viernes, 9 de diciembre de 2016

Y SARA SE ENCONTRÓ....


Llevaba una hora en la fiesta y seguía tan sola e incómoda como cuando llegué. Tanto había insistido la prima Olga que terminé por venir, pero el no conocer a nadie, estaba confirmando mi idea de marcharme lo más rápido posible. Además, hacia 20 años que no veía a Olga, y aquella mujer escultural, con el ajustadisimo pantalón de cuero y la cazadora de Iron Maiden, no se parecía en nada a la dulce niñita que recordaba de aquella boda donde nos presentaron.
Olga estaba muy ocupada haciendo de anfitriona, así que solo me había saludado al llegar, eso si, muy cariñosa, y prometiendo que mas tarde se ocuparía de mi...
Una mano suave en mi brazo me sacó de mis pensamientos...
---Es una pena, una rubia tan guapa y tan aburrida. Me llamo Marta, que haces tan sola??
Descubrí una morenaza de ojos grandes, con un vestido blanco cortisimo, y unos labios carnosos que parecían hechos expresamente para besar. Nunca me había sentido así por nadie, y menos por una mujer, pero aquella criatura despertó mis abandonadas y nunca realizadas fantasías lesbicas.
---Hola Marta, soy Sara. Pensaba que la fiesta se me iba a hacer larga, pero me acabas de hacer cambiar de idea...
---Me alegro.... La fiesta es un poco sosa, pero en un sitio más privado, podríamos hacerla más interesante...
Esa mirada, esa caricia suave en mi brazo, terminaron de hacerme temblar. No me podía creer lo que estaba haciendo,  pero mi erizado cuerpo me confirmaba las ganas de seguir con aquella excitante locura.
Sin más divagaciones, dejo que Marta me siente sobre el lavabo y comience a acariciar mis piernas mientras devoro ansiosa aquellos maravillosos labios. Cuando sus dedos recorren el borde de mi tanga y acarician el húmedo triángulo de encaje que cubre mi caliente pubis, me retuerzo gimiendo al sentir la jugosa lengua que invade mi boca. Gozo encantada con los expertos dedos que me llenan de oleadas de placer, haciéndome abrir más las piernas, buscando sentir más, entregándome al deseo.
Se arrodilla ante mi, cambiando caricias por lametones, haciéndome suspirar, haciéndome apretar mis pechos con fuerza.... Y entonces me doy cuenta. La prima Olga, de pie en la puerta del baño, relamiendose, con una maliciosa sonrisa...
---Vaya, vaya.... Primita, no pierdes el tiempo...
Marta se aparta saltando hacia atrás como un resorte. De rodillas, con la cabeza bajada, no hace más que pedir perdón...
Me quedo totalmente descolocada por la escena, y más todavía, cuando Olga me abraza por la cintura, besandome suavemente y noto su mano agarrandome con fuerza las nalgas...
---Esto tendría que ser la sorpresa de fin de fiesta, pero como aperitivo esta muy bien. Ahora volvamos a la fiesta. Cuando quedemos solas, empezará la diversión... Y tu Marta, me has desobedecido, así que tendré que castigarte. Dame tus braguitas, y luego subes al ático. Quiero que te tumbes desnuda boca abajo en la mesa de mármol y esperas allí sin moverte...
Marta, sin rechistar y sin levantar la cabeza, se quita las braguitas y sale del baño. Olga las pasa por su nariz y se las guarda dentro del pantalón, sin dejar de mirarme, sin dejar de acariciarme el culo...
Todo muy nuevo y excitante para mí. Tan abrumador, tan intenso, que no puedo ni quiero perderme el próximo segundo. La fiesta dió un giro tan increíble, que ni en mis fantasías más locas podría llegar a imaginar.
Salgo del baño de la mano de Olga, dispuesta a dejarme llevar al mismo infierno, deseando que todos se marcharan para entregarme a gozar del deseo salvaje que aquellas deliciosas perversas me acaban de despertar...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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ME LLEVAS DONDE QUIERES...


Tiemblas como una hoja entre mis brazos, con esa mirada golosa de quien está disfrutando con todo su ser. Te fundes en mi pecho con la respiración tan acelerada que puedo sentir cada latido de tu corazón golpeando sobre mi piel, enroscándote de tal manera que no hay centímetro de mi piel que no vibre acompañándote...
Entre jadeos y besos apasionados, susurras mi nombre, dando gracias por el orgasmo que acaba de estremecerte por dentro.
Y yo, tremendamente excitado por gozar de tu delicioso estado, busco ansioso apretarte más contra mí. Mi erección se encaja entre tus muslos, palpitando al notar la increíble y cálida humedad que baña tu tembloroso sexo.
Arqueas todo tu cuerpo buscando sentirla, sin dejar de mirarme, y cuando mi mano agarra tu nalga invitándote a subirte sobre mi, aceptas mordiéndote los labios...
Te colocas para hacerla tuya, y abres tu boca al descubrir la facilidad con la que se desliza entre tus empapados labios...
El temblor dentro de tu cuerpo hace que la aprietes, llevando mi cuerpo a un placer tan intenso que sólo puedo agarrarme a tus caderas y seguir tu frenético ritmo entre gritos en un estado salvaje del que ni puedo ni quiero salir. Tus dedos estrujan mis pezones lascivamente. Tus gritos, tus suplicas de que no pare, me vuelven tan loco que me derramo en ti, justo cuando toda tú te estremeces en un nuevo orgasmo...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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SENSACIONES OLVIDADAS


Sentir la suavidad de unas sábanas de seda sobre la piel desnuda después de un baño relajante y disfrutar de su roce mientras voy notando como mi cuerpo se va erizando y calentando.
Descubrir como los pezones se endurecen y se levantan reclamando los delicados pellizcos de mis dedos para temblar nerviosamente aumentando mi calor y mis ganas de sentirme de nuevo mujer.
Mis muslos, acariciados por la fina tela, se abren al notar el calor bajo el encaje blanco de mis húmedas braguitas, invitando a mis manos a jugar con mis recién depiladas ingles y apretar los cada vez más hinchados labios en un lujurioso momento que transporta mi mente al cálido lugar donde me transformo en una caperucita hambrienta y deseosa de devorar al peligroso lobo que últimamente me hace recordar sensaciones que ya creía olvidadas...


MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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viernes, 2 de diciembre de 2016

MARCAS


Marcas de tus uñas en mis caderas, en mis muslos...
Arañazos por toda la espalda. Moratones en mis brazos por la fuerza de tus manos... Y esos dientes mordiendo salvajemente mi cuello entre increíbles gritos...
Ojos en blanco entre profundos jadeos y guturales sonidos de un lujurioso placer que vives tan sinceramente que logran convertirme en un animal poseído por los más primarios instintos.
Y ésas súplicas!! Ésas palabras groseras y obscenas que nacen desde tu más profunda esencia!! Ésa manera de pedir ser mía otra vez más, de jurar que no quieres otras manos que te recorran y te hagan gozar... Rogando que nunca deje de follarte así...
Todo grabado a fuego en mi mente y en mi cuerpo, con la certeza de aquellas cosas que se hacen con la verdad de las emociones del alma. Sabiendo que las marcas físicas llegan a desaparecer, pero que las de la mente reaparecen cada vez que cierro los ojos...
Y éstas noches en las que el calor no me deja dormir, dónde las sábanas se pegan a mi sudoroso cuerpo desnudo, y el tiempo parece no pasar, mi cabeza no tiene mejor idea que recordar cada uno de esos encuentros donde te convertías en la viciosa hembra en celo que se entregaba a ser mi perversa lobita.
Tortura mental en grado máximo,  a la que se suma la tortura física de una tremenda erección que levanta la sábana pidiendo la atención de mi mano, mientras vuelvo a cada una de las gloriosas escenas compartidas,  para acabar otra noche más regalándote mi solitario orgasmo en la distancia.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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EL DEMONIO LA MIRÓ


Tanto tiempo escondida en sí misma, negándose ni siquiera una oportunidad. Encerrada en la oscuridad de su asustada mente.
Muchos meses viviendo en automático, demasiados, tantos como para llegar a convencerse de haberse secado por dentro. De sentirse como una mujer fría para quien el sexo eran recuerdos tan extraños como si fueran los recuerdos de otra vida, de otra persona...
Y de pronto, sin saber cómo, un demonio la había mirado a los ojos de una forma tan intensa y especial, que todo en ella se volvió temblores y nervios...
Y cuando la beso suavemente...
Ni una sola de sus células pudo mantenerse en equilibrio...
Las charlas se hicieron largas. Los cafés, una deliciosa escusa. Los nervios aumentaban con cada mirada, con cada sonrisa... Saltaron las alarmas, los miedos, los no puede ser. Pero aquél demonio seguía clavando su mirada en sus ojos y su cuerpo respondía erizándose. Y él cada vez se acercaba mas... Besos más largos, caricias más intensas...
Volvía a ser mujer, volvía a tener la respiración acelerada. Era de nuevo un cuerpo cálido que reclamaba caricias. Excitada y sorprendida, no podía dejar de pensar en su demonio, en aquellas manos que la recorrían bordeando los limites de su pantalón, en los deliciosos mordiscos en el cuello. Pero estaba sola, y cada vez mas excitada... imposible concentrarse en otra cosa...
El demonio la había despertado y ya no había modo de dormirla. Sus manos comenzaron a moverse por su cuenta, buscando calmar de algún modo aquél ardor lujurioso que empapaba su tanga... Con la camisa desabrochada y la mano dentro del pantalón, se dió cuenta que no estaba calmándose precisamente, y que deseaba con todas sus fuerzas que fueran las fuertes manos de su demonio las que jugueteaban en su mojado sexo...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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miércoles, 30 de noviembre de 2016

ANELE


Una buena caminata escuchando música ayuda a relajar la mente y activar el cuerpo. Si además la lluvia fina, la niebla y el frio te hacen acelerar el ritmo, llegar a casa es un placentero alivio.
A solas, preparando la bañera, repasó las tareas. La cena preparada, su uniforme para mañana listo, la ropa planchada y guardada. Tenía toda la tarde para ella.
Un café caliente mientras se llenaba la bañera y un cigarrillo. A pesar de llevar años sin fumar, últimamente le apetecía, y muy de vez de cuando se permitía el capricho.
Volvió al baño, añadió sales relajantes y unas gotas de gel con aroma a coco. Velas aromáticas y un poco de música completaron el relajante escenario.
Con la última calada, comenzó a desvestirse. La ropa sudada fue cayendo al suelo, hasta quedarse solo con las mínimas braguitas. Tomó la taza para terminar el café y se miró en el gran espejo, recorriendo la imagen atentamente, deteniéndose con cuidado. Se quitó las braguitas y se miró como hacía mucho que no se miraba. Ya no era la jovencita rubia que los volvía locos en el instituto, pero a pesar de estar cerca de los cincuenta, aún podía encontrar en la imagen reflejada a una atractiva mujer.
Siguió mirándose, girándose para observar que aún tenía unas duras nalgas, y se prometió a si misma recuperar aquellas falditas cortas que destacaban sus bonitas piernas. Por un momento, toda su monótona vida se desvaneció entre el vapor que empezó a empañar el espejo.
El agua la llamaba y no se hizo de rogar. Fue introduciendo su cuerpo en el cálido elemento, sintiendo cómo cada centímetro de su piel se erizaba por la placentera sensación hasta quedar sumergida por completo.
Las manos sobre el vientre iniciaron un camino decidido hacia los pechos. Suspiró apretándoselos, jugando con los duros pezones, sintiendo como el calor la invadía, dejándose llevar por el placer que brotaba entre sus piernas.
No estaba pensando en nadie, y mucho menos en su marido. Hacía mucho que su vida era una simple rutina, y hablar de vida sexual era un mal chiste. Tampoco había amantes, ni nadie con quien fantasear. Solo era una mujer excitada jugando con su cuerpo.
Una mano bajó en busca de unos abultados labios que agradecieron la caricia abriéndose ansiosos, haciéndola gemir. Tembló como una hoja al apretarse fuerte el pezón, a la vez que las yemas de sus dedos frotaban el hinchado clítoris. Gimió, suspiró, se estremeció acelerando el ritmo de las caricias, regalándose un intenso orgasmo. Tan dulce y placentero que se le hizo difícil recordar cuando se había sentido tan llena y femenina.
No podía permitir que aquello fuese solo algo momentáneo. Su cuerpo había despertado y no estaba dispuesta a volver a abandonarlo, así que por fin encontró un buen propósito para este año.
Volvería a sentirse mujer, a quererse, a valorarse, a gozar.
Ahora lo tenía claro. Se lo merecía e iría a por ello.
Pero todos esos buenos propósitos podían esperar a mañana. El baño estaba resultando muy interesante. Sería una pena no seguir disfrutando del agua caliente, de los aromas, de la golosa tentación de tener sus dedos dentro de su sexo.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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TIEMPO PARA NOSOTROS


La tarde libre para los dos. Sin prisas, sin obligaciones....
Tumbados en la cama,  compartiendo besos con sabor a café y tabaco. Saboreando lentamente nuestras bocas mientras el olor a jazmín de tu perfume se acentúa con el calor de tu cuerpo.
Cada vez más pegados, cada beso más intenso. Disfrutando de tus pechos apretados contra el mio. Subiendo por la suavidad de tu muslo con mi mano, en busca de la redondez de tus nalgas.  Tu saliva caliente invadiendo mi boca al mismo tiempo que tus manos desbrochan mi camisa y se detienen apretando mis erizados pezones haciéndome gemir.
Sin dejar de besarme,  te deshaces de mi camisa y de tu vestido,  regalandome la deliciosa visión de tus sonrosados pezones, invitandome a besarlos cuando tu mano nerviosa juega sobre mi bragueta, soltando el cinturón, bajando la cremallera,  entrando dentro de mi slip, suspirando encantada al apretarla en tu mano...
Tiemblo al verte desnudarme mordiéndote golosamente los labios,  relamiendote al ver mi excitación para tumbarte a mi lado y lamer ansiosa el duro pezon que te ofrezco, sin soltarla, recorriendola con tu mano, apretando tu ardiente sexo contra mi muslo. Noto como los labios de tu sexo besan mi pierna, empapandote de ti con cada embestida de tus caderas. Cada vez más encendida, te frotas y me aprietas acelerando el ritmo, mordiendome, haciéndome jadear y agarrar tu pelo para apartarte de mi pecho y poder ver tu cara de deseo.
Me dejo hacer, gozando de tu lujuria, viendo como te estremeces entre gritos, sintiendo tu orgasmo sobre mi muslo, oyendo como gimes mi nombre cuando explotas.
Sin dejar de apretarla en tu mano, con la respiración acelerada, repites mi nombre gimiendo,  pidiendo mi orgasmo,  pidiendo verme gozar.
Sigues recorriendola arriba y abajo, llevandome al límite,  guiandome al placer, volviendome loco cuando acercas tus pechos y la acaricias entre ellos.
Te giras, mirándome con esa pícara sonrisa que me haría seguirte al mismo infierno,  susurrando que te bañe, que te regale mi orgasmo...
Y obedezco!!!
Gritando y gimiendo,  todo mi cuerpo se arquea, dándote gustoso mi cálido elixir. Tus gemidos se mezclan con los mios y vuelvo a notar como tu humedad llena mi muslo, acompañandome en una intensa explosión de placer compartido.
No puedo parar de temblar cuando me cubres con tu cuerpo y me besas jadeando, suspirando que me deseas y cada día te gusta más. Apenas logro articular entre susurros que me vuelves loco, y solo puedo abrazarte y apretar tu espalda y tus nalgas contra mi, respirandote, empapandome de ti...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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ME LLEVAS A TU CASA....??


Desde su escritorio en la oficina tenía una perspectiva amplia de los demás puestos. Podía contemplar los movimientos de sus compañeros. Pero había uno en particular que le hacía agudizar los sentidos para no perder detalle...
Marta, contable de dirección desde hace un año, una rubita escultural de 25 añitos. Un ser angelical, con la frescura de la juventud y siempre con una sonrisa en la cara capaz de alegrar el día a cualquiera.
La contemplaba en secreto, y aunque ella era amable y agradable con todos, el se sentía raro mirándola. A sus 50 años, divorciado, canoso, como podía ponerse tan nervioso con una criatura a la que doblaba la edad, y que probablemente lo viese como un viejo.
Pero era incapaz de no perderse embobado mirándola. Y no era el único. Todos la miraban, incluso alguna vez se había fijado que la chica de recepción le dedicaba miradas muy intensas...
También sabía que los "gallitos" de la oficina habían intentado invitarla, y ella siempre los rechazaba...
Y así, con sus líos mentales, terminó otro día de trabajo. Ahora a casa, con su parada casi ritual en el pub bajo su casa. Una cerveza fría, un poco de música, antes de subir...
---Vaya!! Que bueno!! Llevo semanas pasando por delante de camino a casa.... Si llego a saber que estas, entro antes....
La cara de Raúl era una mezcla de asombro y susto, y más aún cuando Marta le planta un fuerte beso en la cara, acompañado de una caricia en la espalda...
---Marta!!  Tu?? Vives por aquí??
---Si, en la calle de atrás, me mudé hace unos meses. No sabía que eramos vecinos... Que sorpresa más agradable...
---Una cerveza para celebrarlo, no??
---Por supuesto, las cosas buenas se merecen una celebración...
Raúl pidió dos cervezas, mirando como Marta se quitaba la cazadora vaquera, sentándose y dejando a la vista sus maravillosas piernas. Se sonrojo al darse cuenta que ella lo estaba mirando con una maliciosa sonrisa...
---Ummmm, además de interesante madurito, tímido... Me encanta!!!
---No me puedo creer estar aquí contigo...
---Pues brindo por el encuentro...
Sin dejar de mirarse, compartieron risas, tragos y conversaciones banales.... Raúl quería alargar aquel encuentro, y a la vez hacia esfuerzos por no lanzarse sobre aquella diosa que reía a su lado y que cada vez se acercaba más a él....Hasta que Marta, mordiéndose el labio, se pega a el acariciando su nuca...
---Vas a dejar de hablar y besarme de una vez, o tendré que hacerlo yo...
Se fundieron en un intenso beso, apretando sus cuerpos. Sus lenguas se buscaron, haciendo que Raúl pensase que era un sueño...pero si era un sueño, pensaba disfrutarlo al máximo.
Acarició su espalda con la yema de sus dedos y sintió como ella se estremecia y apretaba su vientre contra su abultada bragueta.
---Llevo meses deseando esto... Obligándome a no saltar sobre esa adorable barba canosa, así que hoy serás todo mio. Me llevas a tu casa, o te arrastro a mi cama????

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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martes, 29 de noviembre de 2016

VISITA INESPERADA


Un café y la prensa, con el día libre por delante. Relax, sin prisas. Abro el periódico cuando la camarera me saluda con el café.
---Buenos días preciosa!! Tan atenta como siempre,  gracias!!
---Buenos días guapo!!  Tengo un paquete para ti...
---Y eso?? Para mi??
---Una chica vino hace un rato y me preguntó si vendrias. Le dije que casi seguro, así que me encargo dártelo cuando llegaras. Además dejo pagado el café...
---Vaya!!  Dijo el nombre, o quien era???
---Nada, que tu ya sabrías... Por cierto, era una morena muy guapa, con unos ojazos...
Se va sonriendo maliciosa, dejándome intrigado con el paquete. La prensa ha perdido mi interés, así que tras comprobar que no hay nombres ni nada, lo desenvuelvo.
Una cajita negra, poco mayor que un móvil. Tampoco hay nombres. Abro y el perfume que me llega aclara mucho las cosas.
Una llave de la habitacion 119 de un hotel cercano. Un pequeño mando con tres posiciones ( SOFT, MEDIUM, HARD)  y un sobre negro empapado de su aroma.
Dentro del sobre, una nota manuscrita...
""He llegado esta mañana, con muchas ganas de ti. Estoy en el hotel esperándote. Recuerdas el juguete vibrador que te enseñé el otro día??  Pues lo compré!!  Y ése es el mando. Tiene un alcance de 10 metros, así que por ahora solo he disfrutado de ponérmelo para ti.
Cuando estés leyendo esto, ya me habré puesto la malla de red y las botas altas de cuero, y estaré sobre la cama, esperando sentir que te acercas y pruebas el mando antes de entrar en la habitación.
Ummmm, imagino tu cara de sorpresa, y como tu pantalón se empieza a abultar, deseando salir corriendo.  Pero espera, saborea el café y sigue leyendo. Me siento mandona y quiero que hagas lo que te pido. Cuando hayas activado el botón SOFT, en la puerta, entra sin decir nada. Desnudate por completo en la entrada y luego ve al dormitorio...
Quedate de pie frente a mi, y activa el siguiente nivel en el mando. Haz que me estremezca mientras me relamo contemplando tu excitado cuerpo.
No digas nada, túmbate a mi lado, mírame, siente mi deseo. Y entonces, cuando mi boca se apodere de tu delicioso miembro, solo entonces, podrás poner el vibrador al máximo. A partir de ahí, nos dejaremos llevar...
No tardes. Te espero... ""
Excitado y nervioso, casi me llevo por delante la mesa, la silla...hasta a la pobre camarera que pasaba por allí.
---Perdona cielo, tengo un poco de prisa!!!
---Ya veo, ya... Parece que la morena te tiene pillao...
---Uffff, no sabes como. Me voy... Gracias por el recado... Nos vemos...
---Anda, corre... Y disfruta elemento!!! Que envidia dais!!!

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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NO SE TE OCURRA PARAR


Me vuelve loco ver como cada centímetro de tu piel se va erizando con el roce de mis dedos.
Nunca había visto ni sentido una piel tan sensible y delicada como la tuya. Es alucinante sentir como vas temblando poco a poco, mostrando el placer que te va invadiendo, y en ese momento,  ya no puedo parar... Mis manos se pierden por cada rincón de tu cuerpo gozando del tacto, oyendo tus suspiros, viendo como te retuerces...
Todo se acelera cuando un rato después,  tras haberlos esquivado varias veces, la yema de mis dedos alcanzan tus pezones,  haciéndote gemir al dibujar círculos sobre tus erizadas aureolas para terminar apretándotelos fuertemente.
Tu cara de placer aumenta mi lujuria, guiando mis manos hacia tu vientre, buscando decididamente el contorno de esas mínimas braguitas de encaje. Te estremeces gimiendo cuando mi dedo llega a tu ingle, rozando la húmeda tela, mientras tus piernas se abren mostrándome como se marcan tus hinchados labios bajo el empapado encaje...
Mis manos juegan con tus braguitas, ahora por encima, ahora por debajo, ahora por delante, ahora por detrás...
Tus gemidos se vuelven jadeos intensos. Levanto la vista para ver como te relames, como tus brazos se tensan agarándote a las correas que te sujetan al cabecero de la cama. Comienzas a pedir que te quite la venda de los ojos, que quieres ver como te toco... Gritas suplicando que te posea y abres más las piernas ofreciéndote a ser mía!!
Hasta que presiono sobre el abultado clítoris...
Dejas de gemir. Todo tu cuerpo es una hoja que se estremece y los jadeos se aceleran, y un segundo después sólo puedo entender entre tus gritos que no pare, que por favor siga, que no se me ocurra parar...
Disfruto golosamente de sentir, ver, oler y oír como explotas gritando como loca, llenando mi mano del cálido elixir de tu orgasmo...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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