miércoles, 23 de noviembre de 2016

ENTERITA PARA MI.


Te guio a la habitación,  donde te desnudo poco a poco... Disfrutando de cada trozo de piel que voy descubriendo. Admirando cada curva, cada rincón erizado...
Completamente desnuda, te tumbo en la cama, amarrando pies y manos, recorriendote con la mirada...
La punta de mis dedos empieza a rozarte por la cabeza,  la cara, la boca, dejándote chupar mis dedos un leve instante,  para seguir el camino por tu cuello,  tu brazo... Bajar por la axila, que se estremece, y llegar a la cálida sensación de tener tu teta entre mis dedos, temblando y convirtiendo el pezon en un duro volcán...
Recorro tu ombligo, tu cintura, llegando a los muslos, subiendo por ellos hasta el suave pubis...
Tus labios húmedos se abren para que mis dedos se empapen de ti y con mi mano mojada, dejo de tocarte, y arrodillado entre tus piernas comienzo a masturbarme, mirándo como levantas tu cabeza para verme, relamiendote golosa, pidiendo que siga, que vuelva a tocarte...
Apretandola con fuerza me inclino acercandola a tu pubis, muy cerca, sin tocarte. Acelero el ritmo gimiendo, sin pensar en frenar, hasta llegar a derramar sobre tu abierto sexo todo mi caliente elixir, que recibes gritando excitada, sintiendo como te baña toda la entrepierna, desde el ombligo hasta los chorros que se deslizan hasta tu culo.
Gimes acalorada queriendo más.  Te miro sonriendo mientras me levanto y enciendo un cigarrilo sin dejar de mirarte.  Me tumbo entre tus piernas a fumar, viendote empada de mi, y tras soltar tu mano derecha, me dedico a observar como te acaricias,  como tus dedos retozan sobre tu cuerpo embadurnandote...
Tu calenton es tan grande, que te masturbas frenética, regalandome el delicioso espectáculo de tu orgasmo en primera fila.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

DÉJAME ENJABONARTE...


Un día perfecto para salir a correr. Sin mucho calor, y un poco de llovizna... Aún así, llegó sudando, con ganas de una ducha...
Con las prisas y la necesidad de sentir el agua,  ni se percató de haber dejado la puerta abierta. La empapada camiseta cayó al suelo dejando a la vista su fuerte torso y sus musculados brazos. Luego el resto de la ropa, y cuando ya entraba en la ducha, a su espalda, una voz le sobresaltó...
----Te ayudo a enjabonarte ojazos???
No se lo podía creer.  Anele, la chica tímida que le saludaba en el supermercado, con la que cruzaba en el metro un simple buenos días. La chica de mirada penetrante estaba frente a él con un albornoz blanco y un gel de coco en la mano, clavándole la mirada y sonriendo picaramente.
No hizo falta respuesta. En segundos el albornoz estaba en el suelo y se besaban bajo el agua caliente. Ella acariciaba sus duras piernas, y el olor a deseo, mezclado con el aroma a coco del gel, fue llenándolo de excitación para dejarse recorrer milímetro a milímetro por aquellas suaves manos que lo enjabonaban con pasión.
Cada vez más excitados por las caricias, por los juegos, por las manos que se perdían en cada rincón de sus cuerpos. Ansiosos por gozar, por descubrir, por tocar...  Por llegar al éxtasis....
---No dejes de buscar todo lo que desees. No puedo esperar más... Te necesito dentro!!!
Ese recorrido de caricias, sacudidas, temblores, jadeos, les llevó a un orgasmo que parecía no tener fin, para acabar llenos de jabón en el suelo de la ducha, besándose cómo locos, respirándose y regalándose placer. Sumidos en un sopor delicioso que les lleva a quedarse adormilados entre suspiros...
Hasta que él abre los ojos y mira a su alrededor con cara de no entender nada... Son las tres de la mañana y está solo en su cama, sudando, y con una tremenda erección... En fin, aún queda noche para seguir soñando....

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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lunes, 21 de noviembre de 2016

RENDIDA A SER TUYA


Sentir tu deseo a mi espalda me hace temblar!!,  y lo sabes!!
Tu aliento en mi nuca, tu presión sobre mis nalgas, agarrando mis caderas y apretándome contra el lavabo... Uffff!!!  Me siento deseada!!!
Y cuando veo tu cara en el espejo.... Tu mirada inyectada de pasión... Diossss!!!  Me vuelves loca!!! Y no quiero parar. Levanto mi culo buscando la lujuriosa sensación de frotarme contra tu abultado paquete...
Te veo morder mi cuello sin disimular las perversas ganas de tomarme allí mismo.  Tus manos bajo mi camiseta, directas a mis tetas... Quiero verlo!!! Me la quito para mirar en el espejo como las estrujas sin miramientos, haciendo que me encienda aún más, notando como arde y se empapa mi entrepierna.
Sé que ya no te frenaras. Y me encanta tenerte y verte así!!!
Te arrodillas tras de mí,  bajándome el pantalón del pijama y las bragas con fuerza. Jadeando como un lobo en celo, separas mis nalgas... y tu lengua...
Madre mía!!!
Un estremecimiento tan delicioso me recorre por dentro; mis piernas flojean y tengo que agarrarme con fuerza al lavabo para no caer al suelo.
Me llevas al cielo con la pasión con la que te entregas a saborearme de esa manera tan intensa. Y en ese momento, soy tuya por completo, rendida, gozando...
Entonces te levantas y me miras a través del espejo mientras te bajas los pantalones... Diossss!!  Esa mirada no la sacaré nunca de mi cabeza!!!
Y entras en mí de un solo empujón,  gimiendo, acelerado, poseído por el deseo animal. Me embistes una y otra vez provocando mis gritos... Tu cara, tus ojos, tus jadeos...agarrando mi pelo, gozando como un loco.. El sudor de tu frente, goteando sobre mi espalda...
Imposible sacar de mi mente todas esas imágenes, tan  grabadas a fuego que de tanto recordarlas ahora en la soledad de mi cama, hacen que me retuerza desnuda jugando con mis manos sobre mi sudoroso cuerpo, gozando al descubrir la tremenda humedad que brota de mi sexo.
Vuelvo a cerrar mis ojos para recrearme en tu desencajado rostro cuando gritabas explotando dentro de mi... Y como aquella noche, me llevas a un orgasmo tan sabroso,  tan rico, tan sincero...ante el que lo único que puedo hacer es reconocer mi rendición incondicional a ser tuya noche tras noche.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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SEGUIDORA AGRADECIDA


Gracias Legna.
 No te imaginas lo placentero que me resulta seguir tus relatos. Quiero que sepas que sigo con pasión cada nueva publicación y me vuelve loca cada frase, cada historia,  hasta el punto de tener ya un ritual especial con cada una de ellas.
Cuando aparece el aviso de un nuevo relato, me pongo tan nerviosa que no veo el momento de llegar a casa y desnudarme por completo mientras se llena la bañera. Me preparo un café disfrutando de la libertad de mi desnudez, haciendo un esfuerzo por no comenzar a leer... Ya ese momento de saborear el café hace que mi cuerpo sepa lo que le espera y toda mi piel se eriza...
Por fin, tras dejar que la espuma, las sales y el agua caliente cubran todo mi excitado cuerpo, enciendo un cigarrillo y comienzo a sumergirme en las golosas escenas que tu lujuriosa mente describe con tanta pasión.
Leo, y releo para no perderme detalle, para sentirme protagonista principal,  y dejo que la excitación vaya pasando de mi mente a mi cuerpo... Hasta que ya no puedo esperar más...
El calor de mis depilados labios reclama ansiosamente caricias lascivas y mis dedos presionan con decisión el hinchado clítoris llevándome a un orgasmo que lleva tu nombre...
Te aseguro que te has convertido en responsable exclusivo de todos y cada uno de mis orgasmos, y créeme,  cada vez son más deliciosos.
Espero que estas letras sirvan de estímulo extra (aunque sé que no lo necesitas) para que sigas cautivándonos y convirtiéndonos en tus rendidas exclavas...
Gracias desde mi más intima lujuria!!!

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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miércoles, 16 de noviembre de 2016

DOMINGO


Ana despertó sorprendida. Miró el móvil para cercionarse que era domingo y no llegaba tarde al trabajo.
Respiró aliviada y se enroscó de nuevo en las sabanas, aprovechando la sensación de placer de poder dedicarse un día entero a si misma.  Sin horarios, sin compromisos familiares, y sobre todo, sin ningún pesado tratando de hacerse el amante romántico perfecto....
Se estiró en la cama, gozando del tacto de las sabanas contra su piel, disfrutando de su desnudez con creciente pasión. Comenzó un juego de caricias, firme y decidido,  con las ganas de una mujer joven que llevaba demasiado tiempo sin que nadie la hiciese gozar de verdad. Siguió dándose el gustazo de disfrutarse, calentandose por momentos, recorriendo cada punto de su excitado cuerpo. Entró en la cálida sensación del orgasmo. Saboreando cada suspiro, cada gemido, llegó a esa oleada salvaje que la estremeció por dentro.
Con una sonrisa de oreja a oreja, se levantó energetizada.  Pensando en un café, se encaminaba a la cocina cuando el timbre de la puerta la sorprendió... Estaba feliz, así que cubrió su cuerpo con un albornoz y abrió con una sonrisa,  dispuesta a que nada la alterase....
---Buenos días, perdona que te moleste.  Me acabo de mudar y estaba preparando café y me di cuenta que no tengo leche.  Podrías prestarme un poco? Por cierto me llamo Sara...
Ana balbuceo nerviosa....
---Si claro, espera que te traigo....
Dios, no era lesbiana, pero aquella mujer era espectacular.... La camiseta blanca ajustada, sin sujetador, marcando sus pechos, la había hipnotizado poniéndola nerviosa. Que estaba pasando...?
---Aquí tienes.... Y perdona, me llamo Ana. Si necesitas algo más no dudes en pedirlo, bienvenida, estará bien tener alguien joven al lado...
---Te tomo la palabra... Oye, tengo el café recién hecho, lo compartimos y nos vamos conociendo?
No supo decir que no. Minutos después, Sara le acercaba una humeante taza de café y entonces se acordó, estaba desnuda bajo el albornoz y se sintió incómoda....
Sara bebió sin dejar de mirarla. Esa mirada terminó de dejarla fuera de juego.  No sabía que ocurría, pero por alguna razón, estaba deseando que la besara.
Sara dejó la taza, y como si leyera su mente,  la agarró por el cuello y la besó con una mezcla de pasión y ternura, como nunca antes la habían besado.
El albornoz cayó al suelo, la camiseta y el pantalón de Sara también.  Sin dejar de besarse, terminaron abrazadas y desnudas. Ana se sentía en una nube,  sintiendo sus manos recorrerla. Notando sus duros pechos frotándose contra los suyos.
Estaba realmente excitada, y cuando la pierna de Sara se colocó entre las suyas, no pudo más que suspirar y abrir las suyas con ganas para dejarla notar la humedad que bañaba su sexo.
Sara gozó encantanda. Acercó sus dedos a aquél cálido centro de placer y comenzó un movimiento intenso que a punto estubo de hacerla doblar las piernas por el estremecimento que la recorrió por entero. Sara aceleró el ritmo al sentirla gozar, y con decisión, sin que Ana supiese como, se arrodilló y besó con ardor el húmedo sexo, introduciendo su experta lengua,  llevándola al más dulce orgasmo que podía recordar.
La intensidad del orgasmo terminó de aflojarle las piernas,  y terminó tendida en el suelo de la cocina, pegada a la deliciosa diosa que la acababa de llevar al cielo...
---Preciosa,  espero que no haya nadie esperándote en tu apartamento.....
---No, no hay nadie!!... --Suspiró Ana--
---Uffff, entonces el domingo se presenta espectacular....

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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EL CENTRO COMERCIAL


No me gustan los centros comerciales, y acabo por ir sólo cuando realmente necesito hacer alguna compra. Hoy es uno de esos días y tras pasar por la tienda buscada, tomo las escaleras mecánicas con ganas de llegar al parking, coger el coche y salir de allí.
Al cruzar por uno de los niveles, paso delante de la cafetería y no puedo evitar mirar hacia la mesa del fondo donde unas espectaculares piernas bajo una cortita falda destacan sobre el resto. Tengo que fijarme más en esa pelirroja, en su ajustada camiseta negra que resalta un precioso escote, en sus trenzas que le dan una imagen de niña pícara, en sus brillantes ojos.... Dios!!! Pero si la conozco!!! Y el tiempo que llevo deseando comérmela y siempre hay algo que se complica para que no pueda ni siquiera intentarlo y tenga que seguir soñándola....
Y está sola, mirando el móvil con gesto distraído, y yo aprovecho para ir acercándome repasando de nuevo su espléndida anatomía. Disfrutando el momento, llego a su altura en el instante que ella levanta la vista y sonríe al verme, levantándose para abrazarme y regalarme dos sonoros besos y una dulce ración de su sugerente perfume.
Y sí, está sola de compras, y la invito a un café, y charlamos animadamente, y a mí se me olvida que no me gustan los centros comerciales al perderme en esa mirada suya que no deja de clavarse en mis ojos. Las horas pasan, más cafés, más conversación, hasta que sin saber realmente como, llegamos a su coche y la ayudo a guardar la compra y llega el momento de despedirnos. Ella cierra el maletero, se vuelve y yo quiero volver a oler el aroma de su cuello, quiero descubrir el sabor de esos finos labios que llevan toda la tarde hipnotizándome, quiero sentir el calor de su hermoso cuerpo pegado al mío... Pero un vez más me portaré como un caballero y con alguna frase tópica le daré dos besos y me marcharé quedando otra vez con las ganas de comerla...
Pero cuando acerco mis labios a su mejilla, algo salta dentro de mí y me lleva a besar su boca mientras rodeo su cintura apretándola contra mí, sorprendiéndome  a mi mismo por mi reacción, alegrándome al notar que ella se pega a mí, que sus sabrosos labios contestan a los mios. Me dejo llevar por el deseo y la empujo contra el coche oyendo como suspira y comienza a morder mis labios buscando mi lengua con la suya.
Presionando  su cuerpo, mi mano baja por su cadera hasta el borde de su falda para descubrir la suave piel de sus trabajados muslos. Su estremecimiento se junta con el mío cuando levanto la tela y mi mano se encamina decidida hacia el cálido y húmedo triángulo que cubre su ardiente sexo para agarrarlo con pasión, provocando que ella se apodere de mi cuello mordiéndolo para ahogar así el gemido que se escapa de su boca. Tiro de su cabeza para mirar esa expresión de lujuria en su cara que me enciende aún más si cabe, deseando poseerla allí mismo.
Olvidándome de donde estamos, totalmente entregado, giro su cuerpo y levanto su falda deleitándome con la maravillosa vista de su perfecto culo. Dudo si agarrarlo, azotarlo, morderlo... y ella se muestra golosamente levantando sus nalgas, abriendo las piernas, ofreciéndose excitada, sin pensar tampoco en la posibilidad de ser pillados, o quizás, aprovechando el morbo que esto provoca...
Yo ya no puedo pensar en otra cosa que no sea bajar esas mínimas braguitas negras y hacerla mía. Busco desabrochar mi pantalón sin apartar la mirada de la lujuriosa imagen con la que ella me invita a poseerla, en el instante que las luces de un coche buscando aparcamiento nos hace volver a la realidad bruscamente.
De forma acelerada, nos recomponemos la ropa para que el coche pase despacio. No sé si se han dado cuenta de algo, pero ella abre la puerta y se mete dentro guiñándome un ojo...
--- No pensarás dejarme así?? Sube, vamos a mi casa. Tanto tiempo deseando que te atrevieras, no voy a quedarme con las ganas de hacerte mío una vez que te lanzas y me pones tan salvajemente caliente...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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martes, 15 de noviembre de 2016

JUEVES


Como cada jueves,  se duchó temprano y se vistió con mimo.  Sus braguitas moradas a juego con el sujetador.  Su vestido negro, con la espalda abierta, el escote justo para resaltar aun más sus preciosos pechos, y con la falda de vuelo,  a media pierna, destacando unos muslos perfectos sobre unos tacones de vértigo.
Un último vistazo al espejo, comprobando cada detalle para salir perfecta a la calle, a la hora adecuada...
Camina por la acera, gustandose, contoneandose.  Y tras unos pocos pasos lo ve, apoyado en la pared, fumando,  con sus vaqueros ajustados y la camiseta blanca sin mangas, mostrando las alas tatuadas en su brazo que a ella tanto le gustan...
Pasa delante de él, sin detenerse,  sabiendo que el la mira y la sigue. Muy cerca, para que note su presencia, para que sienta su mirada clavada en sus nalgas.  A Rosa le encanta sentirlo, y acentúa su contoneo sabiendo que Marcos la desnuda con la mirada.
En el semáforo se para, y Marcos se coloca tan cerca de ella que siente su aliento en su hombro. Se estremece entera deseando volverse y comerlo a besos. Luchando por no hacerlo, espera que el semáforo se abra mordiéndose los labios, y cuando se pone en verde y el la adelanta rozando su cadera al pasar, todo su cuerpo se eriza.
Ahora es ella la que disfurta mirándole. Aunque Marcos acelera y le toma ventaja para llegar al portal, abrir la puerta y esperarla recorriendola de arriba a abajo con la mirada. Cuando llega, entra decidida, sin pararse a mirarlo, mientras el sujeta la puerta y esnifa el aire cerca de su pelo.
Una escalera les lleva al primer piso, con Marcos tres peldaños por detrás, casi agachandose a espiar bajo su falda. Rosa se para frente a la puerta B. Marcos llega con la llave, pegándose a ella, abrazandola por la cintura, apretandola contra si mientras abre la puerta...
Por fin dentro, por fin abrazados, por fin comiéndose a besos.  Entre jadeos Marcos le susurra: "desnudame..."
Rosa obedece encantada, dejándolo desnudo y excitado frente a ella.  Lo mira relamiendose, volviendose de espaldas, levantando la falda, luciendo su precioso culo para él....: "ven y quitamelo todo..."
Ahora es Marcos quien obedece y la desnuda por completo. Luego la vuelve besandola con fuerza, la coge en brazos y la lleva a la habitación. Un cuarto iluminado por velas con aroma de jazmín (el favorito de Rosa).  Una cama con sabanas de seda roja, sobre las que la deposita con cuidado, colocándose sobre ella, entre sus piernas, con suavidad. Sin dejar de mirarse, besando sus labios muy despacio, para ir poco a poco colocando su ereccion sobre los húmedos labios de su sexo, sintiendo cómo ella se estremece con cada milímetro que se va introduciendo en ella, hasta terminar totalmente encajados.
Dos cuerpos en uno, acoplados, ardiendo de deseo, bailando acompasados, gimiendo sin dejar de mirarse.  Dejándose llevar por el inmenso orgasmo que hace a sus cuerpos temblar entregados el uno al otro.
Hoy es jueves, y es su día. No hay horarios, ni móviles, ni obligaciones. Es el día en el que ambos se dedican a ser amantes, a dormirse abrazados tras el encuentro y dejar que el mundo siga su ritmo.
Y cuando despierten, seguirán amandose, dándose placer, porque se aman, se desean, y además...hoy es jueves.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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LEJOS DE LAS LEYES DE LOS HOMBRES


Érase una vez una hermosa niña rubia, que cada noche se escapaba de su cuarto para adentrarse en el bosque, bajo la luz de la luna,  mirando las estrellas, hasta llegar al enorme cascarón de un roble seco.
Dentro, la hierba tenía una frescura especial, y a ella le gustaba tumbarse allí y mirar por el hueco de la vieja madera las brillantes estrellas. Contarlas cada noche por si faltaba alguna, hasta quedarse dormida...
Su escondite, su refugio,  donde todo era paz y calma, donde se sentía segura. Donde sabía que un rato después llegaría el joven lobo negro a acurrucarse tiernamente a su lado, dándole calor hasta que el amanecer los sorprendía cada mañana para volverles a su realidad.
Nadie sabía ni sospechaba de aquellos encuentros, de aquél amor puro que tan felices les hacía. Nadie podría ni siquiera imaginárselo, ni mucho menos entenderlo. Y el tiempo pasaba uniéndolos cada vez más...
Pero un día,  la niña no regresó.  Saltaron las alarmas. Partidas de búsqueda, policías, voluntarios... Todo el pueblo pendiente.  Hasta que varios días después,  uno de los grupos,  encontró el viejo roble, y descubrió dentro un blanco camisón y una gran cantidad de pelo negro. Pero ni rastro de los cuerpos, ni muestras de lucha, ni restos de sangre...
Todo un misterio.  No aparecían explicaciones lógicas. Cada uno tenía su teoría,  y todas eran tristes y dolorosas... sobre todo para unos padres que nunca habían entendido a aquella hija tan distante y solitaria, tan distinta a lo que ellos esperaban.
Las semanas, los meses, fueron pasando sin que nada aportase luz sobre tan inexplicable suceso. El tiempo fue cubriendo con su implacable transcurrir cualquier mínima esperanza, y la vorágine del día a día de los humanos,  terminó por ir convirtiéndola en una triste historia de la que todos preferían no hablar.
Pero sí supieran la verdad... Si pudieran imaginar por un segundo que la magia existe y que otras realidades son posibles...
Quizás algún día, los humanos entenderemos que somos parte de algo mucho más grande y más puro. Que algunas veces, los que nos parecen diferentes, son solo almas que pertenecen a otros mundos,  y que cuando encuentran su lugar, deben regresar a donde son realmente felices y completos. Y entonces, podremos comprender como una niña se convierte en princesa guerrera, y como un lobo se vuelve un enamorado dragón,  y como juntos descubren el camino secreto que les lleva a su reino.... Donde la magia,  el amor y la vida quedan muy lejos de las leyes de los hombres.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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sábado, 12 de noviembre de 2016

GANAS...


Ganas de beber de la cálida fuente de tu entrepierna.
Ganas de llenarme del intenso aroma a mujer ardiente que deja mis sabanas perfumadas de ti.
Ganas de sentir los acelerados latidos de tu pecho contra el mio.
Ganas de clavar mis dedos en tus blancas nalgas, mientras tus piernas me atrapan contra tu vientre.
Ganas de perder la noción del tiempo entre tus brazos,  sin saber donde termina mi piel y empieza la tuya.
Ganas de tu saliva caliente invadiendo mi boca.
Ganas de explotar contigo en un orgasmo lujurioso y salvaje, aprovechando cada gota del elixir de nuestra pasión.
Ganas de acurrucarnos jadeando en un delicioso sueño hasta que el amanecer nos sorprenda empapados y abrazados.
Ganas de emborracharme con tus besos.
Ganas de ti, lobita!!!

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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MIRARTE....

Me encanta mirarte mientras te preparas. Recorrer cada rincón de tu delicioso cuerpo gozando de cada detalle...
Sabiendo que más tarde, todo será mio. Que luego dibujaré sobre tu piel con mis temblorosos dedos sintiendo cómo se va erizando poco a poco. Notando con cada estremecimiento la llamada del deseo que te hace jadear reclamando más....
Y sabrás como acelerarme guiando mi boca hacia esos lugares en los que te entregas a gozar, volviendome un lobo salvaje rendido ante el placer te hacerte mía....

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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