En cada escalón, el vestido sube unos centímetros y yo voy agachándome intentando descubrir si has cumplido con el desafío de no llevar nada bajo esa ceñida tela que se ciñe a tus curvas.
Sonríes con malicia cuando te giras y me pillas tratando de mirar bajo los pliegues del vuelo de tu falda, y aceleras el paso divertida para esperarme apoyada sobre la mesa después de quitarte la cazadora.
Me acerco a ti sin poder disimular mis ganas para rodear con mis manos tu cintura y morder esos apetecibles labios rojos. Recorro esa sugerente tela que te cubre con descaro hasta comprobar que, efectivamente, cómo habías prometido, no hay nada más bajo ella que ese delicioso y ardiente cuerpo que tantas deseo saborear.
Suspiras pegándote a mí, gozando al comprobar la creciente excitación que palpita bajo mi pantalón.
Y ahora me toca cumplir con mi parte del trato y arrodillarme ante ti para llenar de besos cada milímetro de tus preciosas piernas antes de que te des la vuelta ofreciendo sin pudor esas redondas nalgas exigiendo y reclamando ese premio acordado que tan merecidamente te has ganado.
MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO
derechos reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario