domingo, 19 de agosto de 2018

AMIGO MÍO...

Es necesario enamorarse de vez en cuando, es muy bueno para la salud mental. Y no hablo del amor por la familia (la verdadera, no solo la de sangre), por la música, por los libros, por los gatos... ni por cada una de esas cosas maravillosas que nos rodean y emocionan... hablo de enamorarse de una persona, de forma apasionada e incomprensible.
Algo tan maravilloso y excitante que te convierta en un manojo de nervios cada vez que ves a esa persona acercarse, que provoque una sonrisa tonta cuando recibes un mensaje suyo.
Y no importa lo inapropiado que sea, ni que nadie pueda entenderlo (ni siquiera tu mismo). No importa que sepas que es una completa locura y que te sientas un poco idiota, ni que estés seguro de todas las complicaciones que pueden existir.
Ten por seguro que esas "mariposas en el estómago", esa respiración acelerada, ese cosquilleo entre las piernas y esa tierna torpeza que te hace no saber que hacer ni que decir, eso amigo mío, son sensaciones tan difíciles de igualar, que se convierten en uno de los grandes motivos por los que merece la pena estar vivo.
Y en ese momento es cuando deberás volver a sentir y a mirar con la misma ilusión y curiosidad que vemos en la cara de un niño que mira con los ojos como platos a ese mago que saca un conejo de su chistera. Pero no, tú ya eres un adulto responsable, ya te sabes el truco, y calculas las posibilidades, las consecuencias, los que dirán, los imposibles...
Y que importa lo que digan, lo que ocurra... que importa si nadie lo entiende, si no es lo que todos esperan... solo importa que terminarás por perderte la magia, por perderte esa vertiginosa sensación de apasionada incertidumbre...
Por eso hay que enamorarse más, y aunque sepas a ciencia cierta que ya no eres ese tipo que hace locuras, permítete disfrutar de la magia, y sonríe, y sueña con lanzarte a sus brazos y dejar que te coma a besos. Te aseguro amigo mío, que eso nunca nadie te lo podrá quitar, ni el tiempo, ni la gente... ni siquiera la muerte...
Así que vive, ama, siente, ríe, baila... vuelve a ser ese niño inocente que se asombra por todo y que saborea cada minuto sin los prejuicios de los adultos...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

No hay comentarios:

Publicar un comentario