miércoles, 25 de agosto de 2021

NO ES EL MOMENTO...

Después de mucho tiempo sin ni siquiera ganas de hacerlo, se arregló para una cita. Se puso tacones, una falda corta y la camiseta que mejor resaltaba su escote. Pintó sus labios de rojo, y por supuesto, la más transparente y delicada lencería blanca.
De camino a su encuentro se repetía una y otra vez que se lo merecía, que necesitaba disfrutar y sentir ese embriagador cosquilleo que encendía todo su cuerpo cuando él la besaba en el cuello.
Pero en su cabeza también aparecían las excusas, los "no es el momento...", los "más adelante mejor..."
A pesar de todas esas ideas que daban vueltas en su mente, llegó a su casa. 
Él la recibió con un cálido y reconfortante abrazo y su cuerpo se estremeció haciendo que dejara de pensar. Se permitió gozar de sus besos en la oreja y de aquellas fuertes manos que recorrían y agarraban sus nalgas con descarada osadía.
Sabía muy bien como encenderla, y ella no tardó en responder con atrevidas caricias mientras sus lenguas se buscaban. Estaban en ese momento que él llamaba "el abrazo perfecto", ese que solo se da a quien realmente se lo merece y sabe agradecerlo con sincero entusiasmo, ese que acelera la respiración, ese que hace temblar las piernas, ese que lleva a desear que la ropa termine por los suelos para seguir pegados gozando de unas pieles ardientes y hambrientas. 
Un entregado y sabroso abrazo que conduce al apasionado deseo de dejarse dominar por la lujuria de los sentidos olvidándose del tiempo y del mundo.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

LA BRUJA Y EL LOBO.




 

MUJER SENSUAL.


 

miércoles, 4 de agosto de 2021

SIETE BESOS.

Sería un lujo abrir los ojos y encontrarte desnuda en mi cama. Acercarme a ese tentador culo y pegarme a él mientras te abrazo aún dormida y gozar de esa suave y sedosa piel recorriéndola con la delicadeza que se merece dejando que tu exquisito aroma me invada.
Sentir que te estremeces y te aprietas contra mí según vas pasando de los brazos de Morfeo a los míos para luego terminar de despertarte con ese íntimo y perverso ritual de los siete besos que tanto te gusta.
Besos largos, ardientes, apasionados, lujuriosos.
El primero, en el cuello, cerca de tu oreja.
El segundo al final de la espalda.
Luego, cada hermosa nalga recibiría el suyo.
Te girarías deseando recibir el siguiente en tu cálido y acogedor escote sabiendo que después llegaría el sexto, cinco dedos por debajo de tu ombligo.
Y antes de darte el séptimo, te miraría a la cara esperando que eligieras si lo quieres en los labios o en la boca.
Y los dos sabríamos que esos siete serían el principio de un inconfesable e inolvidable amanecer entregados a saciarnos el uno del otro. 
Lástima que otro día más despertemos en camas distintas y mi boca tengan que seguir soñando con regalarte siete besos, y que tu sabroso cuerpo continúe esperando recibirlos.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados

lunes, 26 de julio de 2021

MIRANDO EL RELOJ.

Esta mañana salí de casa temprano para ir a trabajar y no quise despertarte. Te dejé plácidamente dormida y desnuda bajo el edredón de mi cama y me fui tratando de no hacer ruido sonriendo al recordar la maravillosa noche compartida.
Después de un par de semanas sin vernos, las ganas que ambos nos teníamos convirtieron el reencuentro en una intensa y alocada noche. 
Va a ser una jornada larga pensando en el momento de volver a estar enredado entre tus brazos y tus piernas. Y más cuando al mediodía me escribes para decirme que sigues ardiendo al repasar las escenas de tan inolvidable noche. 
El mensaje continúa con una foto tuya aún en la cama y me cuentas que no hubo ocasión para enseñarme los tres conjuntos de ropa interior que te habías comprado para estrenar conmigo, pero que los vas a dejar preparados sobre la cama y que me esperarás desnuda para que te los vaya probando con calma, sin prisa, haciendo que mis dedos los ajusten perfectamente antes de elegir con cuál de ellos quieres jugar.
Y ahora el que arde soy yo sufriendo la tortura de ver como cada segundo se convierte en una eternidad sin poder sacar de mi cabeza la imagen del cuerpo desnudo de mi perversa e insaciable cómplice de inconfesables juegos.

MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO

derechos reservados