reino.... Donde la magia,  el amor y la vida quedan muy lejos de las leyes de los hombres.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

sábado, 12 de noviembre de 2016

GANAS...


Ganas de beber de la cálida fuente de tu entrepierna.
Ganas de llenarme del intenso aroma a mujer ardiente que deja mis sabanas perfumadas de ti.
Ganas de sentir los acelerados latidos de tu pecho contra el mio.
Ganas de clavar mis dedos en tus blancas nalgas, mientras tus piernas me atrapan contra tu vientre.
Ganas de perder la noción del tiempo entre tus brazos,  sin saber donde termina mi piel y empieza la tuya.
Ganas de tu saliva caliente invadiendo mi boca.
Ganas de explotar contigo en un orgasmo lujurioso y salvaje, aprovechando cada gota del elixir de nuestra pasión.
Ganas de acurrucarnos jadeando en un delicioso sueño hasta que el amanecer nos sorprenda empapados y abrazados.
Ganas de emborracharme con tus besos.
Ganas de ti, lobita!!!

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

MIRARTE....

Me encanta mirarte mientras te preparas. Recorrer cada rincón de tu delicioso cuerpo gozando de cada detalle...
Sabiendo que más tarde, todo será mio. Que luego dibujaré sobre tu piel con mis temblorosos dedos sintiendo cómo se va erizando poco a poco. Notando con cada estremecimiento la llamada del deseo que te hace jadear reclamando más....
Y sabrás como acelerarme guiando mi boca hacia esos lugares en los que te entregas a gozar, volviendome un lobo salvaje rendido ante el placer te hacerte mía....

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

viernes, 11 de noviembre de 2016

SENTIRME HEMBRA...

Hoy quiero jugar a sentirme hembra en celo. Quiero ver como mi cuerpo explota de placer entre mis manos...
Quiero saber si puedo llegar a sentirme tan excitada sin que sean tus manos las que recorren cada centímetro de mi cuerpo.
Necesito comprobar si en realidad me he vuelto una exclava incondicional de tu forma de hacerme el amor.
Aunque tengo la sospecha que nunca será igual después de haber probado la lujuria de tu cuerpo y la perversión de tu mente..

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

NOCHE DE LUNA LLENA


Y de nuevo, la rubia que quería ser castaña, lo volvió a hacer...
Volvió a dejar al canoso enmascarado intrigado para que su mente inquieta empezase a dar vueltas buscando respuestas bajo los reflejos de la luna llena, esos reflejos plateados que le recordaban sus raíces de lobo y hervían su sangre...
Bajo ellos, sólo podía respirar profundo y dejar que todos sus instintos se despertaran haciendo que su piel se estremeciera y necesitara el sabor cálido de un cuello de mujer donde clavar los afilados colmillos que brotaban de sus encías y llevaban al viejo lobo negro a salir de nuevo a la caza de una hembra en celo que saciara su hambre.
Las sombras de la noche y la negra capa con capucha le ayudaron a pasar desapercibido en su búsqueda por las desiertas calles para ir recorriendo su territorio de caza olisqueándo el aire. Aparecieron varias candidatas apeteciblemente sabrosas que podrían haber sido un goloso manjar en otro momento, pero en su cabeza rebotaban una y otra vez las palabras de aquella sorprendente mujer que conseguía hacerle dudar como nadie lograba hacerlo.... Aunque eso ocurría cuando era humano, no cuando quien mandaba era el lobo... Al menos, eso pasaba hasta ahora...
Hoy el lobo tenía hambre y sed, pero no parecía conformarse con muñequitas fáciles de dominar. Hoy sus ganas tenían rostro y nombre, y eso le llevó de forma inconsciente al edifico donde ella vivía. La magia de la luna llena hizo el resto para que acabase en su balcón, y de allí al salón donde su caperucita de bragas rojas le esperaba apoyada en la gran mesa de madera enroscada en un transparente mantón de flecos que resaltaban todas sus femeninas curvas.
Estaba radiante, y sonreía de una forma tan insinuante que el hambriento lobo se permitió tomarse un instante para relamerse ante la lujuriosa imagen de mujer que se ofrecía tan perversamente entregada e inocente...
Las bragas rojas destacaban sobre la blanca piel después de que el mantón cayese al suelo casi a cámara lenta, y ya no hubo freno posible que parase a la bestia. Saltó sobre aquél palpitante cuello con el deseo de hacerla suya y volar juntos al paraíso privado donde sus cuerpos se volvían uno, donde la caperucita de bragas rojas devoraba cada noche al canoso enmascarado hasta que lograba hacer salir al viejo lobo negro para que este rejuveneciera alimentándose con el jugoso elixir del deseo de su hembra.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

miércoles, 9 de noviembre de 2016

SUEÑAME DESPIERTA

Quiero que me cuentes lo que ocurre cuando me sueñas en la soledad de tu cama y tus manos buscan la suavidad de tu piel bajo el pijama. Que me des detalles de cómo tu ombligo agradece las delicadas caricias de tus dedos dibujando sobre tu vientre antes de subir poco a poco en busca de los erizados pezones que reclaman pellizcos lujuriosos.
Explícame como se agita tu pecho y se acelera tu respiración obligándote a desabrochar la chaqueta del pijama para apretar ansiosamente esas hermosas tetas...
Cuéntame como el calor va creciendo entre tus piernas y como el pantalón sobra y desparece para poder agarrar y apretar la empapada tela de tus bragas blancas. Dime que te gusta sentir el deseo apoderándose de tí mientras imaginas que son mis manos las bajan tus bragas y buscan tu ardiente sexo rozando perversamente el tembloroso clítoris logrando que todo tu cuerpo se estremezca.
Quiero saber que no puedes más, que buscas nerviosa en el cajón de tu mesita tu juguete favorito para colocarlo entre tus abiertos labios deseando que fuese yo quien te penetra y te haga gemir clavándome en tí una y otra vez sin dejar de morder tu cuello para que goces de ser poseida por el lobo en celo que tanto deseas en tu cama...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados


martes, 8 de noviembre de 2016

BONO-REGALO

Tras unas semanas con el bono-regalo en la cartera, al fin se decidió y se permitió el lujo de recibir ese masaje relajante que le había tocado en la tienda donde compraba sus cremas hidratantes. Para una vez que le tocaba algo, no era plan no aprovecharlo, además con el ritmo de trabajo de los últimos días, le vendría de perlas un poco de atención a su maltratado cuerpo.
En el salón la estaban esperando con todo preparado. Un amable recibimiento ayudó a rebajar un poco la tensión... Fuera de los masajes que antes le daba su chico, y que acababan siempre en fogosos asaltos sexuales, nunca le habían dado uno, y se sentía algo incomoda...
La música relajante, el aroma tan suave, la delicadeza de la chica que la recibe en aquella sala.... Parece que algo la va animando.
No podía ser más dulce aquella chica. Le ofrece una infusión mientras la invita a desnudarse y tumbarse en la camilla. Luego abandona la sala para que le resulte más fácil el momento de quitarse la ropa.
Por fín, estaba tumbada y desnuda bajo la pequeña toalla que le cubría las nalgas y con unas firmes y suaves manos que trabajaban sus hombros y su espalda. Y por fín consiguió relajarse y permitirse sentir la deliciosa sensación que recorría su espalda y subía a su nuca erizando su piel. Sin duda alguna, esa mujer tenía unas manos increíbles.
Tras masajear su zona lumbar, empezó a dedicarse a sus piernas, de abajo a arriba,  logrando que se sintiera en una deliciosa nube. Sus machacados muslos estaban volviendo a sentirse relajados, gozando de aquellos expertos dedos que los amasaban por todos lados... No supo cuando, pero la toalla despareció y ahora estaba sobre sus nalgas, apretándolas,  estrujándolas, separándolas....
Diossss!!! Nunca le habían hecho algo así...!!! Era tan maravilloso, y llevaba tantos meses sin más sexo que el que ella misma se proporcionaba leyendo los jugosos relatos de aquella página que una amiga le había recomendado,  que la reacción de su cuerpo no se hizo esperar. La segunda vez que los dedos pasaron presionando entre sus nalgas, se cuerpo se tensó al descubrir el temblor cálido que nacía entre sus recién depilado labios... La excitación crecía con cada nueva caricia de aquellas expertas manos... Los pezones se endurecían apretados contra la camilla, y su clítoris ardía....
Haciendo esfuerzos por no suspirar,  tuvo un momento de consciencia que le recordó donde estaba, y el rubor se apoderó de ella. A punto de entrar en pánico por la vergüenza,  oyó cómo la invitaba a darse la vuelta para seguir por la parte de delante...
--- Tranquila,  les pasa a muchas...es algo normal. Y no siempre tengo la suerte de tener un cuerpo tan bonito y una piel tan suave. Relájate y déjate llevar por lo que tu piel está reclamando. Te aseguro que para mí es todo un placer ver que mis caricias son tan bien recibidas y agradecidas...
Ella misma se sorprendió al dejarse voltear.  Cerró los ojos y suspiró intensamente cuando ella comenzó a apretar sus erizadas tetas. Se arqueó con los pellizcos sobre los duros pezones y abrió los ojos respirando aceleradamente para ver la lujuriosa cara de ella relamiéndose golosamente...
Cuando vio como acercaba su boca para apoderarse de su pezón y sintió la yema de sus dedos sobre el hinchadísimo clítoris, solo pudo gemir y abrir más las piernas para gozar del embriagador placer que la recorría por dentro.
Retorciéndose como loca, por un segundo sonrió al pensar en lo espectacular que estaba resultando el bono-regalo...
                                  °°°°°°°°°°°°°
Por muchos esfuerzos que hizo durante las siguientes semanas, cada vez que se duchaba, cada vez que se metía en la cama, el recuerdo de aquellas manos sobre su cuerpo la llevaba a sentir un delicioso calor entre las piernas. Ni en su época de adolescente se había masturbado tanto.
Estuvo a punto un par de veces de llamar para reservar cita. Incluso se obligó a quedar con un par de chicos con los que tener sexo sin compromiso,  para tratar de sacar de su cabeza aquel mágico momento en el que su cuerpo gozó del mejor orgasmo de su vida.
No era atracción por las mujeres. Era por la dulzura de aquellas manos expertas, por la suavidad de una deliciosa criatura capaz de hacerla sentirse hembra deseada.
Era evidente que necesitaba una distracción.  Así que cuando sus compañeras de oficina organizaron una noche de copas, le pareció una buena idea. Pero un par de horas después,  entrando en el tercer local, empezó a sentirse fuera de lugar y decidió tomarse la ultima cerveza y despedirse educadamente.
La cantidad de tipos entrándolas a saco le estaban ya molestando, no como a ellas, que parecían encantadas de tenerlos por allí babeando. Se escabulló del grupo con la cerveza en la mano buscando un rincón tranquilo donde poder aislarse. Recorrió con la mirada los grupos, hasta que descubrió la sinuosa figura de su masajista...
Ya no pudo apartar la mirada de ella. Sólo veía el ajustado vestido rojo entre el resto de la gente y cuando la vio llevar la copa a su boca, deseó convertirse  en aquel líquido que mojaba sus labios... Volvía a tener todo su cuerpo erizado...
Apuró la cerveza de un trago dispuesta a salir de allí,  pero ella se giró y la miró.  Y no sólo eso, le lanzó un beso y un guiño mientras le hacía señas con la cabeza para que se acercara.
Los nervios la paralizaron y solo acertaba a sonreír viendo como era ella la que venía con los brazos abiertos para abrazarla con fuerza y plantarle un largo beso tan cerca de su boca que la hizo temblar...
--- Ummm!!!  Mi clienta favorita!!! Pensaba que no iba a volver a verte...
Agarró su mano y tiró de ella hacia el pasillo de los baños. Mordiéndose el labio, la llevó dentro de uno de los servicios y allí devoró su boca sin contemplaciones al mismo tiempo que con su mano buscaba bajo la falda las ya empapadas bragas...
---Diossss, no te imaginas cuantas veces me he tocado pensando en volver a tenerte en mi camilla de masajes...
---Seguro que no tantas como yo soñando con tus manos...
---Me estoy poniendo muy cachonda. Necesito tenerte,  pero no aquí. Vamos a mi casa... Quiero hacerte mía toda la noche... Si tú quieres, claro...
---Ooohhh,  Diossss!!! Sí por favor!!! Todo lo que tú quieras... No dejes de tocarme nunca....
                                   °°°°°°°°°°°°
El olor a café recién hecho y los ruidos en la cocina la sacaron de los brazos de morfeo. Al moverse entre las sábanas que aún olían a sexo, descubrió partes de su cuerpo doloridas, al mismo tiempo que una agradable sensación de alegría...
Pasó por el baño y tras enroscarse en una toalla, salió en busca de aquél rico olor a café,  para encontrarse en mitad del saloncito a Ana (la masajista) con una gran bandeja con café,  zumo de naranja, tostadas, una deliciosa sonrisa y la embriagadora belleza de su completa desnudez... Ana posó la bandeja en la mesita y sin dejar de sonreir se lanzó sobre ella abrazándola y llenando su cara de delicados besos...
---Buenos días, mi bella durmiente. Me muero de hambre, y supongo que tú también...
La llevó al sofá y tras acercarle un vaso de zumo, comenzó a untar las tostadas mientras le preguntaba  cómo quería el café. Silvia se sintió halagada por aquel derroche de atenciones,  asintiendo con monosílabos, sin poder apartar la mirada del maravilloso cuerpo fibroso que unas horas antes había logrado hacerla tocar el cielo...
---Diossss,  estoy famélica cielo. Fue todo tan brutal esta noche que me has dejado molida.
Silvia sonrió ruborizándose.
---Si para ti fue brutal, no sé como definir como fue para mí... Aún tengo miedo a despertar y que haya sido un sueño...
---Ummm!!  Te juro qué no fue un sueño. Y te puedo asegurar que estoy encantada de tenerte aquí, desayunando juntas, viendo tu preciosa cara sonrojada... No estarás incómoda porque esté desnuda...???
---No, no... Está muy bien.  Me puse la toalla por costumbre...pero es todo un placer mirarte...
---Ummm,  qué dulce eres... Tú sí qué tienes un cuerpazo... anda, déjame verte...
Se quitó la toalla y se fundieron en un abrazo,  compartiendo besos con sabor a café, a mantequilla...jugando, riendo, regalándose mimos...gozando de todas las sensaciones que sus cuerpos reclamaban...
Las caricias comenzaron a ser más íntimas, los besos más fogosos. Las miradas delataban el fuego que comenzaba a recorrerlas de nuevo... Hasta que Ana tuvo un segundo de lucidez y se apartó dejando una distancia entre ellas y a Silvia con cara de sorpresa....
---Espera, espera... Antes de volverme loca y comerte entera, quiero contarte algo. No me siento bien sin ser clara y sincera contigo...
---Ufff,  vaya... Me acabas de asustar un poquito... Pero si te vas a sentir mejor, yo también lo prefiero...
Silvia sirvió más café y se colocó frente a ella, mirándola a los ojos, y cuando se disponía a hablar,  Ana le tapó la boca con un dedo para luego besarla muy suave...
---Antes de que digas nada, quiero que sepas que es la primera vez que hago el amor con una mujer, y que ha sido tan intenso y delicioso que pase lo que pase,  digas lo que digas, nunca olvidaré esto. Me vuelves loca con todo tu cuerpo y tu experiencia y tus manos... Cada orgasmo era más sabroso que el anterior.... Pero dime lo que tengas que decir. Puedo entender todo lo que sea desde la honesta sinceridad...
---Buffff!!! Me lo pones muy fácil cielo!!! Y créeme, tus manos y tu cuerpo no tienen nada que envidiar a nadie. Y tu pasión y tu manera de gozar es tan real, tan natural, que no tienes ni idea de lo que eso supone para mi.... Pero a lo que iba...Hace muchos años que descubrí y acepté mi sexualidad. Tuve un par de novios y no funcionaba.  Luego tuve un par de relaciones largas con chicas, pero acabaron terminando por otras razones. Mi trabajo me permite conocer muchas mujeres, y algunas se excitan mucho, y eso me gusta y hace que tenga que esforzarme para no caer en la tentación, pero te juro que nunca me había sentido cómo contigo.  Tu piel me encendió de tal manera y me llevó a hacer algo que nunca había hecho, dejarme llevar por el deseo y disfrutarte...
Silvia la abrazo más fuerte, susurrándole al oído que no necesitaba más explicaciones,  pero Ana continuó...
---De verdad que fuiste todo un regalo del universo, y aunque me sentí mal por haber roto mis reglas, y traté de no pensar en ti... no te pude sacar de mi cabeza, y cuando te vi ayer,  me recorrió por dentro el instinto animal de poseerte, de hacerte mía...
---Diossss!!!  Y vaya si lo hiciste!!. Nunca me sentí tan deseada cómo contigo. Y sí,  estos días yo también quería dejar de pensar en las ganas de volver a sentirte... Y ahora, no quiero dejar de gozarte,  no quiero salir de tu vida...
--- Uuffff,  mi niña!!! Vas a tener que esforzarte para apartarme de ti....

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

lunes, 7 de noviembre de 2016

SORPRENDERTE...

Te he visto muchas veces en ese ritual tuyo para escribir, pero sigue resultándome una escena tan deliciosa que no logro evitar una excitación lujuriosa...
El gran taburete tapizado del piano, el viejo escritorio de tu abuela, la pluma estilográfica que te regalaron por tu primera comunión... La camiseta de Los Ramones, bajo la que sé que no llevas nada, y esas braguitas moradas que yo te regalé...
Absorta, concentrada en tu relato bajo la luz del flexo, no te das cuenta de mi presencia ni de mi mirada recorriendo tus piernas, tus brazos... Deseo acariciar cada centímetro de tu blanca piel...
Me desnudo en silencio tras de tí,  gozando de la perpestiva de tus nalgas resaltando entre el morado de tus bragas y el rojo tapizado del taburete,  hasta que las ganas de tocarte se apoderan de mí... Me siento tras de tí,  rodeándote con brazos y piernas, pegándome a tu cuerpo para que sientas mi excitación y te estremezcas...
---Ummmm!!!  Mi terrible demonio!! Me encanta que me sorprendas así....
---Schsss...silencio... Deja que tu cuerpo sienta mi deseo y aprovéchalo para que fluya tu perversa imaginación...
Medio refunfuñando, tomas de nuevo la pluma suspirando al notar el roce de mis labios en tu cuello.
Busco bajo la camiseta el durísimo pezón izquierdo mientras mi mano derecha sube despacio por la suave piel de tu muslo. Puedo ver como tu mano reacciona y comienzan a brotar palabras, frases.... Tu espalda se arquea buscando apretar mi erección y tus piernas se abren invitando a mis dedos a entrar bajo la empapadísima tela morada...
Por segundos, voy aumentando el ritmo de la presión sobre el abultado clítoris sin dejar de apretar tu pezón y el aroma del deseo llena la habitación.  Los espasmos incontrolables de tu cuerpo se apoderan del mio y me dejo llevar viendo como sueltas la pluma y empiezas a gemir. Tu orgasmo explota en mi mano a la vez que las tuyas arrugan las hojas sobre las que escribías hace unos instantes... Jadeas, tiemblas, suspiras, lo disfrutas, y me haces disfrutar de ser parte de tus momentos más íntimos...
---Diossss!!!  Eres un terrible demonio,  y me encanta...!!! Pero ya sabes el hambre que me entra... Tendrás algo que pueda llevarme a la boca...???

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados