martes, 25 de diciembre de 2018

ETERNA GRATITUD A MIS DIOSES.

No puedo hacer otra cosa que agradecer a mis dioses el haberme permitido volver a vivir el mágico momento de contemplar su pequeño tanga negro.
Esa inolvidable imagen permanecerá en mi mente durante el resto de mis días de manera inalterable e imborrable, y me acompañará cada noche al cerrar los ojos... y me hará soñar recreando los momentos en los que mis dedos lo recorrían sintiendo crecer bajo su suave tela una cálida humedad... esa humedad que no miente, esa que me hacía sentir el hombre más afortunado del planeta...
Y aunque duela saber que son solamente recuerdos, seguiré volviendo a ellos mil y una veces para poder trasladarme de nuevo a esos instantes en los que mis manos bajaban lentamente ese mínimo trozo de tela y el inconfundible aroma de su deseo inundaba la habitación.
Y tras el agradecimiento, llegarán nuevas plegarias, nuevas peticiones a mis dioses, para que me concedan el privilegio de volver a saborear con lujuria cada centímetro de ese magnífico cuerpo de mujer creado para ser deseado, amado y adorado.
Rogaré con todas mis fuerzas suplicando tener de nuevo la dichosa suerte de verla disfrutar de mis caricias mientras se entrega a gozar sin miedos ni pudores con todos sus sentidos.
Y sé que mis dioses no me fallarán... y escucharán mis plegarias...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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