LUCÍA

A Lucía le gusta que aparte su pelo y roce su nuca con mis labios a la vez que mi dedo baja lentamente recorriendo su espalda sin detenerse hasta alcanzar el borde de su corto vestido.
Los besos en su cuello se convierten en mordiscos sin soltar su pelo, y mi mano juega bajo la tela del vestido, agarrando y apretando sus suaves nalgas, logrando que comience a suspirar y todo su cuerpo se estremezca. Besando su hombro, disfruto de la maravillosa vista de su tentador escote viendo como su pecho se acelera y sus erizados pezones se marcan bajo la fina tela que los cubre.
Mis dedos recorren el borde de sus braguitas y susurro en su oído que deje caer el vestido y me regale la deliciosa imagen de su pecho desnudo antes de girar su cabeza para saborear su boca apasionadamente. No necesito insistir, ella obedece gustosamente y el vestido cae al suelo, y yo busco la humedad de su entrepierna para hacerla gemir cuando la aprieto contra mi cuerpo...
Lujuriosamente excitado, busco dentro de esas empapadas braguitas, y el ritmo de sus jadeos se acelera invitando a mis dedos a seguirlo sintiendo como su cuerpo se convierte en un volcán a punto de explotar sobre mi mano...
Y sus piernas tiemblan, y sus gemidos se convierten en gritos, y mi boca muerde la suya ansioso por llenarme de ella...
Luego, se tumba bocabajo sobre la cama, y yo me desnudo sin poder apartar la vista de su hermoso cuerpo desnudo antes de lanzarme a morder y llenar de besos esas redondas nalgas para luego subir por su espalda gozando de cada centímetro de cálida piel y llegar de nuevo a su cuello... y así, hacer que sienta entre sus piernas las tremendas ganas de poseerla, de hacerla mía, de lograr que su cuerpo vuelva a estremecerse en un intenso orgasmo... y no puedo más que acompañarla y entregarme al placer compartido entre dos seres ansiosos por gozar y ser gozados libre y sinceramente...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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