Es otoño y quedamos un día cualquiera para un café...
Uno de esos días en que caen las hojas, hace viento y posiblemente llueva...
Me visto para tí, con la falda de vuelo, las medias de red y las braguitas blancas con lacitos que tanto te gustan.
Llego, y estás ahí al fondo del bar, jugando con tu pitillera metálica para los cigarrillos de liar. Miro tus manos y un estremecimiento me recorre al pensar en ellas bajo mi falda... Sonríes antes de levantarte y abrazarme, y sólo puedo cerrar mis ojos y desear que se pare el tiempo...
Nos sentamos en la mesa al lado del futbolín y veo la antigua máquina de música, y al fondo la mesa de billar. Y hablamos, y hablamos, y se hace de noche. Tú sin prisa, yo tampoco... Y el camarero, ya cansado, te hace un guiño y te dice que cierres y dejes las llaves en el jarrón de la entrada.
Los dos solos, mirándonos. Mirándome con esa mirada que me hace sentir desnuda frente ante tí, poniéndome tan nerviosa que estoy a punto de lanzarme a comerte a besos cuando te levantas y metes una moneda en la máquina para que suene "California Blues" de Roy Orbison...
---No soy mucho de bailar, es más, soy sordo de un pie, pero hoy me apetece bailar contigo.
Tomo tu mano y bailamos abrazados, sintiendo tu respiración en mi cuello, cada vez más cerca, más juntos... El olor de tu piel, tus manos apretándome, la música...
Tengo el pulso tan acelerado que ya no puedo más y dejo que mis labios rocen los tuyos muy despacio entre los acordes y el balanceo, sin dejar de mirarte mientras tus manos buscan el borde de mis braguitas bajo la falda. Mi lengua busca la tuya entre esos deliciosos labios y me dejo llevar por la lujuria para desabrochar tu camisa acariciando tu pecho, encendiéndome al notar tu erección en mi vientre.
La pasión y el deseo se apoderan de nosotros haciendo que nos arranquemos la ropa para luego sentarte en una silla y hacerme cabalgar sobre tí dando rienda suelta a las ganas de poseerte acumuladas durante las solitarias noches en las que te sueño entre mis sábanas.
Sentirte dentro por fin hace que me vuelva loca y disfrute entregada al placer de gozar de un imparable orgasmo, explotando sobre tí, temblando cómo una de esas hojas movidas por el viento. Muerdo tu boca queriendo llenarme de tu sabor, con ganas de no perder ni una sola gota de tu esencia, sin poder dejar de temblar al percibir como tu miembro palpita dentro de mí...
Y la noche acaba de empezar...
Afuera suena la lluvia, pero allí adentro, el calor convierte aquel viejo bar en un embriagador infierno donde quiero arder pegada a tí... Agarrada a tu pelo, jadeo y susurro en tu oído que te deseo, que quiero más, que nunca lo he hecho en una mesa de billar...
MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO
derechos reservados
lunes, 7 de noviembre de 2016
sábado, 5 de noviembre de 2016
EL VESTIDO NEGRO
Ella baila totálmente entregada al placer de sentirse libre con su grupo de amigas. Muchas risas, muy buen rollo, pero las demás bailan muy tranquilitas mientras ella disfruta de las sensaciones que la música provoca sobre su sinuoso cuerpo.
Sabe que los tipos de la barra no le quitan ojo, pero ella simplemente se deja llevar por el ritmo. O esa es la impresión que quiere dar...
Al final de la barra, un tipo de barba canosa apura su cerveza en solitario. Hace un buen rato que ella está pendiente de su camiseta de manga corta mostrando los tatuajes de su brazo, de sus pulseras de cuero, de sus anillos. Intenta disimular, pero cada movimiento va dirigido a él. Su vestido negro ajustado va subiendo poco a poco, dejando a la vista sus blancas y torneadas piernas, y de reojo, trata de descubrir algún gesto que le indique un mínimo interés por su parte.
De vez en cuando, la ajustada y suave tela tiene que ser sujetada por sus manos, y sus amigas cuchichean sonriendo al ver como alguno está a punto de babear...
Pero el tipo del fondo sigue sin inmutarse. Ahora coge su cazadora y con un pitillo sin encender en la boca, pasa junto a ellas de camino a la puerta. Solo por un instante sus ojos se cruzan y ella pudo por fin notar el calor de aquella intensa mirada.
Dos valientes se acercan al grupo de chicas tratando de seguir el ritmo, pero ella ni los vé... Se queda enganchada de aquellos ojos marrones y camina tras sus pasos...
--- Bailas muy bien. Es una pena que yo tenga dos pies izquierdos.
---Gracias!! Pero no parecias fijarte mucho...
---Lo suficiente para descubrir lo bien que te sienta ese vestido y lo bonitas que se ven tus piernas. Supongo que soñar con recorrerlas sería algo presuntuoso por mi parte...
---Uffff, vas muy directo!!!
---Puede. Pero solo estoy aquí hasta mañana al mediodía, y no me perdonaría no haberlo intentado.
---Diossss!!! Creo que yo tampoco me perdonaría quedarme con las ganas...
---Tengo una habitación en el hotel de la esquina. Tienes que despedirte de tus amigas??
---Soy mayorcita para irme cuando quiera... Pero las avisaré de camino por wasap, por si decides secuestrarme...
---New Hotel, habitación 303, por si al final me sucuestras tú...
En el ascensor, las miradas son una muestra evidente del deseo que ambos sienten...Entran en la habitación y él la lleva contra la pared sin miramientos. Devora su boca ansíosamente sujetando su cuello con una mano, apretándose con fuerza contra su cuerpo. Ella se deja llevar por la tremenda excitación que le provocan sus embestidas...
Solo puede jadear ansiosa cuando él se arrodilla y levanta su vestido para devorar el mínimo triángulo de tela que cubre su encendido pubis. Se muerde los labios para no gritar al sentir como él le arranca el tanga y hunde su nariz en su depilado sexo esnifando como un demonio en celo...
Aquellas manos llenas de anillos ahora agarran sus nalgas como nunca se las habían agarrado, y su lengua la penetra provocando estremecimientos que la recorren por dentro y hacen que sus piernas tiemblen sin cesar...
---Ummmm, delicioso manjar... Tócate para mí!! Quiere ver cómo lo haces!!! Regálame tu orgasmo....!!!!
Cómo negarse!! En ese punto ya no hay posibilidad de parar. Necesita correrse... Sus dedos alcanzan su clítoris y van acelerando el ritmo. Sus gritos se mezclan con sus temblores cuando explota sobre la lengua lujuriosa de aquél perverso desconocido en el más intenso orgasmo que ella podía recordar....
MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO
derechos reservados
Sabe que los tipos de la barra no le quitan ojo, pero ella simplemente se deja llevar por el ritmo. O esa es la impresión que quiere dar...
Al final de la barra, un tipo de barba canosa apura su cerveza en solitario. Hace un buen rato que ella está pendiente de su camiseta de manga corta mostrando los tatuajes de su brazo, de sus pulseras de cuero, de sus anillos. Intenta disimular, pero cada movimiento va dirigido a él. Su vestido negro ajustado va subiendo poco a poco, dejando a la vista sus blancas y torneadas piernas, y de reojo, trata de descubrir algún gesto que le indique un mínimo interés por su parte.
De vez en cuando, la ajustada y suave tela tiene que ser sujetada por sus manos, y sus amigas cuchichean sonriendo al ver como alguno está a punto de babear...
Pero el tipo del fondo sigue sin inmutarse. Ahora coge su cazadora y con un pitillo sin encender en la boca, pasa junto a ellas de camino a la puerta. Solo por un instante sus ojos se cruzan y ella pudo por fin notar el calor de aquella intensa mirada.
Dos valientes se acercan al grupo de chicas tratando de seguir el ritmo, pero ella ni los vé... Se queda enganchada de aquellos ojos marrones y camina tras sus pasos...
--- Bailas muy bien. Es una pena que yo tenga dos pies izquierdos.
---Gracias!! Pero no parecias fijarte mucho...
---Lo suficiente para descubrir lo bien que te sienta ese vestido y lo bonitas que se ven tus piernas. Supongo que soñar con recorrerlas sería algo presuntuoso por mi parte...
---Uffff, vas muy directo!!!
---Puede. Pero solo estoy aquí hasta mañana al mediodía, y no me perdonaría no haberlo intentado.
---Diossss!!! Creo que yo tampoco me perdonaría quedarme con las ganas...
---Tengo una habitación en el hotel de la esquina. Tienes que despedirte de tus amigas??
---Soy mayorcita para irme cuando quiera... Pero las avisaré de camino por wasap, por si decides secuestrarme...
---New Hotel, habitación 303, por si al final me sucuestras tú...
En el ascensor, las miradas son una muestra evidente del deseo que ambos sienten...Entran en la habitación y él la lleva contra la pared sin miramientos. Devora su boca ansíosamente sujetando su cuello con una mano, apretándose con fuerza contra su cuerpo. Ella se deja llevar por la tremenda excitación que le provocan sus embestidas...
Solo puede jadear ansiosa cuando él se arrodilla y levanta su vestido para devorar el mínimo triángulo de tela que cubre su encendido pubis. Se muerde los labios para no gritar al sentir como él le arranca el tanga y hunde su nariz en su depilado sexo esnifando como un demonio en celo...
Aquellas manos llenas de anillos ahora agarran sus nalgas como nunca se las habían agarrado, y su lengua la penetra provocando estremecimientos que la recorren por dentro y hacen que sus piernas tiemblen sin cesar...
---Ummmm, delicioso manjar... Tócate para mí!! Quiere ver cómo lo haces!!! Regálame tu orgasmo....!!!!
Cómo negarse!! En ese punto ya no hay posibilidad de parar. Necesita correrse... Sus dedos alcanzan su clítoris y van acelerando el ritmo. Sus gritos se mezclan con sus temblores cuando explota sobre la lengua lujuriosa de aquél perverso desconocido en el más intenso orgasmo que ella podía recordar....
MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO
derechos reservados
NIÑA MALA...
Una falda de tubo muy ajustada sobre las caderas, con esa abertura lateral que permite disfrutar de tu delicada pierna.
Una camisa entallada, de la talla adecuada para que los apretados pechos pongan a prueba la resistencia de los botones...
Y sobre todo, esa sonrisa pícara que me hechiza y me engancha a provocarla cada día.
Sin dejar de mirarme, te acercas contoneándote subiendo poco a poco la falda para mostrarme el final de las medias de encaje donde se resaltan esos suaves muslos que tanto se erizan con mis mordiscos....
Te das la vuelta juguetona y sigues levantando la falda para ofrecerme la golosa visión de tus redondas nalgas y haces que me invada una ola de calor al comprobar que no llevas nada más bajo la suave tela de tu falda. Suspiro profundamente y eso te hace girar sonriendo y mientras acaricias tus labios provocadoramente con tu dedo, con la otra mano vas soltando de uno en uno los botones de tu camisa... ya había notado que no llevabas tampoco sujetador al ver tus duros pezones marcarse bajo la camisa, pero disfrutar de tu sensual escote hace que la lujuria se apodere de mí y desee saltar sobre tu cuerpo y arrancarte toda la ropa...
---Ufff, mi señor... he sido una niña muy mala, supongo que estarás pensando en castigarme duramente..
---Pues no tengo claro si castigarte por ser mala, o premiarte por ser buena... mientras lo pienso, quédate ahí en medio del salón, sin moverte... deja que goce con la golosa imagen y algo encontraré para que sigas jugando...
Recorro el salón con la mirada sin perder detalle de como tu mano busca entre tus muslos ese calor intenso que ya puedo oler, para acabar por descubrir uno de tus pañuelos sobre el respaldo del sofá. Haciendo un gran esfuerzo, paso a tu lado sin tocarte, solo esnifando el aire cerca de tu cuello, para tomar el pañuelo y vendarte los ojos desde atrás....
Suspiras encantada por la idea, y no puedo evitar descargar un fuerte azote sobre tu hermoso culo sacándote un gemido de placer...
---Muy bien mi niña juguetona. Te mereces un buen premio... Ahora quiero que así como estás, me desnudes por completo y juegues con mi cuerpo de esa forma tan lujuriosa que tú sabes... Trataré de pensar en alguna sorpresa más para luego...
MICHEL GARCIA
LEGNA LOBO NEGRO
derechos reservados
viernes, 4 de noviembre de 2016
A SOLAS....
Por fin en casa. Varios días fuera por trabajo la habían llevado a habitaciones de hotel donde solo había sido una chica trabajadora con el tiempo justo para descansar. Nada más cerrar la puerta de su apartamento, con dos días libres para ella, y se sentía de nuevo viva.
Las maletas quedaron en el salón y sin más rodeos, directa a la habitación. Se desnudó por completo mirándose en el gran espejo del armario, contemplándose, gustándose... Las horas de gimnasio merecían la pena...
Recorrió la imagen en el espejo deteniéndose en cada curva, volviéndose para mirarse el culo, acariciando sus nalgas, disfrutándose con ganas. Contoneándose lujuriosa, subió sus manos a sus pechos y se los apretó, notando cómo se erizaban los pezones, mordiéndose los labios. Por unos instantes, gozó de si misma, logrando un grado de excitación intenso y muy agradable, pero eso sólo era el principio, así que abrió la puerta del armario y sacó su baúl secreto...
Lo primero, la cámara y su trípode. La colocó a los pies de la cama, cuidando de enfocar en el ángulo correcto, para luego solo tener que usar el mando a distancia que dejó sobre la almohada.
Volvió al baúl y tomó las botas de cuero, con sus tacones de vértigo. Se las enfundó lentamente, sintiendo sobre su piel el tacto del cuero, ajustándolas con la gran cremallera. Regresó frente al espejo, notando al moverse el roce del bordede las botas tan cerca de sus ingles, provocando que un leve suspiro se escapara de su boca... eso le recordó el carmín... no podían faltar unos labios rojos y brillantes... Llegó el turno de los guantes. Cuero negro ajustado sobre sus dedos, hasta por encima de los codos.
Quedaban más cosas en el baul. Ahora tomó un tanga negro de encaje, casi transparente, con una tira de perlas. Con delicada lentitud fue llevándolo a su sitio, ajustándolo al final en las caderas, logrando así que las perlas ocuparan el lugar adecuado entre los labios de su ya húmedo sexo. Se concentró para percibir toda la tira entre sus nalgas, rozando su ano, acariciando los hinchados labios, presionando contra el abultado clítoris que ya hacía un rato que demandaba caricias...
Tuvo que obligarse a parar. Estaba ardiendo, pero había que terminar los preparativos... Del baúl salió un huevo vibrador con su mando a distancia y una mascara veneciana...
Una vez la máscara en su sitio, un último vistazo al espejo comprobando y admirando el resultado. Realmente estaba espectacular... toda una diosa!!!. Se movió hacia la cama y ooohhh!!!, las perlas, el roce de las botas, uffff!!! una deliciosa tortura que la hacía temblar por momentos...
Ya no podía esperar más. Se tumbó en la cama retorciéndose con las oleadas que surgía entre sus piernas...
El mando del vibrador a mano, y en la otra, el de la cámara..
Contactos...
Michel...
Videollamada...
Ok...
MICHEL GARCIA
LEGNA LOBO NEGRO
derechos reservados
Suscribirse a:
Entradas (Atom)