miércoles, 6 de febrero de 2019

EL TANGA DE SOR MARÍA. (PRIMERA PARTE)

Después de tantos meses recluida en aquel apartado monasterio, sor María había encontrado la tranquilidad y el reposo que su cuerpo y su mente necesitaban.
Hacía mucho que Gabriel había desaparecido sin dejar rastro dejándola en un extraño estado entre la decepción y la liberación. Tampoco había podido tener a su hermano confidente tanto como a ella le hubiese gustado, así que, sin su demonio y sin su lobo, las semanas fueron sucediéndose tras los fríos muros del viejo convento con los quehaceres cotidianos de su condición de sierva del Señor.
Nada perturbaba su mente, y seguía conservando su viejo baúl secreto donde guardaba lo necesario para calmar la lujuriosa pasión que su sensible y voluptuoso cuerpo reclamaba de vez en cuando. Y claro, no faltaban las inocentes novicias que pasaban ocasionalmente algunas temporadas a sus órdenes en el convento. Ella las "aleccionaba" adecuadamente y le servían para saciar sus ganas de paladear el calor y el sabor de sabrosas y jóvenes pieles.
Con el tiempo se acostumbró a aquella relajante soledad, y simplemente utilizaba los recuerdos de su pasado para usarlos como estímulo mientras disfrutaba de sus juguetes en la oscura intimidad de su celda.
Pero, unos días atrás había llegado un paquete a su nombre, y cuando por fin pudo quedarse a solas y abrirlo, su cuerpo se estremeció de arriba abajo al descubrir la nota manuscrita con la inconfundible y elegante caligrafía de su añorado confesor... le pedía disculpas por no haber podido ponerse antes en contacto con ella, y le decía que el próximo sábado estaría en la ciudad, que llegaría sobre las cuatro de la tarde al apartamento deseando que ella estuviera allí para abrazarla y recuperar el tiempo perdido sin tenerla entre sus brazos...
Bajo la nota, dentro de una delicada cajita, un mínimo tanga con una tira de perlas blancas y una pequeña mariposa de encaje.
Las piernas le temblaron, el calor pasaba de sus mejillas a su pecho, y de allí, a su entrepierna. Una inesperada y deliciosa sorpresa que la llevó de inmediato a querer poderse el tanga ya mismo y dejar que su mente jugara a recordar el placer de sentirse devorada por aquel lujurioso e insaciable lobo de barba canosa...
Pero no. Se obligó a no caer en la tentación. El sábado estaba cerca, merecía la pena esperar y reservarse para el apasionado reencuentro, así que buscó en el fondo del baúl las llaves del apartamento para dejarlas junto al imprevisto y excitante paquete recibido. Luego, suspirando, salió de la celda buscando algo en que entretener sus pensamientos procurando controlar las reacciones de su nervioso y acalorado cuerpo.

Continuará...

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

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8 comentarios:

  1. Las noches entre estas paredes del convento son más ardientes con sus letras.
    Excelente narración.

    Sor María relatos eróticos.

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    Respuestas
    1. Mis letras solo recrean la pasión encerrada en esos momentos secretos...
      Esos q tú conoces y describes también en tus relatos..
      💋💋💋

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  2. Gracias, un placer conseguir transmitirlo ... 💋💋💋

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  3. Como de costumbre,tú ESTILO INCONFUNDIBLE. EXCELENTE PUESTA EN ESCENA,LOS TIEMPOS DEBIDSMDEBI MARCADOS Y NADA NEGATIVAMENTE CRITICABLE....AL MENOS DESDE UN PUNTO DE VISTA..." HUMANO".....

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