Compromisos laborales y familiares me han tenido incluso fuera de la ciudad y muy liado, pero esta vez no he olvidado avisarla mandándole mensajes disculpándome. Y aunque ella los contestaba diciendo que lo entendía y que ya llegaría el momento, no conseguía evitar un nerviosismo tonto mientras caminaba hacia la puerta del pub... Hacía un par de semanas que no hablábamos, y mi intención era darle una sorpresa, así que entré decidido a ver su cara...
El local seguía igual... misma decoración, misma música, y allí estaba Laura tras la barra. Mi mente recordó por un instante el perturbador momento en que su descuido me había regalado la golosa visión de su magnífico culo... Pero mi rincón está ocupado por cuatro chicas, lo que me lleva a buscar con la mirada otro sitio. La mayoría de las mesas también están ocupadas, solo queda un hueco en la barra al que me dirijo viendo como Laura se acerca sonriendo...
--- Hola!!! Cuanto tiempo sin verte por aquí, has quedado con Sonia???
--- No, venía a darle una sorpresa. Llevo un tiempo fuera y no le dije nada...
--- Es que ahora estoy yo de encargada con una camarera y ella solo se pasa de vez en cuando. Y como verás, la clientela es distinta...
Y entonces me doy cuenta, solo chicas, y algunas en plan pareja. Mi nerviosismo aumenta por momentos, sobre todo al notar que algunas cuchichean mirándome...
--- No tenía ni idea. Quería sorprenderla y el sorprendido soy yo...
--- Tranquilo, no nos comemos a nadie. Tomate algo y la llamas, seguro que se acerca...
--- Gracias, pero mejor la llamo desde afuera fumando un cigarrillo.
Nunca tuve ningún problema con la orientación sexual de nadie, pero, tal y cómo iba yo, y la incómoda situación, estaba realmente como un flan. Un par de caladas profundas para calmarme antes de llamarla... el plan sorpresa se había ido al garete...
--- Hola, soy Sonia, ahora no puedo atenderte, deja tu mensaje...
Maravilloso!!! Cuando el día se tuerce... Recurriremos al WhatsApp, y a esperar que vea el mensaje antes de que se pase por el pub y le cuenten mi gloriosa aparición. Y ahora, nunca mejor dicho, a casita con el rabo entre las piernas, con el repetido sinsabor de asumir una nueva derrota con mi demonio pelirrojo... si no me gustara tanto!!!
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Por fin, dos días después de mi patético regreso al pub, Sonia se digna a mensajearme, sin más explicaciones ni comentarios, solo para decirme que la pase a recoger a las 20:30 por el salón de tatuajes... Y cómo no, aquí estoy, cinco minutos antes, con el coche en doble fila frente al salón, fumando ansiosamente...
Sé que no le gusta la impuntualidad, aunque como con tantas otras cosas, luego ella es la primera en incumplir sus normas. Así que, cuando la veo salir 25 minutos más tarde de lo previsto, solo puedo sonreír viéndola caminar hacia el coche, triunfante, con su rizosa melena pelirroja, sus ajustadísimos vaqueros, su camisa blanca semitransparente... tan espectacular como siempre!!!
En cuanto se sienta a mi lado en el coche, suspiro hipnotizado y me lanzo a besarla...
--- Ummm, hola guapetón!!!. Parece que me has echado de menos...
--- Ya lo creo, un par de meses sin tus labios se hacen muy largos...
--- Tan adorable como de costumbre. Tengo que reconocer que también tenía ganas de verte, pero no te acostumbres a que lo reconozca.
--- Jajaja, no serías tú!!!, y entonces igual no me tenías tan enganchado.
--- Pensaba en ir a cenar por ahí, pero te veo tan entusiasmado que mejor cenamos en casa...
La invitación, acompañada de su lengua en mi boca y su mano en mi bragueta comprobando mi "entusiasmo", hace que mi cuerpo se estremezca y a duras penas consigo apartarla para arrancar el coche resoplando.
--- Pues no pienso perder ni un minuto más. Por cierto, te he traído un detallito, está en el asiento de atrás.
Me incorporo al carril, viendo como coge la bolsa, mirando de reojo su cara, viendo su brillo, y al parar en el semáforo, aprovecho para comprobar como disfruta del aroma de la rosa roja, como por un fugaz instante, el demonio pelirrojo se transforma en una ilusionada mujer. Cuando ve en el fondo de la bolsa la cajita negra y la abre con los ojos como platos, el claxon del coche de atrás me saca de mi embobamiento, volviéndome a la realidad para seguir atento al tráfico sin poder mirarla, pero oyéndola...
--- Guuaauuuu!!!!. Una cruz celta de plata!!!. Diosss, me malcrías!!!. Qué voy a hacer contigo!!!
Continuará...
MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO
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