jueves, 15 de diciembre de 2016

VIAJE DE NEGOCIOS


Cuarta visita del año a Barcelona y como siempre, la agradable sensación de sentirse acogido y bien recibido.  Todas las visitas anteriores habían sido muy productivas, con buenos negocios cerrados, y está vez todo parecía indicar lo mismo.
La recepcionista del hotel donde reservaba de costumbre me saluda por mi nombre, haciendo todavía más placentera mi llegada.
---Buenas noches Sr. García.  Bienvenido. Su habitación esta preparada...
---Hola Roser. Tan amable y eficaz como siempre. Así da gusto. Al final ya vengo aquí por verte a tí, más que por el hotel...
---Me va usted a sacar los colores Sr. García. Ya sabe, cualquier cosa, estaré en el turno de noche...
---Gracias. Y repito, un placer estar aquí de nuevo...
La misma habitación. Limpia, sin mucha decoración.  La cama grande y cómoda, y ese balcón para fumar y respirar el aroma de la noche. Coloco mi ropa en el armario tras un vistazo rápido a la agenda de mañana. Sin olvidar el cigarrilo en el balcón....
Con la comodidad de andar sin pantalones, con la camisa desabrochada, una visita al baño y a dormir.... Pero alguien llama a la puerta...
---Quien es???
---Sr. García, soy Roser. Disculpe la molestia. Me acabo de dar cuenta que el mando de la tele esta sin pilas...
Abro la puerta olvidandome que no llevo pantalones. Acordandome justo después de hacerlo, cuando ya Roser me ha visto...
---Espero no haberlo despertado. Vi el aviso y pensé en subir y cambiarselas por si quería ver algo. Se las pongo en un segundo...
No me da tiempo a reaccionar y ya está dentro con el mando en la mano. Cierro la puerta,  pensando en pedir disculpas por mi ropa, pero se le caen las pilas y me acerco a ayudarla. Al incorporarnos, quedamos tan cerca, que siento como ella inspira con fuerza cerca de mi cuello.
---Uffff,  no hay aroma más delicioso que el suyo. No consigo olvidarme de él...
Sus manos agarran mi camisa y su boca se apodera de mi cuello...
---No puedo más.  Me he aguantado las ganas mucho tiempo...
Su lengua invade mi boca mientras me quita la camisa y me tumba sobre la cama. Estoy bajo ella viendo como su camisa blanca desaparece,  dejándome contemplar unos enormes pechos erizados. Veo como sus gafas vuelan sobre la cama y su melena morena cae sobre sus hombros. Con un rápido movimiento, su falda de tubo acaba enroscada en su cintura y mi bóxer desparece.
Ni que decir tiene que mi ereccion hace rato que esta en pie de guerra, y más aún cuando siente la humedad de una entrepierna sin ropa interior..
Completamente entregado, siento como se encaja sobre mi erección, como embiste con fuerza con sus caderas. Hipnotizado por esos grandes pechos que botan con sus frenéticas sacudidas, la veo gemir y jadear dejándose llevar por una incontrolable pasión que la lleva a gritar en un orgasmo intenso y salvaje.
Estoy tan sorprendido por la visión increíble de la transformación de la dulce recepcionista que no puedo acompañarla en su orgasmo.  Percibo como toda ella se estremece por dentro, relamiendose y gozando de su momento.
No puedo dejar de mirarla, gozando de cada mínimo movimiento... Hasta que ella clava sus ojos en mi, con cara golosa, dándose cuenta de mi estado....
---No está bien que sea yo sola la que disfruta...
Sin dejarme rechistar, cambia de postura, agarrando mi erección con su boca. Observo como sube y baja por ella de una forma tan suave y deliciosa que todos mis poros se erizan. Vuelvo a mirarla, dudando de nuevo de que la dulce Roser sea la misma que esta relamiendose de gusto dándome semejante placer.
Maravillado por todo, por fin me relajo y me centro en entregarme al gozoso placer de su boca. Mi cuerpo se tensa y la agarro por el pelo, acompañando sus movimientos.  Un escalofrío me recorre cuando exploto, gritando como hacía mucho que no gritaba. Compartiendo con ella un orgasmo bestial.
---Dios, Roser!!! Eres increíble!!!
---Tanto tiempo sin atreverme. No podía más!!!
Observo como se incorpora relamiendose,  colocándose la falda, buscando la camisa y las gafas. Jadeando aún, trato de levantarme cuando ella ya se ha vestido y desde la puerta se gira...
---Feliz estancia Sr. García.  Estaré toda la semana en el turno de la noche. Que descanse...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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UN NUEVO DIA


Miércoles, 09:15 de la mañana.  Entrando en el garaje después de dejar a la niña en el colegio. Aparco en mi plaza, abro el trastero y espero... Suena la puerta de los ascensores y unos tacones acercándose...
09:20, puntual, aparece en la puerta con su vestido blanco ajustado, muy cortito, amarrado en la nuca tras su melena negra, y en la mano su cazadora vaquera y su bolso,  del que saca insinuante unas mínimas braguitas blancas...
Me mira relamiendose,  dejándome disfrutar de su aparición,  de sus piernas ligeramente separadas, de sus duros pezones marcándose bajo la tela que presiona sus grandes pechos...
---Puedo pasar?? O quieres seguir mirándome...
La respuesta es agarrarla con fuerza por la cintura, apretandola contra mi, cerrando la puerta para buscar después el lazo que sujeta su vestido para dejar a la vista la impresionante hermosura de su pecho erizado.
Ella no pierde el tiempo.  Se deshace de mi camiseta y se aprieta lujuriosamente contra mi. Desabrocha mi pantalón,  bajandome la ropa y liberando mi ereccion entre sus piernas.
Mordiendonos apasionadamente,  mis manos la sujetan por las nalgas,  embistiendola contra la pared, entrando en su empapado sexo, llevándola a gemir arqueandose. Siento sus uñas en mi espalda, arañandome, haciendo que apriete más aún sus nalgas y vuelva a embestir con fuerza dentro de ella.
Ahogo sus gritos con mi lengua, pero no le basta. Busca mi cuello y muerde con rabia para no gritar. Algo caliente corre por mi hombro, y no se si me ha hecho sangrar o es su saliva, pero me gusta!!
Una embestida tras otra, cada vez más rápidas. Dándonos placer salvaje, gozandonos por el placer de gozarnos. Llevándonos a un frenético orgasmo que a duras penas logramos evitar se convierta en escandaloso. Jadeando,  acelerados, respirandonos, notando cada estremecimiento del otro como propio. Dos amantes unidos por la pasión del deseo...
09:30. Nos vestimos recuperendonos, volviendo todo a su sitio. Salimos. Le doy las llaves del coche. Un beso intenso y cariñoso...
---Me voy amor,  que hoy tengo un día duro en la tienda...
---Ciao cielo. Nos vemos en casa para comer...
---Claro mi lobo.  Ya recojo yo a la niña...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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MI SUEÑO FAVORITO


He vuelto a tener mi sueño favorito esta noche.
Ese en el que hundes tu cara en mi cuello mientras mis dedos bajan por tu espalda desnuda haciendo que tu piel se erice y tu pecho se pegue contra el mío...
Ese en el que siento la humedad de tus braguitas sobre mi abultado slip,  y el movimiento sinuoso de tus caderas me incita a agarrar con fuerza tus nalgas...
Ese, tan delicioso y repetido, en el que me rindo sin condiciones al lujurioso placer de sentir tus dientes clavándose en mi cuerpo como loba en celo que marca su territorio...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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martes, 13 de diciembre de 2016

ENTREMOS EN CALOR


Fuera, mucho frio... Mucha lluvia sobre los cristales...
Dentro, en la habitación,  el calor agradable de la calefacción para que cuando llegues te sientas cómoda y reconfortada. La cafetera a punto para ese capuchino cremoso que tanto te gusta.
Llegas con esos quince minutos de retraso producto de esa agenda loca con la que peleas cada día. Molesta contigo misma por no llegar puntual, con ese mohin que vuelve tu cara aún más deseable.
Con una sonrisa, preparo tu café, invitándote a acercarte para acogerte entre mis brazos y así lograr que entres en calor a base de besos y caricias. El café y los mimos consiguen su propósito, haciendo que te vuelvas una gatita dulce que ronronea sinuosa dejándose mimar.
El ambiente comienza a caldearse de manera imparable, y los cuerpos reclaman protagonismo, pasando en minutos de la dulzura al visceral deseo acumulado en encuentros donde no se podía dar rienda suelta a la pasión que ambos nos provocamos...
Tus besos se convierten en lujuriosos mordiscos sobre mis labios y tu vientre se aprieta, frotándose contra mi abultada bragueta. Necesito un gran esfuerzo para apartarte. Más,  cuando veo tu mirada inyectada de deseo...
Pero hoy quiero jugar. Quiero que sigas mi juego.
Me aparto y me siento frente a ti, pidiéndote que te desnudes para mi. Tu pícara sonrisa me indica tus ganas de jugar, y observo encantado como te vas quitando cada prenda poco a poco.  Veo como tu excitación va en aumento y como tu piel se va erizando según me la vas enseñando...
Puedes ver los efectos en mi pantalón cuando me miras relamiéndote,  completamente desnuda, mostrándote entregada y golosa.
Te pido que te vuelvas, que me dejes ver ese espectacular culo. Que me enseñes como te tocas, como tus dedos acarician tu sexo mientras te agachas y separas tus piernas. El olor a hembra me llega claramente,  llevando mi deseo a un punto casi doloroso que me cuesta dominar, y tengo que contenerme para no saltar y tomarte ya mismo. Logro frenar, y entre suspiros te ruego que no me mires, que no pares de tocarte.
Aceleras gustosamente el ritmo de tus dedos. Tus jadeos y gemidos se vuelven más intensos. Comienzas a temblar, a suplicarme que te haga mía de una vez. Gritas que me quieres dentro de ti cuando veo la humedad de tus labios empapando tus dedos.
Acompaño tus jadeos,  pidiéndote que sigas, rogándote que te acerques, que vengas a sentarte sobre mi...sin mirarme...
Te dejas guiar siguiendo el juego. Te acercas hasta sentarte y descubrir mi cuerpo desnudo bajo el tuyo, suspirando al sentir mi erección entre tus piernas...
Mis manos se apoderan de tus temblorosas tetas a la vez que mis dientes se clavan en tu cuello logrando arrancarte un grito de placer, para después susurrar en tu oído que te amo, que te deseo, que quiero poseerte salvajemente...pero que a partir de este momento tú mandas, tú decides...
Qué mi última orden es que me la agarres con fuerza con tu mano y la uses para gozar, que tu eliges donde y cuando ponerla,  que es tuya, que soy tuyo, que me hagas gozar como sólo tú sabes hacer...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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AL FIN EN CASA


Una cerveza fría en el sofá después de un día largo. Fuera zapatos, camisa desabrochada...
Segundo trago, saboreando el momento... Y suena la puerta del apartamento.  Reconozco el delicioso sonido de tus tacones antes de verte aparecer en la puerta del salón, dejando bolso y cazadora en la silla.
La ajustada camiseta marcando los erizados pezones,  tu faldita corta mostrando esas espectaculares piernas, tu mirada.... Diossss!!!  No hay duda, vienes con ganas de jugar!!!!
Sin dejar de mirarme, sin una sola palabra,  te acercas a mi, para acostarte sobre mis rodillas y levantar la falda dejándome contemplar ese duro culito tan trabajado en el gimnasio....
--- Me he portado muy mal!!! Llevo todo el día pensándote y mis braguitas están empapadas... Necesito una buena reprimenda!!!
Mi mano salta como un resorte sobre esas redondas nalgas, apretandolas y azotándolas sin preguntar, a la vez que mi erección empuja ansiosa dentro de mi pantalón. El sonido de cada azote va seguido de un intenso gemido mientras tu cuerpo se va apretando contra mi abultada bragueta.
Si lo que pretendímediasas era encenderme, vaya si lo has conseguido. Mis manos buscan la humedad de tus braguitas, apartándolas... Relamiéndome con la lujuriosa visión,  termino por arrancártelas, viendo como los azotes enrojecen tus blancas nalgas...
El salón se llena con el inconfundible aroma de tu deseo, haciendo que todo mi cuerpo vibre y llevando una mano en busca de tu boca. Te levanto, poniéndote de rodillas a mi lado, volviéndome loco al sentir como se aprieta tu tembloroso culo sobre mi dedo, viendo esos ojos inyectados de pasión,  sintiendo cómo lames mis dedos y como te levantas la camiseta para colocar un durísimo pezón en mi boca...
No puedo más!!!!
Desabrocho aceleradamente mi pantalón, liberando la tremenda erección,  y tú,  te lanzas a sentarte sobre ella, con un decidido movimiento, encajándote por completo, gritando como loca, mordiendo mis labios, llenando mi boca con tu saliva caliente...
Y ya no hay forma de frenar la lujuria frenética que se apodera de nuestros cuerpos. El tiempo se detiene y sólo existe el salvaje orgasmo en el que juntos explotamos...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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viernes, 9 de diciembre de 2016

Y SARA SE ENCONTRÓ....


Llevaba una hora en la fiesta y seguía tan sola e incómoda como cuando llegué. Tanto había insistido la prima Olga que terminé por venir, pero el no conocer a nadie, estaba confirmando mi idea de marcharme lo más rápido posible. Además, hacia 20 años que no veía a Olga, y aquella mujer escultural, con el ajustadisimo pantalón de cuero y la cazadora de Iron Maiden, no se parecía en nada a la dulce niñita que recordaba de aquella boda donde nos presentaron.
Olga estaba muy ocupada haciendo de anfitriona, así que solo me había saludado al llegar, eso si, muy cariñosa, y prometiendo que mas tarde se ocuparía de mi...
Una mano suave en mi brazo me sacó de mis pensamientos...
---Es una pena, una rubia tan guapa y tan aburrida. Me llamo Marta, que haces tan sola??
Descubrí una morenaza de ojos grandes, con un vestido blanco cortisimo, y unos labios carnosos que parecían hechos expresamente para besar. Nunca me había sentido así por nadie, y menos por una mujer, pero aquella criatura despertó mis abandonadas y nunca realizadas fantasías lesbicas.
---Hola Marta, soy Sara. Pensaba que la fiesta se me iba a hacer larga, pero me acabas de hacer cambiar de idea...
---Me alegro.... La fiesta es un poco sosa, pero en un sitio más privado, podríamos hacerla más interesante...
Esa mirada, esa caricia suave en mi brazo, terminaron de hacerme temblar. No me podía creer lo que estaba haciendo,  pero mi erizado cuerpo me confirmaba las ganas de seguir con aquella excitante locura.
Sin más divagaciones, dejo que Marta me siente sobre el lavabo y comience a acariciar mis piernas mientras devoro ansiosa aquellos maravillosos labios. Cuando sus dedos recorren el borde de mi tanga y acarician el húmedo triángulo de encaje que cubre mi caliente pubis, me retuerzo gimiendo al sentir la jugosa lengua que invade mi boca. Gozo encantada con los expertos dedos que me llenan de oleadas de placer, haciéndome abrir más las piernas, buscando sentir más, entregándome al deseo.
Se arrodilla ante mi, cambiando caricias por lametones, haciéndome suspirar, haciéndome apretar mis pechos con fuerza.... Y entonces me doy cuenta. La prima Olga, de pie en la puerta del baño, relamiendose, con una maliciosa sonrisa...
---Vaya, vaya.... Primita, no pierdes el tiempo...
Marta se aparta saltando hacia atrás como un resorte. De rodillas, con la cabeza bajada, no hace más que pedir perdón...
Me quedo totalmente descolocada por la escena, y más todavía, cuando Olga me abraza por la cintura, besandome suavemente y noto su mano agarrandome con fuerza las nalgas...
---Esto tendría que ser la sorpresa de fin de fiesta, pero como aperitivo esta muy bien. Ahora volvamos a la fiesta. Cuando quedemos solas, empezará la diversión... Y tu Marta, me has desobedecido, así que tendré que castigarte. Dame tus braguitas, y luego subes al ático. Quiero que te tumbes desnuda boca abajo en la mesa de mármol y esperas allí sin moverte...
Marta, sin rechistar y sin levantar la cabeza, se quita las braguitas y sale del baño. Olga las pasa por su nariz y se las guarda dentro del pantalón, sin dejar de mirarme, sin dejar de acariciarme el culo...
Todo muy nuevo y excitante para mí. Tan abrumador, tan intenso, que no puedo ni quiero perderme el próximo segundo. La fiesta dió un giro tan increíble, que ni en mis fantasías más locas podría llegar a imaginar.
Salgo del baño de la mano de Olga, dispuesta a dejarme llevar al mismo infierno, deseando que todos se marcharan para entregarme a gozar del deseo salvaje que aquellas deliciosas perversas me acaban de despertar...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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ME LLEVAS DONDE QUIERES...


Tiemblas como una hoja entre mis brazos, con esa mirada golosa de quien está disfrutando con todo su ser. Te fundes en mi pecho con la respiración tan acelerada que puedo sentir cada latido de tu corazón golpeando sobre mi piel, enroscándote de tal manera que no hay centímetro de mi piel que no vibre acompañándote...
Entre jadeos y besos apasionados, susurras mi nombre, dando gracias por el orgasmo que acaba de estremecerte por dentro.
Y yo, tremendamente excitado por gozar de tu delicioso estado, busco ansioso apretarte más contra mí. Mi erección se encaja entre tus muslos, palpitando al notar la increíble y cálida humedad que baña tu tembloroso sexo.
Arqueas todo tu cuerpo buscando sentirla, sin dejar de mirarme, y cuando mi mano agarra tu nalga invitándote a subirte sobre mi, aceptas mordiéndote los labios...
Te colocas para hacerla tuya, y abres tu boca al descubrir la facilidad con la que se desliza entre tus empapados labios...
El temblor dentro de tu cuerpo hace que la aprietes, llevando mi cuerpo a un placer tan intenso que sólo puedo agarrarme a tus caderas y seguir tu frenético ritmo entre gritos en un estado salvaje del que ni puedo ni quiero salir. Tus dedos estrujan mis pezones lascivamente. Tus gritos, tus suplicas de que no pare, me vuelven tan loco que me derramo en ti, justo cuando toda tú te estremeces en un nuevo orgasmo...

MICHEL GARCÍA
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SENSACIONES OLVIDADAS


Sentir la suavidad de unas sábanas de seda sobre la piel desnuda después de un baño relajante y disfrutar de su roce mientras voy notando como mi cuerpo se va erizando y calentando.
Descubrir como los pezones se endurecen y se levantan reclamando los delicados pellizcos de mis dedos para temblar nerviosamente aumentando mi calor y mis ganas de sentirme de nuevo mujer.
Mis muslos, acariciados por la fina tela, se abren al notar el calor bajo el encaje blanco de mis húmedas braguitas, invitando a mis manos a jugar con mis recién depiladas ingles y apretar los cada vez más hinchados labios en un lujurioso momento que transporta mi mente al cálido lugar donde me transformo en una caperucita hambrienta y deseosa de devorar al peligroso lobo que últimamente me hace recordar sensaciones que ya creía olvidadas...


MICHEL GARCÍA
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viernes, 2 de diciembre de 2016

MARCAS


Marcas de tus uñas en mis caderas, en mis muslos...
Arañazos por toda la espalda. Moratones en mis brazos por la fuerza de tus manos... Y esos dientes mordiendo salvajemente mi cuello entre increíbles gritos...
Ojos en blanco entre profundos jadeos y guturales sonidos de un lujurioso placer que vives tan sinceramente que logran convertirme en un animal poseído por los más primarios instintos.
Y ésas súplicas!! Ésas palabras groseras y obscenas que nacen desde tu más profunda esencia!! Ésa manera de pedir ser mía otra vez más, de jurar que no quieres otras manos que te recorran y te hagan gozar... Rogando que nunca deje de follarte así...
Todo grabado a fuego en mi mente y en mi cuerpo, con la certeza de aquellas cosas que se hacen con la verdad de las emociones del alma. Sabiendo que las marcas físicas llegan a desaparecer, pero que las de la mente reaparecen cada vez que cierro los ojos...
Y éstas noches en las que el calor no me deja dormir, dónde las sábanas se pegan a mi sudoroso cuerpo desnudo, y el tiempo parece no pasar, mi cabeza no tiene mejor idea que recordar cada uno de esos encuentros donde te convertías en la viciosa hembra en celo que se entregaba a ser mi perversa lobita.
Tortura mental en grado máximo,  a la que se suma la tortura física de una tremenda erección que levanta la sábana pidiendo la atención de mi mano, mientras vuelvo a cada una de las gloriosas escenas compartidas,  para acabar otra noche más regalándote mi solitario orgasmo en la distancia.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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EL DEMONIO LA MIRÓ


Tanto tiempo escondida en sí misma, negándose ni siquiera una oportunidad. Encerrada en la oscuridad de su asustada mente.
Muchos meses viviendo en automático, demasiados, tantos como para llegar a convencerse de haberse secado por dentro. De sentirse como una mujer fría para quien el sexo eran recuerdos tan extraños como si fueran los recuerdos de otra vida, de otra persona...
Y de pronto, sin saber cómo, un demonio la había mirado a los ojos de una forma tan intensa y especial, que todo en ella se volvió temblores y nervios...
Y cuando la beso suavemente...
Ni una sola de sus células pudo mantenerse en equilibrio...
Las charlas se hicieron largas. Los cafés, una deliciosa escusa. Los nervios aumentaban con cada mirada, con cada sonrisa... Saltaron las alarmas, los miedos, los no puede ser. Pero aquél demonio seguía clavando su mirada en sus ojos y su cuerpo respondía erizándose. Y él cada vez se acercaba mas... Besos más largos, caricias más intensas...
Volvía a ser mujer, volvía a tener la respiración acelerada. Era de nuevo un cuerpo cálido que reclamaba caricias. Excitada y sorprendida, no podía dejar de pensar en su demonio, en aquellas manos que la recorrían bordeando los limites de su pantalón, en los deliciosos mordiscos en el cuello. Pero estaba sola, y cada vez mas excitada... imposible concentrarse en otra cosa...
El demonio la había despertado y ya no había modo de dormirla. Sus manos comenzaron a moverse por su cuenta, buscando calmar de algún modo aquél ardor lujurioso que empapaba su tanga... Con la camisa desabrochada y la mano dentro del pantalón, se dió cuenta que no estaba calmándose precisamente, y que deseaba con todas sus fuerzas que fueran las fuertes manos de su demonio las que jugueteaban en su mojado sexo...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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