Una vez dentro, Jade pidió a Ángel que hiciera unos zumos y la llevó hacia el baño. Abrió el grifo y comenzó a desnudarla a la vez que lamía sus labios con una pasión y una dulzura ante las que solo puedo suspirar y dejarse hacer. Le quitó toda la ropa, dejándola solo con el minúsculo tanga, acariciando todo su cuerpo sin dejar de besarla. Solo se paró un instante para arrodillarse ante ella y comenzar a recorrer con su lengua los bordes del tanga, relamiéndose, mirándola con una expresión de deseo salvaje.
Ese pequeño parón le valió para tener un instante de duda. Todas sus fantasías lésbicas estaban a punto de cumplirse por primera vez, y por un segundo, la idea de salir corriendo pasó por su acalorada cabeza...
Pero en realidad no quería irse. Quería gozar de aquella diosa, dejar sus miedos y tabúes, y hacer realidad sus sueños...
Todo despareció de su mente cuando sintió como Jade bajaba su tanga hasta la mitad de sus muslos y vio como suspiraba y se mordía los labios mirando fijamente su encendido sexo. Por si fuera poco, Ángel estaba frente a ellas con tres copas de zumo, sonriendo maliciosamente con la lujuriosa escena.
Jade apoyó su lengua en su monte de venus y comenzó a levantarse recorriendo con su lengua su vientre, su ombligo, su abdomen, su escote, su cuello... para llegar de nuevo a su boca... y entonces, dejando a Isa totalmente erizada, se giró hacia Ángel para tomarlo por el cuello y pedirle que la desnudara...
Él obedeció encantado tras darles las copas, y casi arrancándole la ropa, la desnudó por completo para que ella le premiara con un ardoroso beso antes de tomar a Isa de la mano y meterse juntas en la bañera.
Él, después de echar al agua unas bolas de sales y un poco de gel aromático, se sentó en el borde la bañera, bebiendo su zumo, encendiendo un cigarrillo, preparándose para gozar del excitante juego entre aquellas golosas diosas que se entregaban al placer... El tiempo de las insinuaciones se había terminado, y ambas dieron rienda suelta a sus ganas de disfrutar. Entre burbujas, sus manos se recorrieron mutuamente llenando el ambiente de pasión, de gemidos y cuando Isa sintió los dedos de Jade dentro de ella, ya solo pudo agarrarse a ella gritando, entregándose por fin a gozar como nunca lo había hecho...
Retorciéndose sin pudor sobre aquellos expertos dedos sintió como cada mínimo movimiento le producía oleadas de placer que la recorrían por dentro. No podía dejar de mirarla, tan sensual, tan voluptuosa... todo lo que había sentido mirándola sobre el escenario lo tenía ahora en exclusiva para ella, y además, viéndola gozar de ser la culpable de sus temblores... Jade mordió sus labios agarrándola por el pelo mientras aceleraba el ritmo de sus dedos dentro de ella, y eso fue el detonante de su primer orgasmo real con una mujer...
Notó como Jade lo disfrutaba pegada a ella, como degustaba golosamente todas las vibraciones que su erizado cuerpo no paraba de emitir. Se dejó abrazar dulcemente por ella, compartiendo respiración y cálidos besos, compartiendo suaves caricias sin dejar de mirarse fijamente a los ojos.
Cuando Jade se levantó, Ángel se incorporó de su privilegiado asiento para ayudarla a salir de la bañera y acercarle una toalla y, con un guiño pícaro, dejar otra para Isa. Luego comenzó a secar delicadamente el maravilloso cuerpo de la campeona de Ipanema acompañando las caricias con tiernos besos que ella agradecía con suspiros... Isa comenzó a secarse viendo como él la tumbaba sobre la cama, como recorría su cuerpo con sus labios hasta llegar al borde de su vientre. Vio como ella abría sus piernas para que él saborease el jugoso manjar que ella le ofrecía...
No podía apartar la mirada. Conocía muy bien las habilidades de Ángel con su lengua así que entendió perfectamente los gemidos de Jade mientras se retorcía. Fue consciente por un momento de estar de nuevo excitándose, pero también descubrió esa sensación extraña que le producía verle con otra mujer... Pero seguía mirándolos, viendo como ella le agarraba la cabeza y gritaba totalmente desencajada...
Isa sonrió. Le hizo gracia verla así... él sabía cómo volver loca a cualquier mujer, y con toda la excitación que llevaba acumulada, le estaba poniendo más pasión de la habitual. Miró como Jade suspiraba mordiéndose los labios y vio como alargaba su mano invitándola a acercarse... Y en cuanto la tuvo cerca, agarró su cabeza para colocarla sobre su vientre, cerca de la cara de Ángel, cerca de sus abiertos labios, cerca del hinchado clítoris que él lamía intensamente... La sintió estremecerse por dentro gritando como una posesa, jadeando extasiada... y disfrutó en primerísima fila de lo que solo había visto en películas porno... y no había duda, era todo mucho mejor en la vida real...
Continuará...
MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO
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