¡Yo creía qué sabía besar!
Hasta que tu boca se cruzó en mi camino y tus labios se pegaron a los míos.
Entonces comprendí que era solo un principiante, un aprendiz que a partir de ahora dedicará todo su tiempo y sus ganas a estudiar tu perfecta anatomía dejándose guiar por el fuego de esa lengua traviesa y perversa.
Y repetiré materia con sumo placer todas las veces que sea necesario.
No habrá dudas que queden sin resolver.
Me entregaré conscientemente a saborear ese exquisito manjar sabiendo que terminaré por convertirme en un obediente esclavo que necesita alimentarse cada noche de ese adictivo elixir que su dueña y señora le ofrece golosamente.
MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO
derechos reservados
A veces....es TODO lo que se precisa....Corto pero....HABLA POR SÍ MISMO.
ResponderEliminarUn placer q te haya gustado
Eliminar