martes, 14 de febrero de 2017

ESCUCHA MIS PLEGARIAS (VII)


A duras penas consigo abrir la puerta con mis temblorosas manos mientas ella me mira con ojos de deseo.
Nada más cerrar tras de mi la puerta, me abalanzo sobre ella contra la pared de la entrada, apoderándome de sus adorables pechos viendo como esa cara angelical se transforma por momentos en una lujuriosa imagen de perversa pasión. Entre mis piernas, el calor aumenta frenéticamente cuando siento como las suyas se abren invitándome a pegarme más aún. Su lengua llena mi boca entre jadeos ansiosos y sus dedos se clavan en mis nalgas llevándome a un estado de excitación tan alucinante que noto la humedad bajando por mis muslos de una forma tan deliciosa que me transporta a un punto medio hipnótico donde no existe nada más que el deseo incontrolable de regalarle el orgasmo que esta a punto de desbordarse entre los hinchados labios de mi sexo...
Sin dejar de besarnos y tocarnos, vamos dejando un rastro con nuestra ropa de camino a la habitación, para terminar completamente desnudas sobre la cama, rozando cada centímetro de nuestros cuerpos, gozando de cada trozo de piel erizada que tiembla al sentir ese calor animal de dos seres entregados al placer sincero de poseerse...
Luego, ella me aparta y se coloca de rodillas, con las piernas abiertas, y me pide que me ponga frente a ella. Sin tocarnos, solo cogidas de las manos, siento su mirada recorrer todo mi cuerpo viendo como se muerde los labios y se relame entre suspiros...
---Déjame mirarte!!! Me encanta verte así, desnuda, excitada... No te imaginas cuanto me ha costado está mañana irme de allí sin tocarte...
---Dios, Lucía!!! Me haces temblar....
---Me gusta tenerte así, tan entregada, que ni te has dado cuenta de que el tanga que me quitaste hace un momento era el tuyo, el que no encontraste, el que no pude evitar llevarme y ponerme luego a solas en mi cuarto...
---Ufff!!! Estás pasando de ser una criatura angelical a ser un perverso demonio... Y no sabes cómo me pone eso...
---Será un placer llevarte a mis infiernos...
Con esa mirada de gata salvaje que acaba de poner, termina por lograr mi rendición total a ser suya. Luego lleva mis manos a su boca y comienza a lamer mis dedos, uno por uno, bañándolos con su saliva caliente. Después, sin apartar sus ojos de los mios, coloca una de mis manos sobre una de sus blancas tetas para que sienta el duro pezón entre mis dedos, para llevarme a continuación la otra a sus abiertos labios donde mis dedos se introducen tras rozar un abultadísimo clítoris que empapa todavía más mis dedos....
Ahora soy yo la que con los ojos como platos observa maravillada como su hermoso cuerpo se arquea buscando placer. Ahora soy yo quien jadea al contemplar como su rostro se desencaja en muecas y profundos gritos. La oigo gritar mi nombre pidiendo que no pare entre gemidos y obscenas frases impensables en una dulce novicia, y sólo puedo obedecer y seguir dando placer a aquella diosa que de repente agarra mi cabeza, y entre salvajes mordiscos en mi boca, grita corriéndose en mi mano, regalándome la más cálida y excitante sensación que mi mente puede recordar...
Dominada por una lujuria increíble, me tumba sobre la cama y acaba con su cabeza entre mis piernas, ofrenciéndome el cálido néctar de sus imparables orgasmos sobre mi cara. Su lengua y su boca se apoderan de mi clítoris hasta hacerme temblar por dentro para acompañarla en una deliciosa espiral de orgasmos que me llevan a tocar el cielo saboreando el sabroso fruto prohibido de la más increíble mujer con la que jamás podría llegar a soñar...
No sé si esto es el cielo o el infierno. No sé si es un ángel o un demonio... No tengo ni idea de si es pecado o está bien... Sólo sé que quiero seguir gozando del maravilloso regalo que el universo, los dioses, el karma, o el mismísimo Lucifer han puesto en mi vida... Serán mis plegarias al Rey de los Dioses, o será un castigo divino por importunarle con asuntos mundanos, pero, sea lo que sea, no pienso desaprovechar ni una sola gota del embriagador ser que ahora mismo jadea y tiembla entre mis piernas llenándome de sudor y aroma a hembra en celo...

Continuará...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

No hay comentarios:

Publicar un comentario