miércoles, 15 de agosto de 2018

ABRAZOS....

Su piel era tan suave que yo no podía separar mis manos de ella. Aquel sedoso y potente imán atraía mis dedos y los guiaba a su antojo a través de cada una de sus curvas transmitiendo su calor y su vibración a mi cuerpo. Y ella se retorcía sinuosamente invitándome a viajar sobre su erizada piel, gozando de ver crecer mi excitación, gozando de ser la culpable de mis temblores...
Le gustaba ser recorrida sin prisa. Le gustaba dejarme jugar en cada recodo de su cuerpo, y mis manos aceptaban golosamente sus lujuriosas indicaciones alargando el placentero momento de verla disfrutar de sentirse una diosa adorada y deseada.
El placer del roce, el placer de encender su cuerpo entero sin más pretensión que la de acelerar su deseo, y luego, con la brillante mirada del placer, con esa expresión en su rostro que la volvía tan hermosa y radiante, ella me pedía que me desnudara y la abrazara.
Dos cuerpos desnudos, apretados, rozándose con voluptuosas ganas, sin dejar de acariciarse, empapándose del cálido y sabroso aroma del otro, compartiendo una acelerada y jadeante respiración. Entregados a la poderosa atracción animal de devorarse y poseerse como fieras hambrientas, hasta que ella comenzaba a gemir al sentir mi excitación golpeando entre sus piernas, y entonces, mordiéndose los labios, susurraba entre jadeos la palabra mágica que despierta a la fiera y desata la tormenta... ¡¡ÁTAME!!...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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1 comentario:

  1. Concluí la lectura y sólo exclame, ¡ATAME!
    Siempre es deliciosamente excitante leerte Míchel 💋💋💋💋. Paty🌹

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