Te humedece con sus palabras, y cuando te va a tomar, ya estás extasiada.
Ese sexo donde no sientes vergüenza, donde pierdes por completo el pudor y puedes mostrar tu morbo con un toque de perversión en tu dulce rostro.
Pero recuerda, mi piel no la eriza cualquiera, yo elijo con quién calmo mi ansiedad, con quién comparto mis pecados, quién posee mi cuerpo y mi mente y a quién dedico mis orgasmos.
MICHEL GARCÍA
LEGNA LOBO NEGRO
derechos reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario