jueves, 7 de diciembre de 2017

LÍNEA 19

El autobús de vuelta a casa por la tarde tan a rebosar como de costumbre, pero hoy parecía más lleno de lo habitual. Eso, o sus ganas de llegar a casa y olvidarse del mundo bajo el agua caliente de la ducha.
Otra parada, más gente apretujándose buscando donde colocarse entre tanta humanidad. Intentando encontrar su espacio, apoyado en un lateral, dejó que fueran rodeándole.
Sin fijarse en nadie, quedó apretado en medio de los cuerpos, y con el movimiento al arrancar notó como un cuerpo presionaba el suyo y como un dulce perfume llegaba a su nariz. No veía su cara, pero aquel perfume y la presión del joven cuerpo, consiguieron aislarle del resto del mundo.
Nueva parada, más gente, más apretados todos...
La tenía tan pegada que con cada movimiento podía sentir sus duras nalgas contra su bragueta... y el perfume embriagándole... necesitó respirar profundo y esforzarse para no tener una erección en aquel mismo instante...
El recorrido continuaba haciendo que los cuerpos se movieran rozándose en el vaivén habitualmente tolerado por todos, pero para él, aquello se convirtió en una deliciosa tortura. La chica no parecía darle importancia y seguía dejándose llevar, apretándose, acercando su pelo a su cara, regalándole bocanadas de una fragancia exquisita, llevándole a un estado hipnótico. Por un instante, le pareció que los movimientos de ella eran intencionados. Pensó que estaba buscando su contacto y que disfrutaba de la situación. Quiso imaginar que era cierto, y que se volvería de repente y le besaría mientras seguían pegados, incluso, con un frenazo del autobús, creyó sentir un leve suspiro saliendo de su boca.
Tan ensimismado estaba en el momento que no se dio cuenta que habían pasado varias paradas y que la cantidad de pasajeros había disminuido notablemente. Tampoco se había percatado de que con tanto ensoñamiento, se había relajado y su cuerpo había actuado por su cuenta haciendo que su bragueta estuviera terriblemente abultada.
Y ella seguía allí, pegada a él!!!.
Había hueco delante como para tomar una distancia prudencial, pero no, continuaba allí, y por como se movía, era totalmente consciente de su erección!!!. Aquello terminó por descolocarle y excitarle aún más, y se fijó que sí, que suspiraba, que también estaba disfrutando con la situación... y entonces ella se giró, sin dejar de apretarse, mordiéndose los labios, mirándolo con sus grandes ojos color miel...
--- Me bajo en la próxima, no me sigas. Toma mi número y llámame otro día, esto no puedo quedar así...
Metió un papel en el bolsillo de su camisa, le besó con fuerza en los labios y salió decidida a la calle. Paralizado, la siguió con la mirada viendo como cruzaba y se perdía entre la gente. Sacó el papel del bolsillo, un número de móvil y un par de líneas...
"Martes y jueves libre por las tardes. Sin nombres"

Continuará...

MICHELGARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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1 comentario:

  1. Viajare en la misma linea, deseó saber que sucede después....��

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