martes, 10 de diciembre de 2019

PUEDE QUE ALGUNA TARDE...

Algún día, alguna tarde, los astros se alinearan y podré gozar del mágico espectáculo que supone ver a Milady Colibrí disfrutar relajada de una merecida siesta.

Y tendré que contener mis ganas de besar esa tentadora tela que cubre el sabroso manjar que tanto deseo.

Quizás lo consiga y no salte sobre ella, y espere antes de despertarla con miles de besos en esas cálidas y suaves nalgas. Estoy seguro de que si lo hiciera, ella se despertaría al segundo beso y se haría la dormida para gozar de esa sensación de sentirse deseada y devorada por su hambriento y apasionado Milord, dejándose invadir por el placer que la hace estremecer hasta volverse una hembra entregada a la lujuria.

Y probablemente, al final, será ella la que se encienda y posea a su amante incondicional hasta convertirlo en esclavo de los instintos de esa mujercita viciosa que reclama su momento de locura entre las piernas del culpable de sus más inconfesables y perversos sueños.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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